El juego del Rey (realeza imperfecta)

CAPITULO 45

Persefóne:

¿Qué hace aquí? Qué hace el aquí, todos tienen su fobia, su miedo el miedo más grande que aunque no lo controle no podrá hacerlo por tanto tiempo, El es mi fobia, Connor O'sullivan. Qué podría ser peor que esto, tenerlo frente a mi, mientras yo intento mostrarme serena, mientras intento que la furia que siento se apacigue a más no poder.

Llevo mi mano hacia mi frente y lo froto varias veces controlado la respiración errática que tengo, mi cuerpo amenaza con temblar.

—Salgan—ordeno a ambas con voz temblorosa, Freya intenta acercarse pero no lo permitió, la miró fríamente mientras grito—¡Que salgan ahora!

Me siento sobre el sofá con la mirada perdida en millones de recuerdo, en instantes y momentos, en alegría y sufrimiento, en todo lo que mi cuerpo tuvo que soportar, desde el momento en que la rosa roja cambio a negra, en el momento en dónde fue destruída de una manera tan inhumana.

Recuerdo las palabras de mi papá y lo pongo en práctica, me intento calmar apretando fuertemente la almohada que reposa en el sofá.

—¿Persefóne?—miro a Freya con molestia, ella se acerca a mi con seriedad en su rostro—¿Qué ocurre?

—Llama a la Reina, la quiero de inmediato aquí—miro a la princesa que nisiquiera salió, me analiza justo como lo hacía Heather—Llama a Amelia.

Observo que Tatiana le da la orden a uno de los guardias, miro a Freya con palidez en mi rostro, se que está preocupada pero ahora no puedo contarle lo que pasó, no ahora.

—¿Qué te hizo?—cuestiona con voz neutra la rubia observando fijamente—Responde.

—No te importa—contesto tanjante—Cuando la Reina este aquí, las dos saldrán de este lugar y tú Freya por nada del mundo dejes que se vaya Connor.

Limpio las lágrimas y muerdo mi labio con fuerza, la puerta se abre y en ella entra la persona que deseo ver, lleva puesto un elegante vestido de color negro tan negro como su corazón, me levantó expresando frialdad, le doy una mirada rápida a ambas y ellas salen de la habitación.

Me mira como si fuera poca cosa y yo la observo de la misma forma, sus ojos muestran burla y los míos se notan hostiles, esboza una sonrisa y yo tengo mis labios ligeramente apretados, lleva la corona sobre su cabeza y sus ojos grises tan parecidos a lo de su hijo me observan sin cesar.

—¿Te gustó?—pregunto afirmando lo que yo ya sabía, camina de un lado a otro, mirando mi habitación con aprobación—Admito que fue difícil escavar tu pasado, pero lo encontré, quién iba a pensar que la gran Persefóne.

—Callate—gruño entredientes, sosteniendome de la mesa, maldita sea cómo pudo pasar esto.

—Que la gran Persefóne fue—esboza una sonrisa siniestra acercándose a mi, con ojos depredadores—Violada y encima de eso resultó embarazada pero mato a su hijo.

—¡Que te calles!—presiono mis labios mientras contengo la irá, toma mi rostro y lo levanta mientras limpia mis lágrimas.

—Y eso no es todo..—clavo sus uñas sobre mi mejilla con tanta fuerza que creí que me quedarían cicatrices—Te advertí pequeña perra, te advertí que conmigo no se juega, nadie le puede ganar a la reina, ni siquiera tu miserable presencia.

Lágrimas salen de mi rostro de odio, irá, y todo lo que tenga que ver con aquello, está satisfecha de tenerme así, a su Merced, sus ojos se deleitan con los míos. relame sus labios saboreando la victoria ganada, aprieta sus uñas en mi mejilla con una sonrisa tetrica.

—Aún no sabes quiénes son los Halmiton, ¿Crees que no lo sabía? Tu intento de investigar quienes somos, que ingenua eres.—solto mi rostro y la sangre escurrió por mi cuello, metió su uña con mi sangre a sus labios mientras cerraba los ojos—A diferencia de tí nosotros sabemos ocultarlo, que pena que hayas venido a este lugar.

«me recuerdas a ella, esa chica tan ingenua y estúpida creyendo que podría descubrir nuestro secretos, lo prohibido llama a las personas, lo misterioso los atrae, y eso nos divierte, ver qué intentan descubrir quienes somos, y no lo consiguen terminan de la peor manera, ella murió»

—¿Quién?—pregunto balbuceante, se sienta sobre la cama mirándome fijamente.

—Ummh..una chica, ah no te preocupes. Porque mi hijo mi tesoro no se enamora de nadie—me mira de arriba a abajo mientras chasquea la lengua.

—Excepto de ella madre.—interrumpe Tatiana acompañada por Freya, quien se acerca a examinarme—Tu querido hijo la ama, tal como lo hizo Daven con Mónica, le arrebataste todo a Daven, pero no permitiré que pase lo mismo con Mi hermano.

Miro con desconcierto a Tatiana, la rubia mira con furia a la reina, se muestra igual que ella la viva imagen de su madre con cabello negro, sus ojos amenazadores y crueles observan a la reina, como si ella no fuese más que un monstruo.

—Ahora se con claridad que fuiste tú quien mató a Mónica, le arrebataste la vida a mi hermano—la reina la mira como si no hubiera hecho nada mal, Tatiana arde en rabia—Creiste que mi hermano estaba encaprichado con Persefóne, pero tú mejor que todos sabes que cuando la viste notaste todo lo que un Halmiton tiene, ella sería tu destrucción y ahora has creado un plan para acabarla como lo hiciste con ella.

—¡Bravo tesoro!—aplaude con una risa ligeramente caminando hacia su hija, le pega una fuerte bofetada pero Tatiana no se inmuta—Soy tu madre ¿Por qué me acusas falsamente?

—Hija de puta—gruñe Freya a mi lado, mirando con odio a la Reina.

Tatiana escupe sangre en el suelo y mira de la misma forma en la que lo hace la reina, ambas llegan al mismo tamaño, Tatiana la mira como si fuese su hermana y sonríe como si no lo hubiese echo en año.

—Sabes que es lo divertido madre, que nosotros protegemos a capa y espada a uno de lo nuestro, si mi hermano se entera que le pusiste una mano te matará, y yo estaré para verlo—le da una última mirada para luego abrir la jaula y meter a Cosmos en el, entretanto Freya me lleva fuera de la habitación con la mirada gélida hacia la reina.



#2498 en Novela romántica
#1007 en Otros

En el texto hay: drama, amor, juego

Editado: 30.04.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.