Emily Stonem alguna vez quiso ser escritora.
Pero dejó de escribir, de soñar, y al final, de intentar.
Su adolescencia fue una sucesión de malas decisiones, silencios incómodos y días que simplemente pasaban.
Su vida era la definición de un caos perfecto.
Una noche, le pidió al universo una segunda oportunidad.
Al día siguiente, despertó teniendo 16 años. Otra vez.
Ahora tendrá que convivir con sus errores antes de cometerlos, con personas que aún no ha perdido… y con un chico que llegará a su vida sin aviso y que podría comenzar a importarle más de lo que le gustaría admitir.
No es una historia de amor. Es solo el tipo de historia que ella nunca se atrevió a escribir.