Paula.
Frío...
Mi cuerpo estaba completamente frío. El miedo de haber sido víctima de un robo tampoco ayuda y menos el echo de que esta lloviendo como si no hubiera mañana.
Incluso los ladrones se llevaron mis zapatos...
Malditos ladrones.
Las calles son iluminadas por los faroles y aunque veo todo borroso por lo menos logro distinguir el camino.
Necesito llegar a casa...
La lluvia se detiene lentamente, el frío sigue entrando en mi cuerpo. Parece como si pequeños cuchillos se enterraran en mi huesos.
Moriré de hipotermia
Sacudo mi cabeza para olvidar aquel pensamiento y apresuró el paso. Por suerte mi madre seguía de guardia en el hospital.
Puedo escuchar el sonido del agua estrellarse contra los botes de basura que hay en las calles. Puede que sea uno de las calles con mejor seguridad pero claramente la "Seguridad" me lo puedo pasar por el culo.
Me dentengo cuando tengo aquella cerca de madera frente a mí y volteo mi cabeza al escuchar unos pasos a un cota distancia.
Un hombre....
No se si debería gritar o correr, aún sigo en un estado de pánico al ser víctima de robo hace mínimo media hora.
No grites Paula... no grites.
Aprovecho el tiempo para detallar la figura. Es alta su piel es morena su cabello es un castaño oscuro y puedo divisar varios rulos. No distingo sus ojos el paraguas que tiene impide que la iluminación me dé una mejor vista y claramente eso me frustra.
Cuando mi pies salen del transe corro hasta la puerta. La abro y la cierro solo cuando yo ya estoy dentro, la oscuridad reina en el lugar el silencio me asusté por un momento pero solo me enfoco en recuperar mi agitada respiración.
Virgen María.... Que susto me he dado hoy.
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Puede que estudiar sea lo más tedioso del mundo pero para mí es lo único que me saca de mis constantes delirios.
Aprieto las cuerdas de mi mochila al ver aquel auto negro de mamá parado a escasos metros de mi. Sabía que as chismosas de las vecinas le Hiban a contar a mi madre sobre aquella escapada.
Y se que para salir de un problemón en el que ahora voy a estar metida no será fácil.
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- Te irás al pueblo ahora mismo. - dice mi madre luego de tomar un sorbo de su café -
Su aspecto se ve impecable. Su cabello bien peinado en una coleta alta, ningun mechón de cabello que escape de aquel fuerte moño. Su maquilla aunque natural resalta, solo por aquel labial rojo en sus labios. Aquella falda negra junto a esa camisa blanca de botones bien planchada la hacen ver elegante. Aunque la elegancia nunca le falta a mi madre.
Y vaya que comparada a mi madre soy un cero a las izquierda.
Solo estoy vestida con una camisa de mezclilla azul, pantalones ajustados y mis viejas converse. Bueno estaba vestida de una manera decente aunque decente no era lo que decía mi cabello.
Estaba echo un completo nido de pájaros.
Eso pasa cada vez que la ventana del auto está abierta, no ers mi culpa después de todo.
- Madre estoy a nada de terminar mis estudios - espeto dejando que el tono de mi voz no demuestre lo nerviosa que estoy.
- la decisión está tomada irás al pueblo en media hora tus maletas fueron preparadas por Jefferson así que si quieres darte una ducha eres libre de hacerlo.
- Parece como si me estuviera echando de casa
El impacto de la taza con la mesita frente a mí me hizo dar un respingón, sabía que pensar en voz alta no me sería bueno.
- No te estoy echando de casa, cariño - dic ella frotando sus cienes. Quizá manteniendo las ganas de sermonear me - Solo comprendeme tu comportamiento me dejó mucho que pensar
- Lo siento madre
- Se que lo sientes... Solo... Toma esto como unas vacaciones a tu pueblo natal
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Risas...
Volteo mirando a un grupo de dos niños y una niña jugar se ven tan felices...
- ¡Eso es trampa! ¡Has echo trampa! - dice el niño con cabello negro intenso -
Camino unos cuantos pasos la voz e incluso la figura de me hace conocida
- ¿Vas a llorar? Awww mírenlo va a llorar solo por qué me gane su mugroso oso ¿Lo quieres?
Veo a el niño asentir el niño más alto lanza a la muñeca de trapo lejos del niño el cual corre como si su vida dependiera de ello.
- Solo...un poco más... Aguanta un poco más Molly
Molly....que bonito nombre.
El grito del pequeño me hace entrar en pánico y corro mirando como aquellos dos niños mayores lo han empujado a un acantilado.
- ¡No! Paren! ¡No lo empujen!
Aunque grite no sirve de nada mis pies están inmóviles y solo escucho aquel grito desgarrador del niño callendo por aquel acantilado.
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- ¡Señorita Paula!
Me incorporó estando exaltada, siento mi respiración pesada y que Jefferson me este ayudando en mi pequeño ataque de pánico es algo que le agradezco.
- Solo fue una pesadilla Señorita, no es real...míreme respire
Respiro profundo y dejo que poco a poco el aire salga por mi nariz. De verdad había terminado asustada.
- ¿Se siente bien Señorita?
- Si...muchas gracias Jefferson
Me senté bien en mi lugar, el auto se había detenido y mirar una puerta de hierro me había dado confusión.
- Hemos llegado a su destino Señorita.
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Nunca en mi vida me había sentido tan perdidas como ahora.
Camino por los jardines del lugar todo se antiguo aunque bien cuidado.
- Veo que estás pérdida no es así?
¿Cual es el afán de que medio mundo me quiera matar del susto?
Mi vista capta a un chico de tez blanca, unos hoyuelos se marcan en sus mejillas y aquel cabello negro intenso un tanto despeinado le da un aspecto casual.
- Perdón si te asusté no fue mi intención. Me presento soy Jung Hoseok Bienvenida al internado