El mundial dejo mucha fiesta en HullsDeel el pueblo donde vivíamos.
Me encantaba ver a la gente bailar al ritmo de la música, reír con su familia, o simplemente leer en un lugar sin mucho ruido.
Disfrutaba ver como personas iban hacia el bosque, con su mantel, su saco con comida y sus alegres sonrisas. Iluminaban las primera semana de septiembre.
Luego la celebración se fue apagando, seguían de fiesta pero no como antes.
Y luego el día que se apagó definitivamente todo.
Era... Cómo explicarlo... Solitario...
Ahora estoy sola en HullsDeel, sola con alguien azechandome, sola en este oscuro lugar, donde antes todo era luz y secretos...