El legado 2: Tinieblas

32. Escapada entre engaños

NATALIE

 

Me acomodé en el asiento del avión y saqué la carta del bolsillo de la mochila. Me contuve a abrirla, no sabía si estaba preparada para leer aquello después de la muerte de mi madre. Nolan nos había entregado una a cada uno, al parecer Helen se lo había encargado.  Tomando una gran bocanada de aire, me dispuse a abrir la mía, con las manos temblorosas y el corazón contraído. Su hermosa caligrafía fue lo primero que vi.

 

"Querida Natalie;

Hace mucho que no escribía una carta, así que no sé cómo estructurar todo lo que te quiero decir. Perdón si mi caligrafía va empeorando conforme avances leyendo, pero estoy cansada e incluso escribir me resulta un gran esfuerzo. Jamás se me han dado bien estas cosas, sin embargo, esta era la única manera de quedarme tranquila antes de...ya sabes de qué. Si estás leyendo esto, es porque probablemente yo ya me haya ido, pero no pasa nada, la vida sigue.

Tampoco sé lo que te quiero decir con exactitud, siento que tengo tanto que contarte y que expresarte que las palabras se me hacen pequeñas e insignificantes. Quiero contarte tantas cosas, hablar de tantos temas contigo ahora que por fin te encontrado. Hija, perdóname por haberme ido, pero por muy mágicas que seamos, no somos inmortales. Las enfermedades existen, algunas insignificantes y otras mortales. No te mentiré diciendo que no tengo miedo, porque realmente lo tengo. Tengo tanto temor que he tenido episodios de ansiedad estos últimos meses, pero bueno, eso es un tema que ahora poco importa.

Pese a que tengo la oportunidad de escribirte todo lo que te he querido decir en una carta, siento que por mucha tinta que gaste y muchas hojas llene, no podré decirte ni la mitad de lo que siento. Es difícil de explicar, pero claro, ¿qué vas a contarme tu de difícil, verdad? Cuando Nolan me contó todo lo que habíais vivido en aquel sitio, sentí un dolor que pocas veces me había azotado con tanta fuerza. Saber que tú, Nora, eras en realidad Natalie, me transportó a un estado de shock del que me costó salir. Saber todo lo que habías vivido en aquel infierno, sola, me hizo sentir tan culpable como el primer día que supe que no iba a volver a verte. Pero sobre todo, sentí que como madre había fallado. Te escondieron cualquier recuerdo, te privaron de tu pasado, te llevaron a un sentimiento de desconocimiento total. Por eso entiendo por qué te vi tan rota la primera vez que te conocí.

Llevaba años necesitando saber qué pasó contigo, qué le sucedió a mi hija. Por eso he querido escribirte esto, porque antes de que me muera quería que supieras quién eres y de dónde vienes.                                                                                                                                                                                         El día que naciste, fue sin duda, uno de los días más felices de toda mi existencia. Tu padre y yo no nos esperábamos que te adelantaras tres semanas, así que nos cogió desprevenidos a ambos. Eras una niña preciosa, tenías mis ojos, grandes y azules. Eras la niña de los ojos de tu padre, estaba realmente embobado contigo. Estaba tan feliz como yo de tenerte, sin embargo, no pudo quedarse mucho más con nosotras. Su naturaleza como ángel lo tenía encadenado a un futuro ausente de sentimientos y de amor, y él no quiso que viéramos como se transformaba el alguien que no era, por eso se fue. Nunca lo odié, sólo acepté su elección, porque siento que de alguna forma u otra está ahí, en algún lado. Siento que te cuida.

Un año más tarde de aquello adopté a Nolan. Era un niño tranquilo, precioso y encantador. El primer día que te vio, se quedó fascinado y no quiso moverse de tu lado. Ambos os volvisteis inseparables. Nolan te cuidaba como si fueras su vida. Pero desgraciadamente, cuando tenías cuatro años y me llegó la voz de que querían encontrar a cualquier niña licántropo y eliminarla, recurrí a algo que te llevó a desaparecer y a alejarte de mis brazos. Pensé que te había perdido para siempre. Los días se volvieron tristes y sin color, la casa jamás volvió a ser como era antes. Nolan cayó en un gran tristeza, cada noche te lloraba, y yo no sabía qué hacer para consolarle, si ni siquiera podía consolarme a mí misma.

Si pudiera volver atrás en el tiempo y evitar todo aquello, todos mis errores, lo haría. Haría cualquier cosa por haberte tenido conmigo, por haberte visto crecer, por haber tenido la oportunidad de educarte y de darte todo mi amor. Sin embargo, eso no quiere decir que no me guste cómo eres, porque siento que no podrías ser una mujer más fuerte y bella.

Gracias, Natalie. Gracias por volver a mi vida. Gracias por traer contigo felicidad y color no sólo a mí, sino también a los chicos. Tu presencia los ha unido, tu presencia nos cambió desde el mismo momento en el que pusiste un pie en nuestra casa. Gracias por mostrarte tal y como eras, porque sé que era tú, y que nunca fuiste Nora. Ese nombre sólo era eso, un nombre nada más.

Pero, sobre todo, lo siento.

Lo siento. Siento mucho haberte fallado. Siento no haberte podido proteger, no haber podido prometerte un futuro feliz. Siento no haber sido la madre que de pequeña te esperabas. No sé qué hicieron exactamente con mi niña de ojos azules para convertirte en una mujer llena de heridas, pero sé que eres fuerte. Me has demostrado tu potencial, tu carácter, tu forma de ser, y siento que no puedo pedirle más a la vida.

Así que con esto busco despedirme de ti, cariño. Sé que no necesitas a nadie para sobrevivir, lo has hecho tú sola todos estos años, pero recuerda, no estás sola. Ya no lo estás.

Te quiero mucho, Natalie. Espero que nos veamos en otra vida, cariño.

 

Firmado,

mamá."

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.