El legado: A oscuras

Capítulo 17


Mis piernas se movían con una gran agilidad mientras intentaba controlar mi agitada respiración. Casi gruñí debido a las infinitas ramas que chocaban contra mi cuerpo interponiéndose en mi camino. La oscuridad en ese momento me fue un impedimento para correr con total agilidad por el penumbroso bosque.

Él no estaba muy lejos.

Es más, estaba más cerca de lo que parecía.

Escuché como dejó escapar un gruñido a tan solo unos metros de mí.

Bien Natalie, tú y tu don de meterte en líos.

 

11 horas antes... 

—¡Sorpresa! 

—No jodas... 

Landon acababa de entrar a la cocina con un nuevo look que me hizo sonreír de ternura. Ahora en vez de tener el pelo verde lo tenía de un azul eléctrico. Había estado casi toda la mañana fuera de casa porque tenía que trabajar y al aparecer había hecho una parada en la peluquería. Tenía suerte que el líquido verde que utilicé ayer con ellos resultara irse con unos cuantos lavados, gracias a eso James, Cole, Reese y Landon no tenían ni rastro de tonos verdes en la piel. 

Con una sonrisa llena de orgullo se acercó a Jaden y le quitó la galleta que se iba a comer. 

—¿Qué haces? —gruñó— Cógete tú tus galletas. 

—Pero entonces no tendría el placer de molestarte —le sonrió burlón. 

Jaden lo miró mal y se fue a coger otra galleta. Casi me reí. 

—Ya tardabas en cambiar de color, ¿no? 

Cole se acercó a él para mirarle de cerca el pelo. ¿Qué pasaba? ¿Solía cambiarse el color continuamente? 

—¿A qué te refieres? —pregunté— ¿No es la primera vez que te cambias el color? 

Landon pegó un salto y se sentó en la encimera. Empezó a mover las piernas y ese simple hecho me recordó a un niño pequeño. 

—No —dijo comiéndose la galleta que le había quitado a Jaden. 

—¿Y por qué? —mi curiosidad aumentó. 

Los chicos me miraron en cuanto hice la pregunta, y después dirigieron su mirada a Landon totalmente en silencio, esperando a que me respondiera. El peliazul me escrutó más serio de lo normal. Se encogió de hombros. 

—No lo sé. 

—¿Y cuál es tu verdadero color? 

—Oye —frunció el ceño—, demasiadas preguntas en tan pocos segundos. 

Supe que eso lo dijo exactamente para esquivar mi pregunta que por equis razón le costaba responderme y contarme el por qué. 

—Responde —hice un puchero. 

Los chicos nos observaban silenciosos y atentos. 

—Soy pelirrojo.

—¿En serio? —mis ojos brillaron— Ese color de pelo es precioso.

Intenté imaginarme a Landon con su color de pelo natural y para mi sorpresa me gustó mucho más que esos colores que él se ponía en el cabello. Ojalá no se lo tiñera, pensé. 
Landon arrugó la nariz. Estaba empezando a pensar que este tema tenía algo más detrás. 

—Eso lo dices porque tu novio es pelirrojo. 

—¿Es tu novio? —James casi parecía horrorizado. 

—No —fui fría y directa con el rubio. Aún seguía enfadada con él— Y no, no es que me guste porque él sea pelirrojo, me gusta porque sí, no necesito un porqué —me encogí de hombros—. Además, Ámbar también era pelirroja. 

De repente sentí como el ambiente se tensaba. Los chicos se miraron de reojo sin saber muy bien qué decir. Alguien carraspeó. 

—Y muy guapa también. 

Levanté mi mirada en dirección a James el cual me miraba con los ojos llenos de un brillo extraño. A pesar de que mi enfado no se había ido aún, me fue imposible no sonreírle en señal de gratitud por decir eso de Ámbar. 

—Nora —Alex dudó un poco antes de preguntar— ¿Cómo eran? 

Reese, Jaden, Cole, Landon, Nolan y James casi lo mataron con la mirada por atreverse a preguntar eso. Quizá pensaban que era un tema prohibido para mí, sin embargo, me ilusionó mucho que Alex me preguntara sobre ellas. 

—Pues eran geniales, la verdad. Eran mis hermanas y mis mejores amigas —sonreí contagiándole las sonrisas a todos los presentes, excepto a Jaden, claro— Cloe era la más pequeña de las tres y era increíblemente pesada —reí. 

—Pero graciosa —James esbozó una sonrisa. 

—¿Cómo yo? —preguntó ilusionado Landon. 

—Sí, era divertida como tú. Tenía unos aires de chulesca como James —este frunció el ceño—, y era irónica a más no poder como Reese —este último enarcó una ceja divertido. 

—Me habría caído bien —dijo Reese.

—Seguro que sí —afirmé. 

—¿Y Ámbar? —preguntó lleno de curiosidad Cole. 

—Pues ella era casi lo contrario. Era inocente como Alex... 

—¿Yo soy inocente? 

—Sí —dijimos todos al mismo tiempo, lo que provocó risas. 

—También era tierna y agradable como Cole —este sonrió con las mejillas rojas—, y protectora como Nolan. 

Este último alzó las cejas con una pequeña sonrisa. 

—Si hubieseis conocido a Cloe os habría caído genial —comentó James— Nora se había desmayado y ella no hacía más que engullir comida. 

—Lo sé —arrugué la nariz a lo que los chicos rieron—, fue muy considerada por su parte. 

—También sabe eructar. 

—Ese eructo no fue nada comparado con los que ella se sabía echar —contrataqué divertida. 

—¿Y ninguna se parece en nada a Jaden? —preguntó Alex mirando al susodicho. 

—¡JA! —soltó una risotada Landon— Decir que alguien se parece a Jaden es como insultarlo. 

Sonreí divertida cuando vi que el pelinegro de los ojos grises le miraba mal desde la otra punta de la cocina. 

—Pues yo me parezco a él —solté y todo el mundo me miró— ¿Qué? ¿Por qué me miráis así? 

—¿Estás de coña, no? —casi se rió Reese— Tú no te pareces en nada a mi primo. 

—Créeme, sí que me parezco. 

—Imposible —negó Cole—. Tú eres agradable. 

—Vaya, gracias por eso —pronunció de forma irónica mientras se cruzaba de brazos. 

—Cole tiene razón, eres un chusco. 



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En el texto hay: adolescentes, hombre lobo, brujas

Editado: 15.05.2021

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