El legado: A oscuras

Epílogo

NOLAN


—¿Qué mierdas haces allá? ¡No estabais en casa, ni tú ni Jaden! ¡Pensábamos que os había hecho algo! —exclamó Cole al otro lado de la línea.

—¿Cómo mierdas nos va a hacer algo? —escupí, mostrando que era la mayor tontería que jamás había escuchado.

—Pues con la misma facilidad con la que nos ha mentido —espetó Reese.

Supuse que habían dejado el móvil en manos libres porque parecían oírnos todos. Intenté mantener la calma a pesar de que les quería gritar hasta quedarme sin voz. El corazón me iba a mil por hora.

—Nolan, os dije que no os acercarais a ella, ¿y lo primero que hacéis es justamente eso?

Vaya, mi madre sonaba realmente enfadada, creo que agradecía no estar presente. La entendía, quería protegernos a todos de aquella misteriosa mujer, Elaine.

—Sólo íbamos a llevarla a un lugar seguro.

—¿A un lugar seguro? Sois vosotros los que debéis permanecer seguros —espetó furiosa.

Jaden formó una mueca al ver en la situación tan fea en la que nos habíamos metido. No necesitaba más broncas ni más gritos, necesitaba encontrarla.

—Lo siento, mamá.

—Volved inmediatamente.

—No lo voy a hacer.

—Nolan —me llamó Jaden con cautela, intentando calmar la situación—, creo que tiene razón, deberíamos...

—¡No, joder! —vociferé—. Lo vi en sus ojos, se fue lejos y vi como se la llevaban. ¡Lo vi y no pude hacer nada, la perdí completamente de vista y entonces desapareció! —le gritaba al móvil, quería que me escucharan furioso en impotente—. ¡No pude hacer nada, mamá! ¡Se la han llevado! ¡Ella no es mala, nos lo ha estado demostrando todo este tiempo!

Se la habían llevado al igual que mi hermana, y otra vez yo no había hecho nada, con la diferencia de que esta vez sí que pude haber hecho algo.

—Mintiéndonos —gruñó Reese.

Sabía que a él parecía haberle afectado de alguna forma, sentía la rabia por saber que Jaden había estado en lo cierto con sus sospechas y nadie le hizo caso. Reese se lo estaba tomando peor, aunque Alex no se quedaba atrás, estaba triste y decepcionado. Los entendía a ambos, Reese era un chico frío, al que le costaba mostrarse tal y como era, y después de tanto tiempo usando aquella temible mascara llegaba alguien y le mentía en la cara. Por otro lado Alex era todo lo contrario, le gustaba confiar en la gente, era agradable y risueño, sólo que esta vez aquella confianza le había hecho daño. Nora o como sea que se llamase había sido la hermana que nunca tuvo.

—Cállate —espetó James.

Intenté tranquilizarme y suspiré cerrando los ojos, estábamos perdiendo el tiempo.

—¿La has encontrado? —cuestioné—. ¿La tienes localizada, Landon?

—Afirmativo, no ha salido de la ciudad. No parece estar en movimiento. ¿Dónde tiene el móvil?

—Creo que en la mochila —comentó Jaden acercándose—. Lo que quiere decir que igual no es a ella a la que vamos a seguir.

—Parad —mi madre volvió a alzar la voz—. Os estoy diciendo que volváis a casa, esta no es vuestra lucha.

—Es mi lucha desde que se ganó que luchara por ella.

—Nolan —suplicó.

—Lo siento, mamá. No quiero que vuelva a pasar lo mismo. No quiero perder a otra persona más —murmuré con el timbre de voz tembloroso— No quiero que suceda como con Nat.

Por fin, después de tanto tiempo había vuelto a pronunciar su nombre. Hacía mucho que no lo hacía porque me dolía en lo más hondo, igual que a mamá. Mi hermana nos había sido arrebatada, ni siquiera pudimos despedirnos de ella. Le prometí y me prometí que jamás dejaría que le sucediera nada malo, no obstante no fui capaz de hacer nada cuando todo pasó.

El ambiente se tornó tenso, mamá no respondió. Nadie lo hizo.

—Yo voy.

Landon se volvió a hacer oír después de un rato.

—No la voy a dejar.

—Tú no vas —ese era James.

Suspiré con cansancio, esta situación me estaba superando. La presión mortificadora que sentía en el pecho iba a acabar conmigo.

—Voy a ir.

—Pues entonces que Jaden vuelva —Reese parecía querer apartar a Jaden de todo esto.

El susodicho negó con la cabeza a pesar de que no lo podían ver.

—Yo voy a por ella.

—¡No me jodas, Jaden! ¡Tú no tienes que hacer nada por ella!

—Por supuesto que sí, y lo voy a hacer.

Un espeso silencio fue lo único que se escuchó a través de la línea. Ninguno pareció encontrar las palabras, y supuse que sería porque Reese estaría echando humo por las orejas. Lo escuché gruñir con desagrado hasta que finalmente habló.

—Tendré que ir yo también, entonces.

Nada más dejar en claro lo que íbamos a hacer Landon y Reese partieron hacia aquí mientras Cole nos mantenía al tanto a Jaden y a mí sobre la ubicación de ella. Había pasado media hora cuando Cole nos informó que se estaba moviendo por la ciudad.

—Arranca.

Jaden pisó el acelerador y se concentró en esquivar a los coches y en acercarse hacia su ubicación.

—Nolan, escúchame, te voy a pasar la ubicación a tu móvil, sería difícil guiarte desde aquí.

—Esta bien. Una cosa, Cole.

—Dime.

—¿Cómo está mi madre?

—Preocupada, creo que es obvio —suspiré, frustrado—. Os estáis metiendo en un buen lío, esto no es un juego, Nolan, y tú más que nadie lo sabe.

—Lo sé, y la vida de ella tampoco lo es.

—No sé qué pensar —expresó apenado, no era el único que se sentía confuso.

—Intenta tranquilizar a mi madre, ¿vale?

—Está bien —dijo y finalmente colgó.

Abrí en enlace que me había llegado a mi móvil y observé la ubicación de Nora —o como se llamase— no muy lejos de nuestro alcance. Perfecto. En su móvil tenía un dispositivo de búsqueda para casos de emergencia, como todos nosotros. Ser licántropos tenía sus complicaciones y su peligro, por eso habíamos optado por aquellas medidas.

—Acelera.



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En el texto hay: adolescentes, hombre lobo, brujas

Editado: 15.05.2021

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