El Legado de Hanaya

El Árbol Sentientia: La Prueba del Alma

El aire estaba cargado con la energía de una magia ancestral. La sala del Biseutalia, en lo profundo del templo, se extendía ante Yuki y Seok como un santuario de misterio y poder. Las paredes, cubiertas con símbolos ancestrales, brillaban suavemente, bañadas por la luz tenue que emanaba de la esfera flotante en el centro de la habitación. La atmósfera estaba impregnada de una quietud solemne, como si el tiempo mismo se hubiera detenido en espera de lo que estaba por suceder.

Ambos jóvenes, desnudos y vulnerables, avanzaron hacia la esfera. Sus corazones latían al unísono, como si su destino estuviera entrelazado con la energía que los observaba en silencio. Sabían lo que significaba estar allí: una prueba que no solo pondría a prueba su amor, sino también sus almas.

Un sacerdote del Alma, vestido con ropas que parecían hechas de la misma luz que bañaba la sala, se acercó a ellos. Su rostro, marcado por los años, reflejaba una serenidad que solo los más sabios alcanzaban. Sin pronunciar palabra, levantó un brazo y, con una voz profunda que reverberó en las paredes, les habló.

—¿Están aquí por voluntad propia, jóvenes? —preguntó el sacerdote con calma y autoridad—. ¿Saben lo que ocurrirá si no son considerados dignos de este juicio?

Yuki y Seok se miraron, sus ojos reflejaban una determinación firme. Se tomaron de las manos, sellando con ese gesto la promesa silenciosa de que nada podría separarlos. Yuki, con voz clara y firme, respondió en nombre de ambos.

—Sí, estamos aquí por voluntad propia. Sabemos lo que puede suceder si no somos dignos, pero estamos dispuestos a afrontarlo.

El sacerdote asintió lentamente. Sin añadir más palabras, levantó ambas manos hacia el cielo y comenzó a recitar en Korontiano, un idioma tan antiguo como las propias estrellas. Las palabras que pronunció parecían resonar en lo más profundo de sus almas, como un canto ancestral que trascendía el tiempo y el espacio.

—Dórhan i’krel a'vethran krathor, judán t'heri a'viros syth ulthra.

(“Dioses de la creación juzguen a estos jóvenes, si sus almas son dignas de unirse en una sola.”)

Con estas palabras, la energía de la sala comenzó a intensificarse. La esfera, que antes estaba tranquila y luminosa, comenzó a brillar con una intensidad cegadora, envolviendo a los dos jóvenes en una luz cálida. Era como si una fuerza invisible comenzara a explorar cada rincón de sus almas, adentrándose en sus recuerdos, miedos y esperanzas. Yuki y Seok no podían mover ni un músculo; estaban atrapados en esa luz, completamente vulnerables ante la magia que los rodeaba. El calor los envolvía, pero no sentían miedo. Habían tomado la decisión de estar allí juntos, sin importar lo que pudiera suceder.

La esfera comenzó a cambiar de color, transformándose en un brillante tono azul. Era la señal de que la prueba había sido superada. Las almas de Yuki y Seok se habían fusionado en una sola, un lazo irrompible que trascendía la vida y la muerte. El juicio estaba completo, y ambos sabían que habían pasado, que su amor era ahora eterno. Una sensación de profunda serenidad los invadió, como si el propio universo les hubiera dado su bendición.

Pero, de repente, algo extraño sucedió. La puerta de la sala se abrió de golpe, rompiendo la quietud que se había instalado. Un viento helado barría la habitación, y todos los presentes, incluido el sacerdote, giraron hacia la entrada, sorprendidos.

Antes de que pudieran reaccionar, una espada negra, envuelta en sombras, fue lanzada hacia la esfera con gran velocidad. El impacto fue como una explosión de energía. La esfera, antes tranquila y luminosa, se distorsionó y una enorme onda de energía recorrió la sala. La luz brillante se convirtió en una explosión de pura magia, envolviendo a todos los presentes en un torrente de poder incontrolable.

Yuki y Seok, junto con el sacerdote y los demás testigos, fueron lanzados al suelo, inconscientes, arrastrados por la fuerza de la explosión. Sin embargo, el intruso, una figura encapuchada de pies a cabeza, permaneció de pie, inmune a la magia que había destrozado la sala. Su presencia, oscura y siniestra, llenaba el aire como una sombra al acecho.

Los guardias del templo, armados con lazas, irrumpieron en la sala con gran velocidad, atacando al intruso sin vacilar. Sin embargo, el hombre oscuro se movió con una agilidad sobrenatural, esquivando y contrarrestando sus ataques con una destreza impresionante. Desarmó a varios guardias con rapidez, usando sus manos y su destreza.

El intruso se dirigió hacia el centro de la sala, donde su espada había caído después de haberla lanzado. Los guardias intentaron bloquear su camino, pero el hombre los empujó hacia atrás con una fuerza sobrehumana, dejándolos fuera de combate momentáneamente.

Finalmente, llegó hasta su espada. Con un rápido movimiento, extendió su mano hacia ella. La espada negra, como si estuviera conectada a su voluntad, voló hacia él con un brillo oscuro que reflejaba la tenue luz de la sala. La atrapó con precisión y, en un solo gesto, la envainó rápidamente, como si ya estuviera acostumbrado a esa acción.

Con su arma ya recuperada el intruso hizo un gesto con una de sus manos, y un manto de oscuridad comenzó a envolver su figura. La sombra creció rápidamente, cubriéndolo hasta que, en un parpadeo, desapareció por completo, dejando a los guardias atónitos y la sala en silencio.
------------------
El ruido de un débil murmullo se filtró en la mente de Yuki. Abrió los ojos lentamente, sintiendo una extraña presión en su cabeza. El dolor de la cabeza era punzante, como si una sombra oscura estuviera envolviendo su cerebro, y el malestar se extendía por su cuerpo, que parecía más pesado de lo normal. Intentó moverse, pero un fuerte mareo la obligó a permanecer tumbada.

A su lado, Aria estaba sentada en una silla, vigilando con rostro preocupado. Parecía que no se había movido en horas. Al ver que Yuki se despertaba, Aria se inclinó hacia ella con una sonrisa suave, pero aún cargada de ansiedad.



#2175 en Fantasía
#2920 en Otros
#296 en Aventura

En el texto hay: fantasia, aventura

Editado: 13.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.