La paz que había seguido al ritual final en la mansión Devereaux era breve. Aunque el aire estaba más claro y la atmósfera más ligera, una nueva amenaza comenzaba a manifestarse en el horizonte. La tormenta de nieve que había estado en el pronóstico finalmente llegó con una fuerza inusitada, cubriendo el paisaje con una capa espesa y silenciosa de nieve.
El cielo estaba completamente nublado, y el viento soplaba con tal intensidad que la nieve parecía ser arrastrada en remolinos interminables. La mansión, normalmente imponente y majestuosa, estaba ahora envuelta en un manto de blanco. La nieve cubría los tejados, las ventanas y los caminos, creando un paisaje desolado y casi irreal.
Emily, John y Sophie estaban en la biblioteca revisando los últimos documentos cuando comenzaron a escuchar un ruido inquietante, como un crujido profundo que resonaba por toda la mansión. La preocupación se reflejó en sus rostros mientras se miraban entre sí, tratando de identificar la fuente del sonido.
—¿Qué es ese ruido? —preguntó Sophie, su voz llena de inquietud—. Parece venir de la parte inferior de la casa.
John se levantó rápidamente, y la familia decidió investigar la fuente del ruido. A medida que se dirigían hacia la parte baja de la mansión, la intensidad del sonido aumentaba, y la sensación de inquietud se volvía más palpable.
Al llegar al sótano, encontraron una escena desconcertante. La habitación inferior, que había sido recientemente despejada y organizada, estaba completamente destruida. Las paredes estaban cubiertas de grietas, y el suelo estaba inundado con una mezcla de agua y nieve que había entrado por las ventanas rotas.
—¿Cómo pudo pasar esto? —dijo Emily, observando la devastación—. La habitación estaba en perfecto estado hace solo unas horas.
Sophie examinó el área y notó que había una acumulación inusual de nieve en la habitación. —La tormenta debe haber causado una acumulación de nieve en las áreas superiores de la mansión. La presión acumulada pudo haber dañado las estructuras y provocado el colapso.
John se acercó a una de las paredes y notó que la nieve había penetrado a través de una grieta. —La presión de la nieve acumulada pudo haber sido demasiado para las estructuras antiguas de la mansión. Esto es más grave de lo que pensábamos.
Mientras la familia inspeccionaba los daños, descubrieron que una parte significativa del suelo se había hundido, revelando una sección oculta debajo de la habitación inferior. La caída de escombros había abierto un acceso inesperado a un área que había permanecido sellada durante mucho tiempo.
Emily se inclinó para observar el nuevo acceso y notó que había un antiguo umbral cubierto de polvo. La luz de la linterna iluminó un pasadizo estrecho y oscuro que parecía descender aún más. La familia se miró, reconociendo que esta nueva área podría contener más secretos de los que habían enfrentado anteriormente.
—Este pasadizo debe llevar a algún lugar importante —dijo John, con una mezcla de preocupación y curiosidad—. Debemos explorar este nuevo hallazgo.
La familia descendió por el pasadizo, iluminando el camino con sus linternas. La nieve y el agua se acumulaban en el suelo, haciendo que cada paso fuera resbaladizo. La atmósfera en el pasadizo era densa, y el aire parecía estar cargado de una energía inquietante.
Finalmente, llegaron a una cámara subterránea que estaba parcialmente oculta y casi completamente sellada. La cámara estaba llena de antiguos artefactos y muebles cubiertos de polvo y telarañas. En el centro de la sala había un gran sarcófago de piedra con inscripciones arcanas.
Emily, al ver el sarcófago, sintió una oleada de reconocimiento. —Estos símbolos son familiares. Creo que hemos visto algo similar en los documentos antiguos. Este sarcófago podría estar relacionado con los rituales y los secretos de la mansión.
John se acercó al sarcófago y examinó las inscripciones. —Parece que este sarcófago estaba diseñado para proteger algo importante. Puede que contenga más información sobre el ritual o sobre las entidades que afectaron la mansión.
La familia decidió abrir el sarcófago con cuidado. Emily y John levantaron la tapa con esfuerzo, revelando un interior sorprendentemente intacto. Dentro del sarcófago había un libro antiguo y una serie de pergaminos enrollados.
Sophie tomó uno de los pergaminos y lo desenrolló, comenzando a leer en voz alta. —Estos pergaminos parecen describir un antiguo ritual que se realizó para sellar una entidad poderosa en la mansión. Hablan de una serie de pruebas y sacrificios que se llevaron a cabo para asegurar que la entidad no pudiera escapar.
El libro antiguo estaba en mejor estado y contenía una narrativa detallada sobre la historia de la mansión y los eventos que llevaron a la creación de los sellos protectores. El texto explicaba cómo la entidad había sido sellada en una cámara oculta y cómo los rituales habían sido diseñados para mantenerla contenida.
—Parece que el ritual final que realizamos fue solo una parte de un plan más grande —dijo Emily—. La entidad estaba destinada a ser contenida en múltiples capas de protección, y la tormenta de nieve podría haber afectado la estabilidad de estos sellos.
La familia sabía que debían actuar rápidamente para reforzar las protecciones y asegurarse de que la entidad no pudiera escapar. Con la información contenida en los pergaminos y el libro, comenzaron a planear el próximo paso en su misión para proteger la mansión y resolver el misterio de las entidades oscuras.
Mientras trabajaban en la cámara subterránea, el viento aullaba fuera y la tormenta de nieve seguía su curso. La mansión estaba envuelta en un manto de blanco, pero la familia Devereaux estaba decidida a enfrentar cualquier desafío que se presentara.
La devastación causada por la tormenta había revelado secretos ocultos y traído a la superficie aspectos cruciales de la historia de la mansión. La familia estaba más unida que nunca en su misión de proteger su hogar y enfrentarse a los horrores del pasado.