El Legado de los Dioses

Prologo: El niño abandonado en la noche

La noche era oscura y apenas se podía ver a más de dos metros desde la punta de la nariz, la lluvia caia de manera huracanada y apenas se podía avanzar debido al fuerte viento, pero en aquella oscuridad había una persona que caminaba con todo en contra. Este hombre apenas podía mantenerse en pie, evitando dejar caer un pequeño bulto que llevaba en sus brazos, lo observa un momento y continua cruzando el puente hasta llegar a su fin, respirando pesadamente y soportando el dolor, evita tomarse un descanso y continua el camino.

Camino y camino hasta llegar a un pueblo, sin dudarlo por un segundo, observa por la primera ventana que vio, divisando a una madre con su hija charlando junto al cálido fuego, la sensación de calidez era contagiosa, sin embargo, el hombre no olvida su misión y sacando un medallón con un aparatoso estilo tribal, con dos gemas rojas incrustadas en ellas, las cuales brillan en resonancia mientras apunta hacia las damas que se encontraban en la sala, guarda el medallón en el bulto que sujetaba y da un suspiro de alivio.

Dejando entrever una sonrisa en lo que se podía ver de su rostro, se dirige hacia la puerta y luego de observar el marco de este por un breve lapso de tiempo, deposita el bulto y golpea con gran fuerza la puerta, asegurándose de que las mujeres que se hallaban al interior del inmueble lo escuchasen, tras oír los pasos de las residentes del hogar acercarse a la puerta, rápidamente sale corriendo para esconderse entre unos arbustos que se hallaban en el antejardín, gracias a la oscuridad total otorgada por las grandes nubes de lluvia, su escondite no resulto comprometido.

Quien abrió la puerta fue la más joven de las dos mujeres, quien observa hacia ambos lados antes de dejar caer su mirada en el bulto de mantas que había en el piso, levantándolo y removiendo las mantas para ver su contenido, encontrándose con un bebe que dormía mientras sujetaba el extraño medallón con fuerza en su mano. La chica confundida y algo asustada, llama a su madre, quien con dificultad avanza hacia donde era llamada, su cuerpo mostraba un avanzado estado de embarazo, razón por la cual le tomo algo de tiempo poder llegar al lado de la niña.

Ambas observan al lactante en los brazos de la chica y con la vista comienzan a buscar a la persona que lo había dejado en aquel lugar, sin embargo, al no poder vislumbrar más allá de lo que el umbral de la puerta les permitía en aquella tormentosa noche, en donde no encuentran la más mínima presencia de nadie, llevan al menor al interior del inmueble para remplazar las húmedas mantas por las que estaba cubierto por unas más secas, al hacrlo, lograron vislumbrar el cabello color ceniza del joven, además de averiguar que se trataba de un varón, lo acercan a la chimenea para que coja algo de calor antes de analizar qué hacer, pero por sobre todo, averiguar quien fue la persona que dejo a aquella criatura en aquel lugar.

Mientras tanto, el hombre, al ver cumplido su cometido, regresa por donde vino, a pesar de sus fatigadas piernas, desaparece en la oscuridad de la misma manera en la que había llegado, sin que nadie supiese de su existencia.

Los mese transcurrieron sin ningún problema y con un clima más despejado, la mujer dio a luz a dos saludables niñas y a pesar de ello, se comprometió en cuidar del recién llegado como si fuese también su propio hijo, con la ayuda de su hija y una amiga cercana, pudo hacerle frente a esta situación sin mayores inconvenientes y de esta manera los años pasaron y con ello, la historia da comienzo.



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En el texto hay: fantasia medieval, viaje amor, dioses y humanos

Editado: 24.01.2019

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