El límite del cielo - Máleran | libro 1.

Capítulo IX - El más lento.

Tiempo:

1:23 AM, 15 de abril de 1908. 

Lugar:

Afueras de Destokar, Nación de Grity, Continente Apsurer.

 

El joven Trimuell había seguido practicando noche tras noche, desde aquel primer encuentro con el Sa-37 desde hacía varias semanas. Con la ayuda de Poll (el amigo de Jack) lograron convencer al padre del mismo Poll para que le prestara a Trimuell, un rifle de verdad para representar un mayor reto para él, la única excepción que le dió su padre a Poll (además de que Trimuell le pagara las municiones que gastaba por noche) fue que él estuviera allí presente, no por seguridad, sino porque al padre de Poll le encantaba ver como Trimuell iba tomando control poco a poco sobre previamente el Sa-37 y ahora él Ha-06.

—¿Vas a probar una última vez con el Sa-37 Trimuell? —le consultó Poll.

—De acuerdo —accedió Trimuell, tomando el rifle por la culata.

Jack, Poll y su padre se llevaron cada uno tres botellas, Jack fue hasta un tronco acostado y depositó las botellas sobre el mismo. Poll se dirigió hasta una mesa de piedra a unos cuantos metros de Trimuell, y dejó las botellas allí.

El señor Asve (padre de Poll) tomó camino hacia detrás de Trimuell a unos cinco metros de él, y dejó las botellas sobre la hierba alta que sólo dejaba ver el cuello de la botella. 

Trimuell quedó en medio con el Sa-37 listo, cargado y con el seguro quitado.

—Bien, Trimuell —indicó el señor Avse—, escúchame con atención, solamente te indicaré la posición de las nueve botellas a tu alrededor, ¿estás listo? 

Trimuell asintió bajo aquella noche inundada de estrellas.

Marzín se encontraba con su hermano, Poll y el señor Asve; la muchacha estaba cruzando los dedos a unos pocos metros de su hermano más grande, Trimuell. El muchacho se encontraba con los ojos cerrados solamente escuchando la brisa nocturna danzar con las hierbas del bosque al mismo tiempo que esperaba las indicaciones del señor Asve.

—¡A tus tres! —vociferó Asve.

Trimuell se giró sobre su propio eje sin mover su pie izquierdo (solamente rotando) su pie derecho terminó apuntando a sus tres, se cargó el Sa-37 con su culata apoyada en su pecho deslizó su brazo derecho hasta el cañón del Sa-37 y con su mano izquierda tomó el gatillo se colocó aquella mira en forma de tridente frente a su ojo (con el otro cerrado) y realizó el primer disparo con éxito, la botella que se encontraba sobre la mesa de piedra pronto desapareció explotando en un estallido de pequeños cristales que antes eran parte de la botella, el cuello de la misma quedó intacta volando hacia arriba y volviendo a caer al suelo entre las hierbas. Gracias a una herramienta que había recibido del señor Avse, Trimuell no se tardaba tanto en buscar su siguiente balin para su próximo disparo.

Al costado del Sa-37 tenía pegado un pequeña caja de metal, Trimuell presionó el único botón que estaba disponible en la caja de metal, esta misma se abrió y un balin salió disparado por encima de su vista, lo tomó con la mano derecha soltando el cañón, bajó el Sa-37, lo abrió, puso el balin, cerró el cañón uniéndose con la parte trasera del Sa-37. Trabó con seguro el rifle y lo cargó, quitó el seguro, puso su ojo en la mira del Sa-37 y buscó su objetivo en un par de segundos la segunda botella ya estaba esparcida por aquella mesa de piedra.

—¡Más rápido Mustafa! —vociferó su hermano menor Jack.

—No lo apures Jack —contestó Marzín poniendo su mano en la boca de Jack para callarlo.

Callate ya idiota, se dijo a sí mismo Trimuell, volvió a repetir el mismo proceso sacando el balin de la caja metalica, abriendo el Sa-37 poniendo el balin, cerrando el rifle, cargando, quitando el seguro y alzandoló sobre su brazo derecho poniendo el tridente frente a su ojo y disparando en cuestion de segundos, el tercer objetivo terminó destruido por la mitad con el impacto del balin en el medio de su cuerpo de vidrio.

—¡Excelente Trimuell! —dijo Asve—. !A tus seis!

Trimuell giró sobre su pie izquierdo entregando todo su peso a este mismo, el crujir de la hierba se hizo sonar tras este movimiento, mientras Trimuell volvía a cargar el rifle miraba su objetivo sobre el árbol caído en el que Jack dejado sus objetivos, una vez listo el Sa-37 puso su ojo color marrón en la mira y disparó, la botella no estalló pero el impulso del balin penetro en el vidrio e hizo caer la botella del árbol hacia las hierbas. Lo más rápido que pudo Trimuell volvió a presionar el botón y poner el balin sacando y volviendo a poner el seguro cargando el Sa-37, tras un pestañear ubicó su próximo objetivo y disparó impactando en la parte inferior izquierda del cuerpo de la botella.

—Perfecto Trimuell —alabó el señor Asve.

—Eres rápido Mustaffa —admitió Poll.

—Buenos tiros —añadió Jack.

—Muy bien hecho Pupu —exclamó Marzín.

Trimuell volvió a cargar para su sexto objetivo sin hacer caso a los comentarios, casi como si no escuchara aquellas voces, solamente el ruido del viento jugar con los tallos de las flores. Movió un poco su pie derecho para acomodarse nuevamente el Sa-37 sobre su pecho y colocó enfrente su mira realizando el disparo en pocos segundos, el balin rozó la boca de la botella y le hizo un tajo sacando el borde la boca de la botella.



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En el texto hay: fantasia, romance, aviones

Editado: 19.07.2022

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