El límite del cielo - Máleran | libro 1.

Capítulo X - Tomando el control.

Tiempo:

9:32 AM, 14 de abril de 1908.

 

Lugar:

Escuela de los aviadores del mañana, Nación de Seratrom, Continente Apsurer.

 

Ofelia Zasdre cerró la puerta luego de que Melody ingresarse en su despacho, Ofelia se sentó detrás de su escritorio, a sus espaldas había un marco con algunos recortes de periódicos, Melody sólo pudo distinguir los encabezados de un par (eran entre diez o tal vez quince) “Primer piloto mujer en realizar tres giros de 360 grados seguidos” y otro “Ofelia Zasdre primer puesto en la carrera de las tres naciones”.

—Por favor Melody, toma asiento —dijo Ofelia haciendo señas con su mano derecha.

Ella asintió y corrió la silla.

—¿Cuántos años ha pasado niña? —preguntó mientras tomaba una jarra de agua y la vertía en un vaso—, pero a decir verdad, estas hecha toda una señorita, ya no pareces aquella niña con la que compartía galletas sin que tu madre nos viera en la casa de Nancy, oh por Narelam, como la extraño —dijo Ofelia cambiando la expresión de su cara de una sonrisa a otra totalmente sería.

—Sí, de verdad se la extraña mucho a mi abuela Nancy —contestó Melody.

—Fue una muy buena mujer —exclamó Ofelia con una sonrisa tomando las manos de Melody—, ¿Y dime? ¿Qué problemas has tenido para tan siquiera pensar en dejar a los aviadores del mañana? 

Melody le quitó la mirada de los ojos azules de Ofelia y miró hacia el suelo.

—Cariño, ¿Cuál es el problema? Si quieres puedes contarme.

—De acuerdo —accedió Melody dando un prolongado suspiro—. Adoro los Aviadores del mañana, es totalmente más increíble de lo que alguna vez me hubiera imaginado. El problema es que no tengo como…—Melody se quedó callada.

—¿Cómo? ¿Tienes problemas financieros Melody? 

Ella asintió sin decir nada más.

—Te entiendo, la moneda que se maneja en esta parte de la región es mucho más cara que la que se maneja en Grity y las demás naciones, al igual que la moneda de la región de las naciones de Fardoom y Arafelia son más caras que las que se manejan aquí en Seratrom, yo también lo tuve complicado cuando llegué aquí pero con la ayuda de mi familia pude sobrevivir, sé que no es de mi incumbencia pero… ¿Qué hay de tu familia?

Melody no contestó a esa pregunta.

—¿Dónde te has estado quedando Melody? —consultó Ofelia, después de soltar un suspiro casi ineludible.

—En uno de los hoteles que ofrecen los aviadores del mañana.

—¿El que se encuentra a unas pocas cuadras de la estatua de lord Xalan?

—No recuerdo que estuviese cerca la estatua de lord Xalan —contestó Melody pensativa.

—Entonces debe ser la otra, que se encuentra en frente de uno de los canales —afirmó Ofelia. Se quedó unos segundos en silencio, luego volvió a mirar a Melody con una sonrisa—, entonces… ¿Quieres quedarte conmigo al menos una temporada?

—Se lo agradezco Ofelia, pero no quiero molestar.

—No será ninguna molestia, tengo una cama extra y es lo mínimo que podría hacer por la nieta de Nancy. Además tenemos que ponernos al corriente después de años de no vernos —animó Ofelia, mientras se levantaba de su silla.

Melody le devolvió la sonrisa y acto seguido abrazó a Ofelia.

—Gracias Ofelia —dijo Melody.

—Por nada, pero señorita Flanagan recuerde donde se encuentra, ahora futura piloto de los aviadores del mañana cambiese y presentece en el hangar a las  diez de la mañana.

—Oh, lo siento —dijo Melody ruborizándose y alejándose de Ofelia—. De acuerdo, superior Zasdre.

Melody bajó las escaleras corriendo de emoción, antes de llegar al salón principal para tomar el pasillo hasta el patio, giró en la escalera sin mirar chocando su cabeza con la de otra persona cayendo al suelo (la otra persona maldijo y también cayó al suelo) no era otra más que Rumar con su característico pañuelo naranja.

—Lo siento señor —dijo Rumar restregando su cabeza antes de abrir los ojos—. Maldición Flanagan, eres tú, fíjate por donde corres. ¿Ya has dejado los aviadores del mañana? ¿Estabas corriendo para salir lo más aprisa que te permite tu poca velocidad?

—Lo siento Rumar —exclamó Melody levantándose primero y extendiendo su mano para ayudar a la muchacha que todavía se encontraba en el suelo.

—No necesito tu ayuda —contestó golpeando la mano de Melody para rechazar su ayuda.

¿Qué detestable alguna vez se sacará ese ridículo pañuelo o lo llevará hasta para dormir? Pensó Melody dentro de su cabeza largando una carcajada en frente de Rumar.

—¿Qué es tan gracioso Melody? 

—Nada, nada —contestó calmando sus risas y terminando con una sonrisa.

—No tienes caso, no te vuelvas a cruzar en frente mío o ya verás —advirtió Rumar.

Las dos muchachas siguieron su camino por el pasillo previo a la salida del patio, después continuaron hasta llegar al hangar, donde la mayoría ya había llegado (inclusive Ofelia) ¿Cómo hizo para llegar tan rápido Ofelia? Se preguntó dentro de su cabeza Melody.



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En el texto hay: fantasia, romance, aviones

Editado: 19.07.2022

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