Capítulo XV - Simulacro.

Tiempo:

4:43 AM, 3 de noviembre de 1908.

Lugar:

Cuartel del tigre, nación de Órohme, continente Apsurer.

—Continúan los ataques de los seis opositores en la nación de Grity, anoche pasadas las dos de la madrugada reportaron un robo al museo Codokaridupe del centro de la nación. Los seis opositores huyeron del lugar con valiosas pinturas e utensilios de para cocinar que databan de siglos antes de que Narelam se hiciera presente en nuestro mundo, segun informes de testigos los seis individuos llevan máscaras de color azul francia con un seis marcado en la frente de la máscara de color rojo. En estos meses ya es el octavo ataque en nuestra nación, la señorita lady Halane nos pide que mantengamos la calma, pero… —Travis bajó el volumen de la radio que tenía en el respaldo de su cama y se giró acurrucados para continuar durmiendo.

—Como me gustaría darles una lección de capturar a los seis opositores —comentó Clei rechinando sus dientes de la rabia, mientras se colocaba su Du-48 al hombro e insistía a Trimuell de acompañarlo a disparar.

Trimuell estaba aún acostado con sus mantas hasta la cabeza solamente se podía ver su cabello sobresalir, ¿Por qué no me dan esos ataques de emoción como a Clei por proteger a los ciudadanos de la nación de Grity? ¿Cómo puedo ayudar a Jack? La charla que tuvimos luego de la pelea fue algo incómoda, que estoy diciendo. Ni siquiera fue una charla, me intenté sentar al lado suyo, y él solamente se fue. ¿Cómo ayudarlo si ni siquiera quiere resolver las cosas? Al menos ahora puedo regresar a Destokar, puedo llamar las veces que quiera a Marzín y mamá para saber de Jack, ya que tanto quería que me quedara con ellas. Y… ¿Por qué no le dije nada a Melody luego de darme ese… ese… beso? Pensaba el muchacho mientras se ruborizaba por recordar aquel confuso, pero encantador incidente.

¿Qué haré ahora? No le he hablado desde aquel día… Necesito ayuda, pensó suspirando, ya se se dijo a sí mismo sentándose en la cama y corriendo las mantas de un fuerte manotazo. Le pediré ayuda a Marzín, si eso haré se convenció el muchacho dentro de su cabeza.

Luego de que Clei cansara a Trimuell con acompañarlo al campo de tiros, ambos se condujeron hasta la planta baja del cuartel del tigre. Allí se cruzaron con el secretario de la señorita Vaxun, ella daría unas indicaciones durante las horas venideras para explicar cómo se graduarian del cuartel del tigre, Trimuell y Clei agradecieron y continuaron su camino hacia el patio. El chico de pecas sabía que su graduación era más que inminente ya había hecho el juramento de lealtad a los soldados del rey Baggerty, pero el hecho de no saber cuándo o cómo sería la graduación lo hacía ponerlo un poco nervioso, estaba más que claro que consistirá en disparar o algo por el estilo, seguro montar guardia nuevamente como cuando fueron a las zanjas a las afueras de la nación de Órohme. Pero de algo estaba seguro, él iría a la nación de Grity. 

Seguramente Clei no se lo pensará dos veces con todo el tema de los seis opositores, y asumo que a Travis le dará igual, además podré estar un poco más cerca de Jack, Marzín, papá y mamá, pensaba el chico.

Tanto Trimuell como Clei terminaron agotados luego de una ardua sesión en el campo de tiros cuando se fueron a sentar Travis apareció por el patio con su ballesta cargada, le había hecho algunas modificaciones extrañas que a Trimuell mucho no le interesaban.

—Todavía no había visto todos los que habían abandonado —musitó Celi cuando la señorita Vaxun le pidió que se ordenarán en el patio del cuartel del tigre.

—Es verdad —comentó Trimuell mirando hacia atrás y a los costados disimuladamente.

—Seguro que también hay algunos que no han regresado por su bajo desempeño en la lista, ¿Aún no se han dado cuenta de que falta? —dijo Travis haciendo una leve indicación con su barbilla como si estuviera señalando algo con su dedo. Trimuell y Clei entonaron sus cabezas para donde había señalado Travis y pudieron notar que la gran tabla que se había encontrado colgada a la pared durante meses ahora estaba desaparecida.

¿Dónde se encuentra la tabla de posiciones? Se preguntó Trimuell en su cabeza.

—Por eso le digo —insistió Travis—, he llegado a dos conclusiones. O somos muy buenos para haber pasado por encima de los doscientos cadetes o solamente hemos tenido suerte.

—Quiero pensar que la primera es la correcta Travis —susurró Trimuell.

—Estoy de acuerdo con Trimuell —añadió Clei.

La señora Vaxun aclaró su voz, al lado izquierdo tenía al Capitán Alore y al lado derecho a su asistente Calibin acaparó las órdenes de su superior y corrió hacia el interior del cuartel.

—Bien, felicidades por haber terminado su estancia en el cuartel del tigre. Como habrán notado la tabla de posiciones fue retirada ayer —dijo Vaxun señalando hacia atrás—, por ese mismo motivo ven que son mucho menos que antes. Lo que quiero decir es que… oficialmente son soldados del rey Baggerty.

Mañana daré la última prueba para saber a dónde deberemos asignarlos, por qué tardas tanto Calibin —vociferó Vaxun al momento de que su secretario Calibin salía del interior del cuartel del tigre con un gran pizarrón el hombre lo dejó detrás de su superior y se retiró a un costado. —Bien, aquí en este pizarrón tenemos las once naciones del continente Apsurer, su destino quedará en alguna de estas naciones y al final del día siguiente pertenecerán a una lady o lord. Si prestan más atención en cada una de las naciones se encuentra un número —Trimuell pudo ver que algunos números eran mil trescientos, dos mil cien. En la nación de Grity se hallaba el número dos mil cuatrocientos en color naranja. —Esos números son pertenecientes al puntaje que deberán obtener en la prueba para poder llegar a ser asignados a dicha nación —dijo Vaxun—. Y el color del número es el perteneciente al que usarán en los informes de la nación.