Todo empezó por un Match

Elissa descubrió un nuevo mundo respecto a las citas, uno que solo consistía en analizar y deslizar a sus posibles candidatos a romance, de izquierda a derecha, dependiendo de lo que escogiera. Izquierda para rechazarlos, derecha para indicarles que te gustaron a simple vista y ver si era reciproco. 

Nunca había optado por las aplicaciones de citas, de hecho, ni siquiera sabia que existían, pero ante un anuncio publicitario que promocionaba a Beibel como la mejor aplicación para encontrar pareja y algo más, decidió intentarlo.

A fin de cuentas, ¿Qué era lo peor que podía pasar?

Dentro de los posibles candidatos a citas había hombres de todo tipo, casi parecía como un catálogo de hombres, uno que gritaba a simple vista ¡Escoge al que más te guste, o si quieres, escógelos a todos!

Los había blancos, negros, trigueños, de ojos claros, de ojos oscuros, fuertes, delgados, altos, bajos y demás… Pero esto no era algo en lo que ella en sí estuviera interesada.

Para Elissa, la parte física sí era un factor inicial para sentirte atraída por alguien, sin embargo, también era necesario algo más emocional y conductual.

El físico es pasajero, pero la integridad y los buenos valores son factores que importan aún más.

Eso es lo que esperaba encontrar ahí, en Beibel. Aunque no estaba segura de conseguirlo; una persona atractiva en ambos sentidos, a nivel interno y externo. Y que no le tuviera miedo al compromiso.

Al momento de registrarse en la aplicación, exigían anexar una serie de datos personales, desde los más básicos hasta los más intimos, por eso cuando en el apartado de “¿Qué buscas; pareja, amistad o algo casual?” No dudó ni un segundo en escoger la primera opción.

Lo mejor era que la contraparte estuviese al tanto de que eso es lo que ella buscaba, quería algo formal y estable, pues ya estaba harta de las cosas pasajeras.

Siguió deslizando en su celular a los candidatos, de izquierda a derecha, casi que en automático. Los factores que utilizaba para seleccionarlos eran que sí, efectivamente fueran atractivos físicamente, pero que también, a través de sus fotos, le transmitieran una primera buena impresión.

Para ella, cuyo trabajo es la fotografía y publicidad en Kamar, una empresa de renombre, le era fácil visualizar aquello, ya que las fotos que publicamos transmiten mucho del tipo de persona que somos y lo que nos gusta. A parte de eso, consideraba que era buena leyendo las energías de las personas, era un don que, según su abuela, ella poseía.

Y aunque tuvo candidatos que cumplían con esos requisitos, hubo uno que, sin duda, a simple vista, atrajo de buena manera su atención.

Fue algo inusual y maravillosamente reciproco, porque a los minutos de haberlo escogido, él también le correspondió, logrando un match juntos.

Y ese hombre, con quien obtuvo el primer Match ganador, es el protagonista de esta historia.