Capítulo 5: La Elección

Aurelia no pudo evitar preguntarse qué había hecho para que su destino tomara un giro tan inesperado. La noche que había comenzado como una tranquila huida de la tormenta, ahora se había convertido en algo mucho más intrincado, lleno de incógnitas y promesas que no podía ignorar. Kael, aquel hombre enigmático, ahora caminaba a su lado, su sombra la envolvía como un manto oscuro.

Aunque intentaba mantener su habitual fachada fría, algo en su interior se removía. El poder que él insinuaba que podría liberar dentro de ella, esa promesa de una fuerza que ni ella misma sabía que poseía, se convertía en una tentación cada vez más difícil de rechazar.

"¿Por qué me ayudas?" La pregunta salió de sus labios sin previo aviso. Aurelia se dio cuenta de que, por primera vez, no lo había dicho en tono desafiante ni desconfiado, sino casi como un susurro de curiosidad. El sonido de su propia voz sorprendió a la joven, pues no estaba acostumbrada a mostrar tan abiertamente sus vulnerabilidades."¿Por qué me ayudas?" La pregunta salió de sus labios sin previo aviso. Aurelia se dio cuenta de que, por primera vez, no lo había dicho en tono desafiante ni desconfiado, sino casi como un susurro de curiosidad. El sonido de su propia voz sorprendió a la joven, pues no estaba acostumbrada a mostrar tan abiertamente sus vulnerabilidades.

Kael la miró con su expresión inmutable. No parecía molesto ni incómodo. Su rostro era una máscara de serenidad, pero su mirada... su mirada lo decía todo. Sabía más de ella de lo que ella misma podía comprender. "Porque te he estado observando, Aurelia."

"¿Observando?" Su voz se quebró ligeramente, la incredulidad y el asombro reflejándose en sus ojos. "¿Cómo puedes observarme, si ni siquiera sabes lo que estoy buscando?""¿Observando?" Su voz se quebró ligeramente, la incredulidad y el asombro reflejándose en sus ojos. "¿Cómo puedes observarme, si ni siquiera sabes lo que estoy buscando?"

"Lo sé." Kael respondió con una calma sorprendente, su mirada se suavizó por un instante. "Sé que lo que buscas es poder, venganza, y justicia. Pero también sé que lo que realmente buscas es libertad. Libertad de tus propios demonios. Libertad de las cadenas que te atan a un pasado oscuro.""Lo sé." Kael respondió con una calma sorprendente, su mirada se suavizó por un instante. "Sé que lo que buscas es poder, venganza, y justicia. Pero también sé que lo que realmente buscas es libertad. Libertad de tus propios demonios. Libertad de las cadenas que te atan a un pasado oscuro."

Las palabras de Kael la golpearon con la fuerza de una ola. ¿Cómo podía él saberlo? ¿Cómo podía entenderla tan bien, incluso más que ella misma? A pesar de la rabia que le ardía en el pecho, algo dentro de Aurelia se desmoronó. Esa seguridad que siempre había tenido al no necesitar a nadie, al confiar solo en su propia fuerza, comenzó a desvanecerse.Las palabras de Kael la golpearon con la fuerza de una ola. ¿Cómo podía él saberlo? ¿Cómo podía entenderla tan bien, incluso más que ella misma? A pesar de la rabia que le ardía en el pecho, algo dentro de Aurelia se desmoronó. Esa seguridad que siempre había tenido al no necesitar a nadie, al confiar solo en su propia fuerza, comenzó a desvanecerse.

"No necesitas cargar con esa carga sola, Aurelia." Dijo Kael, acercándose a ella un paso más, su voz suave pero profunda, como una melodía que atravesaba las barreras que ella había construido alrededor de su corazón. "Te ofrezco mi lealtad, y mi fuerza. Pero lo que realmente necesito, lo que te necesito a ti, es que me des algo a cambio.""No necesitas cargar con esa carga sola, Aurelia." Dijo Kael, acercándose a ella un paso más, su voz suave pero profunda, como una melodía que atravesaba las barreras que ella había construido alrededor de su corazón. "Te ofrezco mi lealtad, y mi fuerza. Pero lo que realmente necesito, lo que te necesito a ti, es que me des algo a cambio."

Aurelia levantó la cabeza, sus ojos desafiantes. "¿Qué es lo que quieres de mí?" Preguntó con firmeza, a pesar de que una parte de ella, una parte que había guardado en lo más profundo de su ser, temía lo que Kael pudiera pedir.Aurelia levantó la cabeza, sus ojos desafiantes. "¿Qué es lo que quieres de mí?" Preguntó con firmeza, a pesar de que una parte de ella, una parte que había guardado en lo más profundo de su ser, temía lo que Kael pudiera pedir.

"No es lo que tú piensas." Kael la miró fijamente, sus ojos reflejando una sinceridad que ella no esperaba. "Lo que quiero es algo que solo tú puedes darme. Confianza. Necesito que confíes en mí.""No es lo que tú piensas." Kael la miró fijamente, sus ojos reflejando una sinceridad que ella no esperaba. "Lo que quiero es algo que solo tú puedes darme. Confianza. Necesito que confíes en mí."

Aurelia se quedó en silencio, asimilando sus palabras. Confianza. Esa palabra, simple pero poderosa, la había usado demasiadas veces en el pasado. Había confiado en las personas equivocadas, y lo había pagado caro. La traición de Lucian, el hombre que había jurado amarla, le había demostrado que confiar era un lujo que no podía permitirse.Aurelia se quedó en silencio, asimilando sus palabras. Confianza. Esa palabra, simple pero poderosa, la había usado demasiadas veces en el pasado. Había confiado en las personas equivocadas, y lo había pagado caro. La traición de Lucian, el hombre que había jurado amarla, le había demostrado que confiar era un lujo que no podía permitirse.

"No confío en nadie." Respondió con dureza, aunque por dentro sentía una punzada de tristeza, como si un pesado velo estuviera cubriendo su corazón."No confío en nadie." Respondió con dureza, aunque por dentro sentía una punzada de tristeza, como si un pesado velo estuviera cubriendo su corazón.