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Abigail.

Dominic Copper, Cameron Duch, Cindy Adams, Katherine Washington y Titan Grey, los chicos más "populares" de mi escuela estaban en el umbral de mi puerta.

¡¿Pero que carajos hacen aquí?!

Me quede estática hasta que sentí la mano de Joe en mi hombro, reaccione y me aclaré la garganta, Cindy estaba enfrente de mí con una sonrisa-más falsa que mi sentido del humor-a su derecha estaba Katherine,detras de ellas dos estaban Titan, Cameron y Dominic no sabia que hacian estos chicos aqui pero estaba segura que su presencia sólo podría traer una sola cosa...

Problemas.

-¿En qué puedo ayudarles?-Pregunte siendo un poco amable, ninguno de ellos me daba buena espina ni siquiera mi guapísimo Cameron, ellos no daban paso sin huarache-esa frase me la enseñó Joe-si estaban aquí era por algo no tan bueno siendo sinceros ellos eran unos chicos muy problemáticos. Cindy  sonrio aun mas.

-Oh! nada querida nos enteramos de tu...-Miro hacia mi casa.-fiesta y nos dimos cuenta que no fuimos invitados. Dios mio! pero que falsa era ella, yo le caia mal y esta aqui supuestamente ¿para festejar mi cumpleaños?.-Feliz cumpleaños.

Apreté mis labios reprimiendo la carcajada que estaba a punto de salir, mire hacia el cielo.

¿Por que me pasan estas cosas a mi Jesucristo?

Regrese mi mirada ella y cruce mis brazos.-Por favor Cindy...no soy estúpida, se que no te caigo bien y dejame decirte que tu tampoco me agradas así que seamos sinceras ¿Que es lo que realmente quieres?-Dije con mi mirada clavada en sus ojos, algo tramaba.

-Vaya, pense que eras mas estupida...de acuerdo¿queres saber lo que hago aqui?-Levante una de mis ejes y ella asintió.-Te vi viendo a mi novio y creeme se como son las chicas de tu tipo, ofrecidas y resbalosas.-Se acerco mas a mi-No te acerques a Cameron, ¿entendiste?

Maldita, maldita, maldita! ¿Como se pudo aver dado cuenta?, nunca nadie se había dado cuenta, soy prácticamente invisible aunque la verdadera pregunta era ¿por qu ele preocupaba? Muchas chicas ven a Cameron con ojos de amor y de todas las chicas que pudo haber amenazado fu a mi? ¿Y porque venían todos su amigos con ella? 

Aun no asimilaba que Cameron Duch estaba a menos de dos metros de mi, pero no lo miraba...por seguridad.

Aun así tenía que negar a toda costa tal acusación...nadie podía saber que Cameron era mi crush desde hace años!!! Años!!! y nunca se había dado cuenta nadie más que mis amigos y Charly ¿porque justo ahora ella se daba cuenta?

Me acerque mas a ella y sonreí de lado.-¿Tu dices que a mi me gusta el?-Señale a Cameron sin mirarlo, ella asintió.-No dejas de inventar cosas ¿no?-Borre mi sonrisa y la vi seriamente.-A mi no me interesa tu novio.

Menti por que la verdad era que su novio era mi crush pero eso no se lo iba decir literalmente se desatara la tercera guerra mundial y ese es el trabajo de los políticos idiotas, no el mio.

-¿Piensas que te creo? Es obvio que quieres estar con él pero sabes algo eso no va a suceder, está claro que me eligiría mil veces a mi que a ti.-¿Cual era su puto problemas? Todo el mundoo se le queda viendo a su maldito novio ¿y yo soy la "robanovios"? Si yo quisiera quitarle el novio a lo habria hecho.

Ruedo los ojos.-Piensa lo que quieras, la verdad me tienes sin cuidado pero eso sí cariño no se te ocurra volver a faltarme al respeto y mucho menos en mi casa.-Antes de que ella pudiera decir cualquier cosa le estrelle la puerta e la cara, gire sobre mis talones y allí estaban Joe y Owen.

-El bombón de Cameron Duch estuvo a menos de un metro de ti!-Chilló Joe con alegría.

-Yo tampoco podía creerlo.-Dije con una sonrisa.

-¿Porque esa loca te amenazó?-Preguntó Owen confundido, me encogí de hombros.

-No lose pero esta rarisimo de todas las chicas a las que puedo haber amenazado...¿a mi? sory casi invisible.

-Quien sabe y si resulta que Cameron a estado enamorado de ti desde siempre y se terminan casando.-Dijo Joe, ella siempre imaginaba cosas.

-Si claro, tal vez en otra vida.-Dije con sarcasmo.

-A veces pienso que fumas mucha hierba.-Dijo Owen mirando a Joe como si fuera algún tipo de extraterrestre, Joe se pone de puntitas y le da un zape, me tomó del brazo y regresamos a la fiesta dejando a un Owen adolorido y enojado.

***

Al dia siguiente estabamos ya en la maldita escuela y en la maldita clase de deportes...¡Odio esa clase! Es decir, no tiene nada especial y sobre todo NO SIRVE DE NADA!!! 

Para las personas como yo que comemos como cerdos y no engordamos no nos sirve de nada además de que esta señorita es una floja. No me gusta cualquier tipo de deporte...no lo soporto, cuando era pequeña fui a natacion y gimnasia pero ya no más!

-Bradley! Diez abdominales más!-Maldita profesora de deportes, mi madre dice que maldecir es malo pero justo en estos momentos me vale un cacahuate.

-Los maldigo a todos.-Dije en un hilo de voz ya que de verdad estaba muy exhausta, sin contar que Joe se saltó la clase yo no pude por que ya tengo siete faltas y la profesora me sentenció así que hoy tenía que venir si o si.

Cuando el maldito silbato de la maldita profesora anuncia que la maldita clase de deportes termino lo unico que puedo hacer es correr por mi maldita botella de agua y acabarla de un maldito trago, me siento en las gradas tratando de recuperar todo el aire perdido.

Cuando siento que mis piernas ya no están adoloridas me pongo de pie y empiezo a caminar a rumbo a las duchas veo como las malditas porristas están en su práctica ¿Como es que vuelan tan alto y no les da miedo? Bueno no vuelan literalmente, ustedes me entienden.

Sigo con mi camino pero antes de poder hacer algo mi precioso rostro se estampa contra el piso del maldito gimnasio ¡mierda! escucho una bulla de los inútiles que en vez de ayudarme a levantarme están con la boca hasta el piso. Logró ver unos tenis blancos con calcetas blancas.