Abigail.
Me estaba volviendo loca, necesitaba un manicomio, uno con ventanas y jardines con rosas amarillas y rojas o tal vez girasoles, si definitivamente girasoles, ¿en qué momento me considere apto un manicomio para pasar el resto de mi escurridiza vida?
FACIL
En el momento en que se me ocurrió que era buena idea ser la admiradora de Cameron Duch, en ese momento confirmé mis sospechas...estoy descerebrada. ¿En qué mundo, yo, Abigail Bradley la chica mas fria que puedes conocer en tu vida haría eso? Exacto, sonaba muy loco que una chica como yo pueda estar tan obsesionada con el cliché más grande de la preparatoria. Pero ya no habia marcha atras ya que la loca de mi mejor amiga se encontraba gritando y saltando ya que al fin me había decidido a mostrar de alguna manera mis sentimientos por Cameron.
-No puedo creerlo, ¿como se te ocurrió eso de la admiradora secreta?.-Abrí mi boca para hablar pero Joe siguió con sus parloteos.-No importa, ¡es genial!, haremos muchas cartas en tu cabaña y las esconderemos y guardaremos secretamente y nadie sabrá que eres tu y sera genial por que...
-Basta Joe!-Grite exasperada.-Tranquilizate y respira que tus gritos y parloteos lo único que hacen es estresarme.-Dije levantándome de mi cama para verla seriamente.
-De acuerdo, me callo, pero ya en serio, ¿que tienes en mente para lograrlo? por qué ahora que me has contado tu gran idea no hay vuelta atrás, ¿lo sabes?
Cruce mis brazos mientras Joe sonreía complacida.
-Lo se de sobra, mejor amiga-dije sarcásticamente-pero no tengo ni una idea.
-Necesitaremos ayuda.-Abrí los ojos como platos.
-Se supone que nadie debe saber y tu quieres ayuda.-Dije sorprendida de lo estúpida que era Joe a veces.
-No seas estupida, le diremos a Owen el nos ayudara.-Dijo casi como un suspiro, ¿por que tenia que suspirar cada que Owen venía a nuestra conversación?-Así que ponte unos tenis y vamonos.-Dijo tomando su pequeña mochila con su celular adentro me quedé ahí parada, no queria ir a ningun lado.
Joe salio y pensé que se había olvidado de mi hasta que la escuche gritar-: ¡Rapido Abi! ¡Tu madre hizo galletas!
Abrí los ojos y sonreí como una loca, las galletas de mamá eran las cosas más deliciosas que este mundo podría tener, me puse los primeros tenis que vi y baje corriendo, gracias a esas galletas se que Dios me ama.
Cuando llegue abajo mi madre sonrió al ver como corría hacia las galletas.
-Madre! esto es lo mas rico del mundo.-Dije aun saboreando las pequeñas partículas de chocolate que había por toda mi boca...una delicia.
-Lo se cariño, tu madre es la mejor repostera.-Dijo feliz.
-Ni lo dudes.
-Abi recuerda que tenemos cosas que hacer.-dijo Joe comiendo una galleta.
-Cierto.-Dije con tristeza, cuando era niña lo peor que me podía pasar era que me quitaran las galletas, mi madre decía que lloraba por más de dos horas.
-Tranquilas chicas, las pondré en un toper.-Dijo mi madre mientras iba volando hacia la cocina mientras Joe y yo aun comíamos.
Más tarde estábamos en la hermosa casa de Owen, toque el timbre de la puerta y de inmediato salio Owen, el cual al vernos o más bien, al ver a Joe sonrió y se echó a sus brazos como vil prostituto.
-Hola mejor amigo, yo estoy bien y ¿tu?-Dije con sarcasmo ya que literalmente había pasado por alto mi presencia, Owen dejó de besar la cara de mi mejor amiga para verme con una sonrisa.
-Tranquila pequeña Abi.-Dijo levantando sus manos en señal de paz.-¿No puedo besar a mi hermosa novia?
-Oh! Claro que puedes.-Sonreí.-Pero no en mi presencia.-Dije mientras booraba mi sonrisa.
-De acuerdo.-Dijo rodando los ojos.-¿A qué debo su visita?-Preguntó mientras entrabamos al interior de la bella casa de Owen, Joe me miro mientras sonreía.
-Nuestra visita se debe a la increíble idea de Abi.-Nos sentamos en los sofás.-Abi...será la admiradora secreta de Cameron Duch!!!.-Grito emocionada.
-No lo grites Joe!.-Me queje, ella se echó a reír y yo con ella, volteamos a ver a mi mejor amigo el cual tambien reia.
-Es una muy buena broma, cariño.-Dijo hacia Joe.
-¿Una broma? Esto no es una broma Owen.-DIje aun sonriendo, era obvio que no se lo creyera, como les dije no era normal en mi este tipo de ideas.
-Cariño, no es broma.-Dijo Joe.-Nuestra mejor amiga al fin le demostrara su cariño a su crush, ¿no es genial? Lo hará anónimamente pero algo es algo ¿no?.-Sonreimos. Owen se puso serio de repente y empezó a negar con la cabeza.
-No vas a hacer tal cosa.-Dijo viéndome seriamente. Lo mire confundida, ¿que le pasaba? el nunca habia tenido problemas con mi obsesión por Cameron, al contrario, me alentaba a decirle lo que yo me sentía y por último ¿quien se creía para decirme que hacer o que no?
-¿Por qué no?.-Preguntamos Joe y yo.
Owen suspiro como si estuviera pensando las palabras correctas.-Es muy divertido molestarte con ese idiota, pero yo jamás pensé que de verdad algun dia te atreverías a decirle lo que sientes. Aunque sea de manera anónima no quiero que ese idiota te lastime...
-Ya no soy una niña pequeña Owen.-Dije tajante, entendía la razón por la que quería protegerme pero no lo necesitaba.
-Lo sé y sé que no te agrada que te digan que hacer, pero, no cometas esa estupidez, sabes ue pase lo que pase va a salir mal.-Dijo aumentando cada vez más su tono de voz.
-¿Por qué te molesta tanto que al fin haga algo al respecto de mis sentimientos hacia Cameron?-Pregunte alterada.
-No estás escuchando lo que te estoy diciendo ¿verdad?-Owen ya estaba enojado lo suficiente como para explotar...-Es un idiota! ¡Nunca haz tenido novio y yo no quiero que ese imbécil te haga daño! Sabes que va a salir mal, Abigail Bradley!-No iba a permitir que ese imbecil me gritara.