Maraton 1/5
Abigail.
Una de las miles cosas que no me gustan en esta vida, es pedir disculpas, pero Owen y yo habíamos inventado una forma de pedir perdón para que no sea tan humillante, ya que a los dos se nos da muy bien eso del "orgullo", así que inventamos que para pedir perdon, nos regalariamos una hamburguesa, debía ser hecha por nosotros si no era así era como una disculpa falsa, teníamos que darnos la hamburguesa en la mano y sentarnos en el piso mientras la comíamos juntos, sn emitir una sola palabra.
Era como la bandera blanca en las guerras.
Más de una vez me queme haciendo la jodida hamburguesa, así que a este paso yo ya era experta cocinando hamburguesas, envolvi la servilleta en una servilleta y la guarde en un toper, subí a mi cuarto a ponerme mis tenis de la suerte y baje corriendo para ir a la casa de Owen.
Cuando llegue estaba nerviosa, esos nervios nunca se iban.
El mismo Owen Dallas abrió la puerta, creo que me iba a cerrar la misma en las narices pero antes de que lo hiciera levante la hamburguesa para que la viera y me dejara entrar y así lo hizo. Entre y me senté a mitad de su sala, en el piso obviamente, pero Owen no se sentó a mi lado si no que fue a la cocina, ¿sera que solo me dejo pasar por lastima?
Era lo mas probable, pero cuando vi que regresaba, me volvió el alma al cuerpo. Se sentó junto a mi y me mostró una hamburguesa que a simple vista se notaba que Owen Dallas la habia preparado, nadie le ganaba haciendo las hamburguesas más espantosas de la ciudad, pero aun asi la tome y le ofrecí la que yo había preparado.
Empezamos a comer las hamburguesas, ok, las hamburguesas de Owen siempre tienen mala presentación pero el sabor era exquisito, sonreí porque en verdad era deliciosa, lo mire y el tambien estaba sonriendo, así fue cuando supe que mi mejor amigo y yo habíamos hecho las paces.
Terminamos nuestras hamburguesas y Owen se levantó y de nuevo fue a la cocina, esta vez me ofreció una servilleta y un de sus famosos juegos de chía.
-No debí reaccionar así...-Miraba el piso apenado.-es decir tu de verdad lo quieres y eso está bien.-Levantó su mirada.-Pero si el o algun idiota te hace algo, juro que les rompe...-Rodé los ojos, a veces era insoportable.
-Ok, ok deja tu momento de sobreprotección y dame un abrazo.-Él hizo lo que le pedí y sonreí hasta que dejamos de abrazarnos.
-Bueno... manos a la obra que vestida así y con esa cara de bruja jamás conquistaras a el chico más popular de la escuela.-Abrí la boca ofendida y pellizque su hombro MUY ofendida.
-Eres un i-dio-ta!-Grite.
***
Hoy comenzaba el famoso mes del amor y todo estaba completamente planeado.
Escribí catorce cartas cada una con cursilería y media-no me juzguen-Ninguna de esas cartas fue leída por nadie, por que la verdad me daba un poco de pena pero eso no es lo importante, teníamos que levantarnos a la hora en la que la escuela habría osea a las cinco de la mañana, esconder la carta en el casillero de el susodicho y huir a la cafetería que está frente a la escuela, llegar a la hora que siempre llegamos osea 7:30 y ver como Owen recibe mi carta...
Todo concluye el 14 de febrero, con no solo una carta sino que también una canción, que Chris me ayudó a cantar y a grabar, claro está que nadie me ha escuchado cantar desde el kinder aquí que es imposible que Cameron reconozca mi voz.
Estaba muy emocionada, ni siquiera pude dormir!
Joe y Owen me ayudaron a planear todo, sin contar que a Joe se le ocurrió que le agregaramos como miles de decoraciones a la maldita carta de mierda, parecia como.... yo que se! Era muy colorida pero he de decir que era todo muy bonito, escribí con mi letra ya que estoy segura que Owen nunca en su vida ha visto mi letra, por lo menos no la que ahora tengo.
Joe hizo miles corazones de papel, más que nada para que se "sorprendiera" aunque realmente creo que se asustara.
Baje las escaleras con sumo cuidado para no despertar a mi madre pero, oh sorpresa, ella estaba despierta, de inmediato puede verme.
-¿Qué haces despierta cariño?
-Yo...-piensa, piensa.-Tengo un trabajo en equipo, una exposición y tenemos que llegar más temprano para...-piensa, piensa.-Ya sabes cosas de exposiciones, muy aburrido.
-Ok?.-Dijo dudosa, sonrei, era lo único que se me ocurrio pero me miro aun mas dudosa.-Pues, adelante, no quiero que llegues tarde.
-Si mami, gracias!-Grite corriendo. Estando afuera pude ver a lo lejos a mi amigos,besándose, vaya pero que desagradable! Respire profundamente y cruce la calle.
-Ya llegue!.-Se separaron de inmediatamente un poco asustados... creo que están yendo muy rápido, demonios.
-Buenos días Abi!!.-Gritó Joe mientras me abrazaba y también rompía mis tímpanos.
-Buenos dias, mejor amiga.-Dije sobando mis orejas.-Hola mejor amigo.
-Hola pequeña Abi.
Los mire nerviosa.-Estoy muriendo de nervios, ¿y si todo esto sale mal? ¿y si alguien me descubre? seguramente no leerá ninguna de las cartas así que esto es inútil-sin darme cuenta las palabras aceleraban y yo empezaba a caminar en círculos- cuando él lea la carta definitivamente tendré que esconderme en el baño, no creo tener suficiente fuerza mental y... tal vez debí ser menos cursi en las cartas. No, no quiero hacerlo, no, bueno, si, sí quiero por que, quiero que sea mio, quiero que caminemos de la mano por todo Nueva York y...
Tape mi boca. Habla demasiado. Al menos había sacado todo lo que tenía adentro.
-Abigail...todo va a estar bien.-Dijo Owen asustado por mi comportamiento.
-Si Abi, se exactamente como te sientes, pero tienes que tener...
-Control mental.-Complete por ella.
-Exacto, eres Abigail Bradley, puedes con eso es decir eres una experta.
-Joe tiene razon, solo respira y mira hacia otro lado o mejor ni mires.