¿el mejor sabor de helado? Tú (tqst Libro #3)

Admirador ya no tan secreto

 

 

Triz

Había pasado prácticamente toda la noche investigando, pero había merecido la pena al ver la cara de sorpresa de todos sus amigos.

—No puedo creer que hayas contratado a un chico para que se haga pasar por tu admirador secreto —dijo finalmente Ann rompiendo el silencio.

Para decir eso hubiera preferido que se quedara callada.

—¡No lo he contratado! ¡Es el de verdad! —protestó ofendida.

¡No podía creer que pensasen que era capaz de contratar a alguien para que se hiciese pasar por su admirador secreto! ¡Menuda panda de desconfiados!

—Oye, oye… ¿cuánto te ha pagado? —preguntó Dafne, por lo que soltó a su admirador y caminó directa hacia ella para golpearla, pero la muy cobarde se escondió tras Damián.

—Nada, soy su admirador de verdad —contestó él con simpatía.

Sus amigos miraron con escepticismo al chico, pero él les devolvió una sonrisa.

Ella asintió con fuerza y examinó los rostros de sorpresa de cada uno de sus amigos, aunque para ser sincera solo estaba interesada en la cara de una persona. No sabía por qué, pero la reacción de Matt era la más importante para ella.

De hecho se había pasado gran parte de la madrugada fantaseando sobre cuál sería la reacción del rubio al conocer a su admirador secreto.

Miró de reojo a Matt y lo vio bostezando. ¿En serio?

 

Entrecerró los ojos molesta y estuvo tentada de ir y pegarle un pun- tapié. ¿Es que no podía mostrar algún tipo de emoción ante su admira- dor secreto? ¿Interés? ¿Sorpresa? ¿Alegría? ¿Enfado? ¿Celos?

¿Celos? ¿Quería verlo celoso?

—¿De verdad le has mandado todos esos regalos por propia volun- tad? —preguntó Sonia captando su atención, por lo que dejó de mirar a Matt y se centró en Dan y Sonia, vio como el admirador asentía      y Sonia levantaba una ceja—. ¿Por qué?

—Porque la admiro y siempre he querido conocerla, me parece in- creíble el trabajo que hace como periodista.

—¿En serio? —preguntó Sonia con serias dudas, y el chico asintió de nuevo—. Estoy en shock.

—¡Os dije que no era yo! —exclamó señalándolos uno a uno mien- tras repetía “te lo dije”, cuando llegó hasta Matt además de hacerle burlas le pegó un puntapié.

Se lo merecía por apenas mostrar emociones ante su admirador.

Matt se frotó la pierna antes de dirigirle una mirada envenenada a la que ella respondió con una gran sonrisa victoriosa.

—¿Y tu admirador secreto tiene nombre? —preguntó Nora con simpatía y algo divertida; ella rompió el contacto visual con Matt y asintió antes de señalar al chico castaño y de casi 190 cm que estaba a su lado.

—Os presento a Pablo Colum, 20 años, estudiante de periodismo y antiguo encargado del periódico escolar de Quevedo —presentó rápi- damente—. Para más información, leed la ficha que subiré esta tarde a la web de Noticias Tatata-chán, donde hablaré sobre lo increíble que es tener un admirador secreto.

—¡Lo sabía! ¡Sabía que te conocía de algo! —exclamó Damián con felicidad.

—Te entrevisté tres veces para nuestro periódico escolar y era al que encargabas hacer tus panfletos contra Góngora —indicó Pablo, pero sin mostrarse ofendido, Damián sacudió la cabeza, aunque no se mos- tró avergonzado por no reconocerlo.

—¿Y desde cuándo un ex-alumno de Quevedo envía regalos a Triz?

—curioseó Kyle, y Pablo señaló a Dafne y Damián.

 

—Desde que estos dos comenzaron a salir —contestó haciendo que Dafne y Damián se mirasen entre ellos—. Hasta antes de vosotros se veía fatal que antiguos alumnos de Quevedo saliesen con chicas de Góngora, así que muchos salían a escondidas, pero si vosotros, siendo ex jefes, podéis salir juntos, entonces el resto también.

—Es cierto, desde que empecé a publicar sobre vosotros se han in- crementado las relaciones entre antiguos alumnos de Góngora y Que- vedo —informó, y todos la miraron con sorpresa, por lo que se cruzó de brazos, ofendida—. Lo sabríais si leyeseis mi sección de romances.

—Oye, oye… creamos tendencia —indicó Dafne, y ella y Damián chocaron las manos con felicidad.

En cierto modo había sido verdad.

No habían sido los primeros alumnos de Góngora y Quevedo en salir, pero sí los más importantes y populares.

Debería escribir un artículo sobre eso. Buscaría más alumnos que estuviesen saliendo y los entrevistaría. De institutos rivales a novios. Si es que ya tenía hasta el título para el reportaje, ¿se podía ser mejor perio- dista que ella? Claro que no.

—Genial, más ego para esos dos —escuchó que Matt murmuraba a Nora y tuvo que darle la razón.

—Entonces, ¿de verdad eres su admirador secreto? —volvió a pre- guntar Dan.

—Sí —respondió Pablo con diversión mientras ella ponía los ojos en blanco.

¡Tampoco era tan imposible de creer que tuviera un admirador secreto!

—¡Oh, Dios mío! —escucharon gritar y se voltearon para ver cómo Bel corría hacia ellos a toda velocidad—. ¿Entonces no eras tú man- dándote regalos para llamar la atención de un chico?

Le preguntó Bel totalmente sorprendida, por lo que ella se cruzó de brazos.

—¿Es que todo el mundo pensaba que era yo o qué? —preguntó observando a sus amigos, pero todos se mantuvieron en silencio hasta que Bel se acercó a Pablo y comenzó a hablar.

 

—¡No puedo creer que existas! Estaba tan convencida de que era ella misma enviándose cosas otra vez. —Gruñó ofendida y muchos de ellos rieron, pero Bel siguió hablando—. Además, estaba pesada di- ciendo que no quería investigar ni nada, eso era tan sospechoso. Pensa- ba que estaba enamorada de alguien y se enviaba cosas a sí misma para llamar la atención de esa persona, hasta elaboré una lista de posibles sospechosos con Helena y Cris… ¡En serio, no puedo creer que existas!

¡Y eres guapo y pareces agradable! ¡Te tengo tanta envidia!

Bel la miró y ella abrió la boca para contestar, pero antes de que eso pasara Bel saludaba a alguien a lo lejos.



#8927 en Joven Adulto
#34900 en Novela romántica

En el texto hay: humor, locura, amistad

Editado: 14.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.