¿el mejor sabor de helado? Tú (tqst Libro #3)

Encuentros inesperados

 

 

Matt

—No puedo creer que nos echaran de un bufet —dijo Evan con or- gullo, caminando junto a Cris y José—. Es la primera vez que me pasa.

—Si alguien no hubiera cogido una de las bandejas y se la hubiera llevado a la mesa —indicó Cris mirando hacia atrás a Dan.

—No es mi culpa, cuando estoy deprimido me da por comer

—protestó Dan antes de meterse un puñado de patatas fritas en la  boca.

—Y cuando estás feliz, aburrido, cansado, estresado… ¿sigo? —aña- dió con diversión; Dan le dedicó una mirada enojada y él rio.

—Al menos yo no la tengo tomada con los castaños del mundo, ¿se puede saber por qué odias a Pablo? —preguntó Dan con interés.

—No lo odio —respondió con tranquilidad, pero cuatro pares de ojos lo miraron con incredulidad.

—Lo miras peor que a mí cuando empecé a salir con Nora —indicó José.

—Eso no es verdad —negó en rotundo, pero volvieron a dirigirle miradas escépticas. Quizás debería empezar a practicar su cara de pó- ker—. Ok, ok… me cae mal, es un cretino que no se merece a Triz; ella puede conseguir a alguien mejor.

Nada más terminar de decir esa frase la vocecilla de Nora hizo acto de presencia en su cabeza. No le gustaba Triz. ¿Cómo podía acusarlo de sentir algo más que amistad por Triz?

Triz y él eran amigos. Bueno, o algo así. Se habían besado dos veces, pero nunca por motivos románticos. Puede que los besos se salieran

 

un poco de control, pero eso era porque… No tenía idea de por qué, nunca le había pasado algo así.

Y que eso justamente le estuviese sucediendo con Triz lo asustaba un poco. Besar a Triz era emocionante e intenso pero a la vez fresco y dulce.

Necesitaba una novia. Si no la necesitara no pensaría todas esas co- sas sobre Triz.

—¿Por qué será que no me sorprende que digas eso? —dijo José con sarcasmo, y él dejó de darle vueltas al tema de Triz para centrarse en la conversación.

—Estuvo acosándola durante un mes, no es de fiar —habló con dureza.

—No estuvo acosándola, era su admirador secreto —dijo José lan- zándole una mirada de cansancio.

—Y yo que pensaba que era ella misma —murmuró Evan.

—Yo también —masculló Cris en voz baja y Dan asintió.

—Nosotros pensábamos que lo había inventado porque estaba in- teresada en alguien y quería llamar su atención —indicó Dan antes de terminarse la bolsa de patatas, por lo que miró la bolsa con tristeza—.

¿A quién le apetece un sándwich?

—Vas a volver a ponerte gordo —indicó divertido.

—No era gordo, era fuertecito —corrigió su amigo con desaproba- ción, y él puso los ojos en blanco.

—¿Aún sigues castigado? —curioseó Evan, y Dan asintió.

—Pero eso no es lo peor —dijo Dan, y todos lo miraron con curio- sidad—. Marco y Matías han quitado la pizza Daniel del menú.

Cris y José pusieron los ojos en blanco y Evan le dio una palmadita de apoyo a Dan.

—Sé fuerte —animó Evan a Dan.

—¿Y qué hay de cuando Sonia te dejó esposado a la cama y te tomó una foto en calzoncillos que luego nos pasó a todos? —curioseó levan- tando una ceja.

Había sido una imagen muy horrible.

 

—Aunque no lo creas, hasta que no me dieron ganas de ir al baño no me pareció una tortura —comentó Dan haciendo que Cris riese y él se golpease la frente con la mano—. Hacía una semana que Sonia no me hacía caso, vale que no hicimos nada y me dejó esposado a la cama, pero mereció la pena.

—Estás fatal —masculló José entre risas.

—No me hagas decir cómo estabas tú cuando Nora te castigó —re- cordó Evan con media sonrisa y José le dirigió una mirada asesina—. Solo diré que fue muy gracioso verte limpiar toda la casa con el delantal rosa y que te tomé algunas fotos para reírme de ti con tus futuros hijos.

—¿Por qué soy tu amigo? —preguntó José a Evan.

—Porque no puedes vivir sin mí —apuntó Evan con emoción ha- ciendo un corazón con los dedos.

—Cris, a partir de ahora eres mi mejor amigo. —José colocó la mano sobre el hombro de Cris y Evan lo miró escandalizado.

—Cambiando de tema, conozco una cafetería no muy lejos a la que podemos ir —indicó a Dan ignorando a los otros tres.

—Te sigo —habló Dan antes de indicarle que tomase la delantera para luego seguirlo—. ¿Sabes? Incluso mis padres creen que he hecho algo malo, qué poca confianza.

—¿Y ya has pensado algo? —curioseó.

—¿Llevarla a cenar y ponerle el anillo en el postre? —propuso Dan con dudas.

—Demasiado cliché.

—Eso pensé —habló Dan mientras pasaba una mano por el auricu- lar que caía por su cuello—; y con mi suerte seguro que Sonia se traga el anillo y acabamos en urgencias.

Sí, eso era bastante probable.

Y quitando eso, ellos eran Dan y Sonia. ¿Pedida romántica? Since- ramente, no creía que eso fuera a pasar.

Siguieron caminando mientras Evan proponía ideas y Dan las re- chazaba, así que terminó por adelantarse un poco para guiarlos hacia la cafetería donde sabía que Ann estaba en una cita doble con Triz      y Pablo.

 

No entendía la obsesión de su hermana con las citas dobles, pero  le venía de perlas. Interrumpía dos citas de un solo golpe. Fastidiaba a Kyle, fastidiaba a Pablo… ¡era genial!

Sonrió con malicia y caminó con más alegría hasta que recordó que era la primera vez que iba a encontrarse con Triz desde su beso. No es que hubiera estado evitándola, bueno, puede que un poco… pero es que era la segunda vez que se aprovechaba de ella. Por no mencionar que quería poner distancia hasta que esas ganas de volver a besarla desapareciesen.

En serio, no podía creer que tuviera ganas de volver a besar a Triz.

¡A Triz!

Empezaba a pensar que sentarse en el diván de Ann no era tan mala idea, aunque esto también podría ser un efecto secundario del acciden- te. Tuvo un golpe muy fuerte en la cabeza. Quizás se le habían movido algunas neuronas de sitio, eso explicaría por qué pelear con Triz estaba convirtiéndose en uno de sus pasatiempos favoritos.



#8924 en Joven Adulto
#34899 en Novela romántica

En el texto hay: humor, locura, amistad

Editado: 14.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.