¿el mejor sabor de helado? Tú (tqst Libro #3)

Plan de conquista

 

 

Triz

Dio un largo sorbo a su batido de chocolate y miró a Ann, su amiga se había puesto unas gafas que no necesitaba y leía con gran concentra- ción los diez folios encuadernados que Will había presentado como su plan para conquistar a Matt.

—Tu plan apesta —indicó Ann después de diez minutos, Will se recostó sobre el asiento y no pareció ofendido.

—Mi plan es brillante —comentó el modelo colocando las manos tras la nuca para a continuación guiñarle el ojo a Nora, que puso los ojos en blanco.

—Oye, oye… no la tomes en cuenta, solo está molesta porque Triz te pidió ayuda a ti en vez de a ella —murmuró Dafne a Will, quien asintió de forma comprensiva.

—No estoy molesta, bueno, sí… pero eso no quita que su plan sea una soberana mierda —protestó Ann tirando los folios encuadernados contra Will.

La verdad es que era bastante curiosa la forma como habían acabado los cinco en esa cafetería. Will le había enviado un mensaje diciéndole que había acabado su plan de conquista y que la esperaba allí, pero como tiene un esguince le pidió que fuera a buscarla. Por lo que Will fue al parque Lorca, el problema acabó siendo que mientras estaba esperándola fue atacado por Piolín, que literalmente violó su pierna. Nora, que pasaba por allí con Sonia, decidió ayudarlo hasta que apa- reció Dan y se llevó por la fuerza a Sonia y a la gallina para que Will no les coquetease.

 

Así que cuando llegó hasta la calle se encontró con que Will ya le había contado todo a Nora y ella había decidido acompañarlos porque tenía curiosidad sobre el plan de conquista.

Pero lo más surrealista había sido lo de Ann y Dafne, sus dos amigas saltaron sobre el capó (por suerte acababan de arrancar) para obligarlos a parar y poder subirse al coche. Después de dejarlas subir tuvo que soportar las quejas de Ann durante diez minutos sobre lo mala amiga que era por pedirle ayuda a Will en vez de a ella.

Así que ahí estaban. Discutiendo la mejor forma de hacer que Matt saliese de la zona de negación y aceptase que se había enamorado de ella, porque si había algo en lo que todos estaban de acuerdo era en que efec- tivamente Matt había dejado de verla solo como una amiga. Y esa confir- mación había hecho que no hubiera parado de sonreír en toda la tarde.

—No creo que el plan sea tan malo —opinó tomando la encuader- nación y estirándola.

—Gracias —dijo Will mirando de forma condescendiente a Ann, que se cruzó de brazos y le dirigió una mirada de odio.

—¿Por qué le pediste ayuda? ¡He estado esperando pacientemente a que te dieras cuenta de lo muy enamorada que estás de Matt, esto es indignante! —exclamó Ann mientras Dafne se reía a su lado.

—Yo no estoy muy enamorada —negó y los presentes la miraron fijamente.

—Oye, oye… ¿has leído tus reportajes de sus citas? —curioseó Dafne y ella asintió. Sí que los había leído, pero no notó nada extraño.

—No hay nada raro en mis reportajes —negó viendo como sus amigos se miraban con complicidad entre ellos, por lo que resopló irritada—. ¡No lo hay!

—Lo que tú digas —dijo Will dándole la razón como a los locos.

—Solo te diré que hasta Lucas se dio cuenta de que ahí pasaba algo. ¡Lucas! El mismo Lucas que estaba empeñado en que Luke y Leia hacían una pareja grandiosa —dijo Ann de forma dramática mientras Dafne asentía a su lado y Nora sonreía divertida.

—¿Sabíais que también decía que Dan hacía buena pareja con Bel?

—indicó Nora y todos abrieron la boca con sorpresa, su amiga rio con fuerza y Will sacudió la cabeza con incredulidad.

 

—Sí, sí… Lucas apesta, ¡centraos! —ordenó con energía—. Estáis aquí para ayudarme con Matt, no para criticar el horrible radar amo- roso de Lucas.

—Tú solo sigue con lo que estás haciendo —indicó Ann—. Sigue usando camisetas de videojuegos, molestándolo con Pablo y ponien- do excusas malas para besarlo. —Entrecerró los ojos molesta y miró a Annalise.

No eran excusas malas. Lo había besado la primera vez porque casi los atrapaban espiando y la segunda para evitarle un mal rato con el enfermero gay. ¡No lo había besado sin motivo! Puede que luego dis- frutase del beso, pero eso era ya otro tema.

—Al menos yo siempre lo besé por algo, él me besó el otro día por- que sí —contó orgullosa.

—¡¿Qué?! —gritaron Dafne y Ann.

—¿Matt te besó? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cuándo pensabas decírme- lo? —preguntó Ann a toda velocidad mirándola con ojos brillantes, su amiga apoyó la barbilla sobre sus manos y la miró con expectación.

—El día que tomasteis “prestada” la vespa él me llevó a casa, pero por el camino vimos un pequeño accidente, se quedó todo tieso y yo me puse a hacerle preguntas y de repente me besó, fue solo un roce de labios, ¡pero me besó! ¡Él a mí! —contó tremendamente alegre y satis- fecha como si eso fuera un gran avance, y realmente lo era—. Y luego en mi casa tuvimos un momento pre-beso, pero desgraciadamente lle- gó mi madre y lo interrumpió.

Dafne levantó los pulgares con orgullo y Ann gritó emocionada.

—¡Vamos a ser cuñadas! —chilló Ann haciendo que más de media cafetería los observase, pero ninguno le dio importancia—. ¡El imbécil de mi hermano no va a poder seguir negando que se ha enamorado de ti! God, tengo tantas ganas de ver su cara cuando se dé cuenta, no podrá volver a meterse con Kyle nunca más.

—Oye, oye… a veces creo que solo quieres que se líen porque así Matt estará saliendo con alguien menor que él, como Kyle —comen- tó Dafne distraídamente ganándose una mirada asesina por parte de Ann.

—Pillada —dijo Will entre tos fingida.

 

—Quiero que se líen porque veo cómo es con Triz,  es molesto-   so pero lindo y tierno, y sus ojos brillan divertidos cada vez que te dice una maldad… —contestó Ann con ternura mientras la miraba—. Nunca lo vi así de feliz; y sí, me alegra que tú seas un año menor para que así no pueda volver a molestar a Kyle, pero eso no es lo que más me importa. Después del accidente no paraba de tener pesadillas, apenas dormía y siempre miraba los coches con recelo; pero desde que pasáis más tiempo juntos prácticamente no tiene pesadillas, está mucho más animado y no sufre ataques de ansiedad cuando se sube a un coche.



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En el texto hay: humor, locura, amistad

Editado: 14.05.2020

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