¿el mejor sabor de helado? Tú (tqst Libro #3)

Cuando los planes salen bien

 

 

Matt

—Puedes hacerlo. —Lo animó Ann mientras él se sentía cada vez más incómodo.

—Enséñale a ese estrés postraumático quién manda —animó Sonia, él asintió y colocó las manos sobre el volante.

—Solo una vuelta, sé que puedes hacerlo —volvió a repetirle Ann, él asintió y no pudo evitar mirar a Triz, que apretaba los puños y lo miraba con mucha preocupación.

Sintió una oleada de ternura y apretó el volante entre sus manos para aguantar las ganas de abrazarla y decirle que estaba bien. ¿Eran imaginaciones suyas o se volvía mucho más linda cuando se veía preo- cupada por él?

Respiró profundamente y encendió el coche para salir con cuida- do del aparcamiento e incorporarse a la “carretera”. Inmediatamente imágenes del accidente le vinieron a la mente, sacudió la cabeza para lanzarlas lejos, pero no lo consiguió, por lo que intentó pensar en otra cosa, como en lo preciosa que se había visto Triz moviendo la nariz mientras lo miraba con enfado minutos antes.

No le extrañaba que estuviese enfadada y furiosa con él, estaba ha- ciendo un papel insuperable como chico en estado de negación. Fingía no darse cuenta de las cosas cuando realmente era muy consciente de todo lo que estaba haciendo para conquistarlo.

Y estaban ideando planes, muchos planes de conquista, todos los días lo sorprendían con algo nuevo; pero esas tres no tenían nada que hacer contra ellos. Junto con Nora y Will estaba neutralizando todos sus planes al mismo tiempo que trataba de hacerla confesar primero sus sentimientos.

 

Por eso mismo que ayer esperó a que ella saliese de casa para meterle mano a su coche con la excusa de que había visto salir humo del capó, como era de esperar Triz se puso hecha una furia mientras refunfuñaba que a su coche sí le metía mano pero a ella no.

Fue bastante divertido verla lanzarle miradas furiosas mientras abra- zaba su coche y lo consolaba a la vez que murmuraba lo injusto que era que toquetease a su coche y no a ella.

Un empujón más y soltaría que estaba enamorada de él. Lo sabía. Nunca había sido buena guardando secretos, y la conocía, ya estaba en su límite. No aguantaría mucho más.

Por otra parte, tenía que reconocerle que estaba poniendo mucho empeño en conquistarlo. Casi le daba pena hacer que todos sus planes de conquista fracasasen, aunque el de ella usando sus camisetas lo llevó por el camino de la amargura mientras duró. Ver a Triz usando sus ca- misetas favoritas era tan jodidamente sexy. Menos mal que Nora muy sutilmente las convenció para que abandonasen ese plan, porque estu- vo a una camiseta suya más de arrastrarla por la fuerza a su dormitorio para comprobar si usaba ropa interior de superhéroes.

Detuvo el coche frente a un paso de peatones por el que pasaban Lydia y Eli y suspiró antes de frotarse el rostro.

—¿Cómo lo llevas? —preguntó Nora.

—Bien… creo —murmuró con malestar.

—Lo estás haciendo muy bien —felicitó Nora y él sonrió agrade- cido.

—Necesitaré un gigantesco helado después de esto —dijo inten- tando sonar despreocupado, aunque estaba bastante nervioso—; ¿crees que conseguiré algún helado cuyo envoltorio no diga «sal con Triz»?

—Lo dudo —dijo Nora con una sonrisa sincera.

—Opino lo mismo —contestó volviendo a mover el coche.

—¿Y qué le estabas diciendo a Triz para que quisiera golpearte con el helado gigante de plástico? —curioseó Nora y él sonrió con maldad.

—Le decía que amo los helados.

—Te merecías que quisiera golpearte —indicó Nora haciéndolo reír.

 

—No quiere golpearme, quiere besarme —afirmó con seguridad. Estaba bastante seguro de que Triz se moría por volver a besarlo, por- que él se sentía igual. Se moría por volver a besarla.

—¿Seguro? Porque yo la veía muy dispuesta a sacarte de la negación a golpes —habló Nora haciéndolo reír—. Igual que cuando le pediste perdón por obligarla a besar a alguien que no le gusta.

Nora lo miró con complicidad y él sonrió sin apartar la mirada de la carretera. Triz se había plantado delante de él con el vídeo del beso dispuesta a usarlo en su contra, pero para su mala suerte José y Kyle ya se lo habían enseñado y usado, por lo que decidió usar sus burlas y comentarios a su favor. Así que terminó pidiéndole perdón por tener un comportamiento tan horrible, y como era de esperar Triz pasó de la sorpresa a la indignación en cuestión de segundos.

—Esa fue una gran tarde —dijo recordando las ganas tan incontro- lables que tuvo de besarla en ese momento; Triz, completamente furio- sa y moviendo su nariz de un lado a otro junto a sus pecas, estaba sien- do demasiado irresistible para su autocontrol, por suerte aparecieron Dafne y Damián y la alejaron de él. Pero ahora que volvía a recordar ese momento volvía a sentir unas inmensas ganas de besarla, detuvo el coche en un stop y apoyó la cabeza en el volante—. Quiero un helado.

Nora le dio palmaditas en la espalda a modo de ánimo.

—Lo que realmente quieres es besar a Triz —indicó Nora con burla, él ladeó la cabeza y la miró mal.

—¿No quedamos en que eras del equipo “Hagamos que Triz me suplique salir con ella”? —inquirió medio en broma.

—Y lo soy —afirmó Nora antes de mirarlo con malicia—; pero mientras ella te golpeaba con el helado gigante tú solo pensabas en besarla, ¿o me equivoco?

—Mis dos cosas favoritas en el mundo juntas, claro que quería be- sarla —dijo en un susurro mientras miraba a los lados asegurándose de que nadie lo escuchaba, pero mientras miraba a su alrededor vio cómo Pablo se acercaba a Triz y le tocaba el hombro, por lo que frunció el ceño—. ¿Cómo demonios ha entrado Patricio en Góngora?

Nora miró hacia sus amigos y se rio mientras él volvía a poner     el coche en circulación.

 

—Por lo que puedo observar, ha entrado corriendo y con mucha mala suerte a la hora de esquivar los globos de agua-tabasco —indicó Nora, que sacaba un libro de su bolso para disimular, y él sonrió, fingir que leía se había convertido en una buena estrategia para observar sin que nadie se percatase—. Sonia se va, seguramente a la entrada para golpear a Diego, Aaron y Lucas; Ann le está entregando una toalla a Pablo.



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En el texto hay: humor, locura, amistad

Editado: 14.05.2020

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