El mundo está lleno de crueldades e injusticias, en algún momento de la vida te das cuenta de que gran parte de tu esfuerzo ha sido en vano. Muchas veces el universo entero conspira para ayudar a alguien que no se lo merece y a la persona que lucho por algo de forma justa la deja de lado. Todos tenemos una definición de tristeza muy diferente, todos sabemos lo que es sentir dolor, todos conocemos lo que es sentir desesperación gracias a este dolor y lo primero que hacemos al encontrarnos en esas situaciones es pedir para que este gran dolor cesé o por lo menos tratamos de llenarlo con cualquier cosa, hasta la más insignificante cosa que pueda calmar ese dolor sirve para nosotros, decidimos aferrarnos a ello sin importar si es un hilo de esperanza tan frágil como una telaraña.
Este es el caso de la señora Marilyn Hamilton, una mujer adinerada que a simple vista lo tenía todo; una hermosa piel blanca, una preciosa cabellera rubia, unos ojos verdes envidiables, no carecía de nada referente a lo económico y su esposo el sr. Henry Hamilton era una persona muy dedicada a ella y en exceso amoroso. Esto nos lleva a una interrogante ¿Cuál es la causa del supuesto sufrimiento de esta mujer?
Marilyn era una mujer nacida en Cambridge Inglaterra un 9 de marzo de 1957, ella era parte de la familia Lowell, una familia de alta elite la cual cuidaba enormemente su reputación, por lo cual Marilyn creció en un lugar donde tenía que cumplir con expectativas enormes las cuales eran muy pesadas para una simple jovencita; tener porte, ser educada, cuidar el lenguaje que usaba, ser aplicada y exitosa académicamente.
Todo esto llevo a Marilyn a convertirse en alguien de carácter muy firme que nunca se daba a flaquear. Fue hasta en el año 1973 en un viajé familiar que realizaron a Londres que su corazón flaqueó solo un poco al conocer en al hijo de la familia Hamilton en una fiesta de trabajo de su padre donde la llevaron para que conociera un poco más sobre el mundo de los negocios, el joven el cual tenía por nombre Henry se encontraba jugando con algunos cubiertos, aburrido por los largos discursos de los hombres, hasta que Marilyn tomó asiento a un lado de él y comenzaron a charlar sobre cualquier cosa que se les venía a la mente, él era un joven de aspecto muy común; su cabello era castaño claro y ondulado, sus ojos eran cafés y su piel morena clara, nada del otro mundo, pero tenía una personalidad muy amena que lo hacía llevarse muy bien con todos.
Después de todo eso comenzaron a charlar por correspondencia y aunque no lo hacían notar mucho, comenzaron a sentirse atraídos el uno por el otro hasta el punto de enamorarse, su relación fue muy bien tomada por ambas familias, lo que los llevó a casarse un 3 de abril de 1981 donde el apellido de Marilyn fue cambiado de Lowell a Hamilton. Empezaron a vivir en Londres por la calle Whitehall, se habían convertido en una pareja adinerada y muy entusiasta que tenía el sueño de poder crear una familia, tener niños los cuales tuvieran su apellido y que algún día heredaran su fortuna.
Pasaron dos años intentando tener bebés y por alguna razón Marilyn no salía embarazada, entonces fue así que un 13 de marzo de 1983 decidieron ir a hacerse una serié de pruebas para poder tener niños rápido, ella quería poder tener hijos con su marido lo más pronto posible para crear la anhelada familia con la que soñaban. No pasó mucho tiempo de que fueron a hacerse los estudios cuando los resultados ya estaban listos, se dirigieron rápidamente a la clínica para recogerlos y saber lo que pasaba, se sentían alegres y al mismo tiempo ansiosos al pensar que les darían la repuesta para poder tener por fin un bebé en brazos.
Con emociones indescriptibles se acercaron a la recepcionista y le preguntaron por los resultados de las pruebas y la mujer en vez de entregarles los resultados directamente los pasó hacia donde se encontraba el médico, había algo que éste tenía que informales personalmente. Al estar ya dentro, tomaron asiento frente al escritorio, el doctor saludó cortésmente y les dirigió una sonrisa —Buenas tardes señor y señora Hamilton.
A Henry le ponía muy ansioso el saber la razón por la que los pasaron dentro, solamente iban a recoger resultados y esa clínica era conocida por no distraerse demasiado con sus pacientes, era más común entregarles los papeles con la recepcionista, por lo cual bastantes preguntas se empezaron a crear en su cabeza, las cuales no tardó mucho en formular. —¿Ocurre algo malo doctor? ¿Por qué nos hizo pasar en vez de entregarnos los resultados con la recepcionista?
Marilyn en cambio se encontraba muy emocionada ya que las conclusiones que estaba creando en su mente le decían que tal vez les tenía buenas noticias y por eso los quiso pasar, en su rostro se encontraba una gran sonrisa llena de ilusión por saber los resultados que les darían. —¿no será que yo ya estoy embarazada y nos quería dar la noticia personalmente?—. preguntó inocentemente la mujer.
El doctor cabizbajo se empezó a rascar la nuca nervioso, no sabía que decir así que, tomó aire y miro fijamente a la pareja de casados. —Me gustaría que esa fuera la razón, pero realmente por lo que los llamé aquí es porque tengo que informarles que ustedes por más que busquen tener un niño no lo conseguirán, lamentó decirles que la señora Hamilton es estéril por lo cual no podrá procrear jamás y desgraciadamente no hay cura para esto, lamento informarles que lo más que podía hacer por ustedes era darles la noticia personalmente.
Editado: 30.05.2021