Capítulo 1

Esa escena se repite en mi mente día y noche, jamás había sido tan humillada y mucho menos en un establecimiento público, estoy cansada de la gente que me rodea, he tomado la decisión de irme de aquí, aunque suene como una persona incompetente, cobarde e incapaz de sobrellevar sus problemas, en el fondo sé que es lo mejor para mí, aunque no sé cómo vaya a reaccionar mi familia.

A la vista de todos somos la típica “familia perfecta”: mi pequeña hermana Macky, mi hermano Jayden (el hombre de la casa actualmente), mi madre (quien es la persona más dulce y comprensiva que haya conocido) y mi padre (un hombre “dedicado” y dispuesto a hacer sacrificios por sacar adelante a su familia). Y no se equivocan en todo, no podría pedir una familia mejor en lo que respecta a mis hermanos y a mi madre, el defecto es mi padre, no es cómo todos se lo imaginan. Papá solía ser mi héroe, tenía una habilidad increíble con la ciencia y eso me cautivaba, pasábamos todo el día en el garaje realizando una diversidad de experimentos solo por diversión, pero un día todo cambió, se derrumbó mi pequeño mundo… mi padre había conseguido una oportunidad para demostrar su talento y ejercerlo, desde luego estaba feliz por él hasta que me enteré de que su nuevo empleo quedaba básicamente al otro lado del mundo, en América, mi padre se iba a ir y yo aún era una niña. Desde ese momento crecí llena de rencor, a pesar de mi corta edad entendía su egoísmo y su falta de consideración por nosotros, aunque a pesar de todo nos proporciona una vida de reyes, por lo menos no es desatendido con sus obligaciones de padre. De igual forma eso no justifica nada, él jamás nos visita, dice estar ocupado todo el tiempo, lo único que he conseguido de él en todos estos años han sido miserables video llamadas de cinco minutos a la semana.

Sinceramente no entiendo como después de no aparecer en nuestras vidas hace tanto tiempo sigue manteniendo su buena imagen en el vecindario.

Sin pensarlo más, he solicitado mi transferencia a otra universidad (este proceso debe tardar un par de semanas hasta que me devuelvan todos los documentos que necesito) tengo el tiempo suficiente para confrontar a mis queridos parientes y comunicarles mi determinación.

Tras una intensa charla llena de lloriqueos, al fin puedo estar en paz conmigo misma sabiendo que tengo la aprobación de mi familia para dar este giro en mi vida. Desde luego la más afectada ha sido Macky (ella sólo tiene quince años y somos muy unidas) sin embargo, ha logrado entenderlo y aceptarlo.