El Misterio del libro: El giro de mi vida

Capítulo 2

Ahora mismo acabo de ser transferida a la universidad más importante de Inglaterra, tengo recuerdos de la infancia en este país, tal vez por eso elegí este destino para cambiar de ambiente.

Tenía una vida bastante buena, veintidós años (todos llenos de lujo). ¿Y qué hago ahora?, sólo estoy dejándolo todo… Sé que me oigo dramática, porque si quisiera podría tener las mismas comodidades que en Belfast (mi ciudad natal), pero ese no es el punto, deseo aprovechar esta oportunidad para reinventarme, quiero intentar ser alguien más. No me considero una mala persona, pero siento que mi estilo de vida ha estado ahogándome sin que me diera cuenta, lo tengo todo fácil y así…. ¿cuál es la diversión de vivir? Empiezo a creer que estos sentimientos siempre estuvieron ahí y han sido desatados con la excusa de haber sido avergonzada aquella velada.

Hoy es el primer día en mi nuevo centro de estudios, esa es la razón por la cual me encuentro perdida en este gran campus. Mientras intento encontrar mi aula de clase un torpe chico tropieza conmigo haciendo que arroje mis libros al suelo.

–¡¿Qué es lo que te pasa, acaso eres ciego?! -exclamé, estaba tan furiosa hasta antes de verlo (un tipo de cabello oscuro, con el tono de la porcelana, con unos imponentes y bellos ojos café) si no fuera por el hecho de parecerme lindo probablemente ya le hubiera dado una bofetada en el rostro.

–Lo lamento, iba distraído. -se disculpa mientras recoge mis pertenencias.

–Bueno, ya que estás aquí, ¿podrías por favor indicarme el camino hacia la clase de economía?, voy tarde y me temo que no podré llegar sola.

–Desde luego. Verás, estás en el edificio incorrecto, tu clase es por allá. -señala la edificación de en frente a través de un gran ventanal.

–Pues, gracias por la información. -digo rápidamente, entre tanto aparto mis cosas de sus manos, él asiente con la cabeza y luego se va.

Me dirijo con prisa a mi clase, sé que los ingleses son famosos por su puntualidad, así que no quiero llamar la atención en mi primera lección.

Minutos más tarde he llegado a mi destino, y para mi sorpresa el aula está prácticamente vacía. Tengo sentimientos encontrados en este momento (me siento frustrada por un lado y aliviada por otro). Decido tomar asiento en una de las carpetas en la parte posterior del salón para sentirme más cómoda. Pasan los minutos y la clase se empieza a llenar. Todo iba normal hasta que mis ojos no pueden creer lo que están viendo (el chico de hace rato ha entrado como si nada) Intento mirar hacia otra dirección, sin embargo, no va a ser posible ignorarlo todo el tiempo debido a que ha decidido sentarse a mi lado.

–Hola otra vez. -intenta entablar una conversación, pero lo ignoro.

–¿Estás bien? -insiste en no callarse.

–Claro que no, no puedo estar bien con alguien que es un desconsiderado. -respondo.

–¿De qué hablas?

–Pues de que pude volver a perderme buscando mi… “Nuestra” clase. -corrijo –Pudimos haber venido juntos para mayor seguridad, gracias por la delicadeza.

–Lo sé, y lamento haberte causado esa mala impresión. La verdad es que antes de encontrarte por el pasillo, un maestro me pidió que llevara algunos documentos a la oficina del rector, esa es la razón por la cual no pude brindarte más ayuda y también es la razón por la que llegué varios minutos después que tú. -explica. Tiene razón, su respuesta es contundente.

–Ya veo, discúlpame a mí. No han sido días fáciles para mí y me he terminado desquitando contigo. -expreso mi arrepentimiento.

–Descuide señorita… -lo dice en tono de pregunta para que le diga mi nombre.

–Cadence O'Brien, mucho gusto. -completo su oración.

–Soy Connor Beckham y el gusto es mío. -responde sonriente. Acto seguido ingresa el profesor del curso, así que damos por terminada nuestra pequeña conversación.




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