El Misterio del libro: El giro de mi vida

Capítulo 9

Llevo casi una semana en Belfast y en todo este tiempo me he mantenido incomunicada con Connor, el contar los días no significa que lo extrañe, sólo me parece raro que no haya llamado o respondido a los mensajes que envié. Tal vez sí está resolviendo algo importante y esa es la razón por la cual está tan ocupado. Por otro lado, hoy es viernes, el día tan esperado por mi hermanita, ya casi es la hora de irnos. Presentí que iba a ser un mal tercio y me tomé la libertad de invitar a Stephanie, ella aceptó, dijo que era una buena oportunidad para acercarnos otra vez.

–¡Cadence…, tu amiga está aquí! -Macky exclama desde el primer piso.

Me apresuro para ir a su encuentro mientras intento estar lo menos nerviosa posible.

Ellas me esperan de pie en la entrada insinuando que he tardado; aunque no es verdad. Nos dirigimos fuera de la casa hacia el auto de Stephanie ya que se ha ofrecido a llevarnos, un chofer nos espera dentro (sus padres son sobreprotectores como para dejarla conducir su propio vehículo).

–Es tan emocionante cuando las pequeñas de la familia empiezan a crecer y solicitan tu ayuda con los chicos. - confiesa sonriente.

–En efecto. Tú también eres como su hermana, es por eso que ha accedido a dejarte venir. -respondo. Ella se queda observándome tiernamente y luego sólo sonríe. Y lo que digo es cierto, hemos crecido juntas, ella es como parte de la familia.

El punto de encuentro no estaba tan lejos, de tal manera que hemos llegado casi en un santiamén. Sólo nos queda esperar al afortunado chico que ha logrado conquistar el corazón de mi hermana.

–Es él… -susurra. Macky tiene la mirada puesta en un muchacho que viene hacia nosotras.

–¿Quieres que nos vayamos? -Stephanie sugiere, pero la golpeo en el brazo en señal de protesta.

–Hola… -dice nervioso cuando está en frente de nosotras. No pretendo ser grosera, sin embargo, no me salen las palabras para responder.

–¿Qué haces aquí? -digo tras unos incómodos minutos de silencio.

–No comprendo… -intenta descifrar qué ocurre. Mi hermana me observa algo asustadas y yo también lo estoy; podría jurar que es Connor, pero no tendría sentido. Estoy paranoica.

–Disculpa, te he confundido con otra persona. -explico. Ha de ser eso, después de todo él también es inglés, es por eso que son parecidos (casi idénticos), aunque a este chico se le ve más joven.

–Él es el compañero del que les he comentado, su nombre es Connor. -interviene Macky para presentarlo. Sus palabras me han provocado taquicardia. ¿Es posible tanta coincidencia?

–Yo… soy Cadence, su hermana y ella es mi amiga. Es un placer conocerte.

–Digo lo mismo. -se limita a decir. Stephanie no presta atención alguna a esta charla, sólo se ha quedado de pie viendo la pantalla de su teléfono.

–He oído que eres de Inglaterra… -intento bajar la tensión.

–Lo soy, no hace mucho mi padre consiguió un empleo aquí, entonces nos mudamos. -empieza a decir. Esto es increíble, ambos tienen la misma historia.

–Dime algo, ¿cómo se llama tu padre? -lo espanto con mi pregunta, es claro de ver.

–Adam Beckham. -dice tras lanzarme una mirada confusa.

–Realmente no me siento bien, debo volver a casa. Stephanie se quedará con ustedes. -informo.

–Puedo llevarte. -ella se ofrece, pero me niego. No puedo dejar a Macky sola con éste “chico” pero tampoco puedo quedarme aquí. Estoy teniendo un ataque de pánico. Dicho esto, salgo del lugar lo más pronto posible, sin importar las miradas confusas y decepcionadas que he dejado atrás.

Hay dos opciones; me estoy volviendo loca o en realidad está pasando. Ese libro… todo coincide con su contenido. Recuerdo con claridad el fragmento que lo explica todo de forma resumida:

“Existe un relato que se narra en la colonia para explicar las diversas desapariciones que se han dado. Sin embargo, no todo es real, las personas confunden sus pérdidas con este hecho exorbitante cuando la verdad es que éste sólo ocurre una vez por cada siglo. Desafortunado el que sea el elegido.

Cuando se es presa de una situación ineludible, incapaz de superarlo el individuo se divide; dos entes de un mismo ser, uno quedará pasmado con la edad en la que se sufrió la lesión y el otro seguirá su siclo de vida con total normalidad, creando así dos realidades de manera simultánea. Deberán permanecer alejados uno del otro, de lo contrario las consecuencias podrían llegar a ser catastróficas (ambos quedarán suspendidos en el vacío que colinda la cuarta y quinta dimensión del espacio-tiempo, dejando de existir para el resto de la humanidad, esto incluye la pérdida de los recuerdos). No hay un efecto de reversión, pero se espera que en un futuro se descubra algún tipo de remedio. Es importante saber que mientras se esté atrapado en este estado el paso del tiempo no seguirá su curso.”

Regreso a casa y ruego para que mamá y Jayden no se encuentren en ella, no quisiera tener que responder a un interrogatorio de por qué he venido sola. Me he quedado pegada al monitor de la computadora tratando de buscar algún rastro de este libro misterioso, aunque no tengo una idea concreta de como encontrar una pista puesto a que no tiene un título, así que empiezo a describirlo de la forma más breve posible como: “Leyenda urbana da explicación a múltiples desapariciones”, o “Fenómeno extraordinario que sucede cada siglo”. Pero por más que lo intente no recibo respuestas favorables, no hay nada en el sistema, es como un escrito fantasma. Decido enviar nuevos mensajes al teléfono de Connor, sin embargo, él sigue sin responder. Esta situación me tensa, mi mente empieza a maquinar una serie de cosas que a simple vista no tienen sentido; aunque dadas las circunstancias ya no sé qué creer.




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