Capítulo 22

—Tiempo después—

He pasado un par de años aquí, en el centro psiquiátrico del Condado de Fermanagh, este manicomio tenía buena fama por su efectividad en poco tiempo, supongo que esa es la razón por la cual me han traído específicamente a este lugar. Me he encontrado haciendo una "reabilitación", aunque también fueron años de pesar; dos años culpándome por el encierro de mi padre (mi relación con el de por sí no era buena pero no debí haberlo arrastrado a mi locura), dos años preguntándome si en verdad existió Connor o sólo fue fruto de mi imaginación, aunque muy en el fondo han logrado convencerme de que estoy loca. Los psiquiatras me explicaron que estaba atravesando por un cuadro ansioso depresivo, por lo cual escapé de mi realidad yendo a Inglaterra y como era un país en donde no conocía a absolutamente nadie, me inventé un amigo imaginario. Luego, leí un libro y me obsesioné con él, de una forma psicótica, entonces mi cerebro asoció los acontecimientos del libro con mi nueva realidad para mantenerme ocupada. Sin embargo, aún quedan muchas dudas en mi mente y este tiempo no ha ayudado a aliviarlas. Y desde otra perspectiva desde luego no positiva, supongo que esta etapa marcará mi expediente de por vida.

Los especialistas dicen que he cumplido con las expectativas esperadas y que he mejorado en un 90% desde mi ingreso. Me han informado también que el fin de semana próximo seré dada de alta. He pedido que por favor no le avisen a mi madre y que por el contrario contacten a mi hermano para que me recoja, no he tenido contacto con mamá desde nuestro trágico encuentro, pues he rechazado atender a cada una de sus visitas de tal forma que el mismo centro se lo ha prohibido debido a que podría afectarme en el proceso de reparación mental, y de ningún modo deseaban una recesión de mi parte. Por otro lado, Jayden viene todos los viernes sin falta, hablamos sobre temas muy alejados a lo sucedido aquella vez; ya que está prohibido, solemos ir al jardín del establecimiento para recrearnos jugando damas y tengo que reconocer que siempre ha sido un buen jugador, pero no un rival para mí.