El Misterio del libro: El giro de mi vida

Capítulo 24

Llego al lugar de la cita y me quedo observando el edificio desde fuera. De pronto, empieza a llover; esto es muy típico en toda Irlanda. Tanto en el sur como en el norte, puedes estar caminando tranquilamente y pasar a estar empapado de agua en un santiamén. Sin embargo, no me muevo, a pesar del clima.

—Veo que estás realmente loca —dice un hombre, refiriéndose a mí. Me vuelvo para descubrir al sujeto que insulta mi amor por la lluvia. Realmente tiene razón; mis visiones han vuelto, al parecer.

—¿Loca y, además, muda? —insiste el producto de mi imaginación.

—No eres real —apelo a mi juicio.

—Es lo que desearías. Solo vine para saber si quieres continuar con esto o no. Y, por favor, dame una razón real por la cual decidas dejarme —señala Connor. Realmente me pone entre la espada y la pared. ¿Será mi cerebro preguntándome si quiero dejar ir esta farsa o continuar alucinando?

—Solo quiero que seas real... No puedo seguir martirizándome por algo que no existe, pero, a la vez, no puedo seguir sufriendo por no tenerte a mi lado —explico.

—No sé de qué estás hablando... Pero estoy aquí, Cadence, créeme. Sé que dejamos mal las cosas hace unas semanas. Sé que debí obedecerte y no salir; lo reconozco como mi error. Necesito que me perdones... No le encuentro sentido a nada si no te tengo conmigo —insiste.

Empiezo a llorar después de lo que ha dicho; mis lágrimas se mezclan con las gotas de agua cayendo sobre mi rostro desde el cielo. Connor comprende qué significa mi llanto; solo se acerca y me estrecha contra sí mientras me dice que todo estará bien. Se siente real, demasiado como para no serlo.

—¿Podrías continuar tus estudios en Cork? Quédate y empezaremos de cero —ofrezco.

—Si es para estar contigo, está bien —asegura.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.