Capítulo 22: Entrenamiento Intensivo

Mientras Nick se sumergía en su riguroso entrenamiento con Guanyin y Lao Tzu, en el dojo de Zheng, Ling se hacía cargo de la preparación de Mei Lin y Stiven.

Mei Lin se movía con gracia y fluidez, sus golpes y patadas ejecutados con precisión. Stiven, por su parte, imprimía potencia a cada movimiento, su cuerpo moviéndose con la fuerza de un huracán.

Ling observaba atentamente, evaluando las habilidades de ambos.

"Mei Lin, tu dominio de las artes marciales es excepcional. Pero debes aprender a canalizar esa energía de una manera más eficiente", dijo Ling, acercándose a ella.

Mei Lin asintió, lista para recibir las instrucciones de su hermano mayor.

"Concéntrate en tu centro de gravedad. Permite que tu fuerza surja desde la base de tu cuerpo, en lugar de depender sólo de la potencia muscular".

Mei Lin cerró los ojos y respiró profundamente, sintiéndose conectada con su energía interna. Volvió a ejecutar la serie de movimientos, esta vez con una fluidez y solidez que la sorprendieron.

Ling sonrió complacido. "Bien. Ahora tu turno, Stiven".

Stiven se acercó, su determinación palpable.

"Tu fuerza es admirable, pero debes aprender a controlarla. La ira y la agresividad pueden nublarte el juicio en un momento crucial", explicó Ling, colocándose en posición de combate.

Stiven asintió y se preparó, pero antes de que pudiera hacer el primer movimiento, Ling lo derribó con un rápido golpe.

"Debes mantener la calma y la concentración, incluso en medio de la batalla. Sólo así podrás usar toda tu potencia de manera efectiva".

Stiven se levantó, frotándose el brazo donde había recibido el golpe. Respiró hondo y volvió a atacar, esta vez con más control y precisión.

Mei Lin observaba el entrenamiento, impresionada por la habilidad de su hermano. Sabía que con su guía, ella y Stiven se volverían formidables guerreros, capaces de defender su hogar.

Mientras tanto, en algún lugar remoto, Nick continuaba su aprendizaje, adquiriendo habilidades y sabiduría que le permitirían enfrentar los desafíos que se avecinaban. Todos ellos, unidos por un destino común, se preparaban para la batalla que los aguardaba.