La investigación

Tras pasar días y noches sin dormir preguntando y buscando acerca de este mito, puede encontrar un lugar,en donde decían, que éstas mujeres hacían sus trabajos.

Caminando, en una de esas noches frías de invierno. Ese día la noche estaba más desierta que de lo normal.

Una vez llegué al oscuro y siniestro callejón, me escondí detrás de una carroza y con una libreta y bolígrafo en mano para anotar todo lo que viera.

Al poco de estar esperando vi como esas dos gemelas, haciendo brujería y seduciendo a un hombre de una edad aproximada de treinta años hacia el abismo. ¿Cómo lo sé ? Pues fácil, esas mujeres se quitaron su falsa piel y se mostraron como unos demonios de larga cola y cuernos que tras hacer un gesto con sus manos invocaron una puerta y al abrirla se veía un intenso fuego.

Como ya habréis deducido, nadie me creyó.

Pasaron los días y cada vez que salía a la calle todos me miraban como una persona que se ha escapado de un manicomio.

Pero, otra tragedia sucedió cuando los niños de ese lugar desaparecieron como si se los hubiera tragado la tierra. Todas las personas fueron a buscarme con bravía para acusarme, es por ello que me metieron en este manicomio donde estoy. ¿Quién iba a creer algo así? Lo más fácil era culpas a alguien que acababa de llegar y que decía que había visto a esas brujas, ahora ya lo sé, nadie, yo sé lo que vi, y, cuando miro por la ventana aún siento ese escalofrío, siento que me observan, pero prefiero callar hasta el día en que demuestre que decía la verdad o, el que esas dos criaturas me atrapen por fin y terminen lo que siento que empezó cuando las pillé, matarme.