El modelo perfecto del amor

Trece

Giselle

Entramos al salón donde el evento ya comenzó, hay miles de personas aquí y los reporteros abundan.

El lugar está decorado con delicadas flores de temporada, velas, globos dorados y plata, las mesas tienen un mantel con bordes tejidos y los camareros caminan de un lado a otro con prisa pero a paso seguro.

Levanto un poco de la falda del vestido, es un lindo ejemplar rosa largo, con olanes en la falda y pegado en la parte del torso junto a un escote en forma corazón, zapatillas plateadas con tacón alto y grueso, y un brazalete en mi muñeca.

Mis ojos tienen un maquillaje oscuro que los resalta y los labios un labial bajito del mismo tono del vestido para no robar la atención del mismo y mi cabello en una coleta alta dejando mi cuello al descubierto con unos pequeños pendientes.

Ethan, lleva puesto un traje negro, camisa blanca y zapatos formales. También un pañuelo a juego con mi vestido.

—No te lo dije al salir pero te ves preciosa.

Le sonrio pero no digo nada. Luce como uno de esos irreales seres tan lindos.

—Hace tiempo que no veía a un evento tan... exclusivo. —murmuro.

Toma mi mano con suavidad al notar que están tomando fotos y me acerca a él.

—¿Quieres algo de tomar?

Su aliento roza mi cuello y asiento.

Necesito un poco de alcohol en mi sistema si estará tan cerca de mí, recuerdo las palabras de Sebastián.

No puedo ser yo.

Despues de unos minutos de que se aleja, lo veo de lejos platicar, supongo que tardará un poco más en venir.

Me dirigo a la barra y pido un coctel.

La gente se saluda, habla y convive pero este mundo está lleno de apariencias, nadie es totalmente honesto.

Se trata de belleza, de vender, pero observo a Jannin —una chica que suele ser muy dulce y encantadora— lanzandole miraditas al novio de su compañera y como poco después de que ella salga él también lo hace.

Tomo de mi cóctel, vaciandolo y pido otro.

Uno no es suficiente, tampoco creo que dos lo sea pero no voy a embriagarme.

En la esquina del lugar un grupo de chicas secretean acerca de una influencer, pues se dice que su fama se dio solo porque se acostó con su padrastro; un famoso director de una línea de maquillaje.

Pero también puedo ver a grupo mixto saludarse con alegría y abrazarse, no todo son apariencias solo que estas abundan.

—Me entere que les hicieron una propuesta a la que no se pudieron negar. —Comenta Sofía sentándose a mi lado, tiene un preciso vestido estilo sirena en color púrpura que abraza sus curvas resultandolas, su cabello cae en ondas y lleva un maquillaje cargado pero eso no la hace menos bella.

Elevo una de mis cejas y relajo mi expresión, su presencia no es mi compañía favorita.

—Los rumores corren rápido. —agrego y tomo con calma mi trago, después del primero el alcohol no se siente tanto.

Sonríe con burla.

—Veo que no viniste sola.

—Tu lo dijiste.

—Me sorprende que este con él, sobre todo después de...

Alejo mi vista de la gente para concentrarme en ella.

Sé que busca molestarme, lo logra pero no tiene porque darse cuenta y le sonrio con ternura.

—Si, bueno, después de todo siempre hemos sido nosotros dos.

Su gesto desafiante cambia por uno divertido.

—Oh, por dios —rie y niega —No lo sabes.

Aprieto con fuerza mi copa.

Sofía y yo nunca nos llevamos pero sin duda antes nuestra relación era mejor, no la culpo del todo, entiendo que ella no me debía nada pero es un constante recuerdo.

—Sé lo suficiente.

Inclina su cabeza buscando leerme, ella aparte de ser linda también es muy perspicaz.

—No —dice al fin y se dirige al barman —Dame un trago igual al de mi amiga. No te lo dijo y aún así estás con él. ¿Sabes? Yo no podría.

Mueve su copa lentamente, mi corazón me dice que ella aún no clava la daga con suficiente fuerza o quizás apenas comienza.

Suspira y retoma.

—Tomalo como consejo, Sel.

—Giselle —rueda sus ojos y asiente con pesadez.

Su actitud me pone de los nervios.

—Dile que te diga la verdad, será lo mejor para ambos y créeme que te estoy haciendo un favor —se levanta y deja su trago antes pararse —A ambos.

Solo le doy tiempo de que camine un poco antes de dejar mi bebida y tomarla de la muñeca para guiarla hasta el balcón.

Se queja y busca soltarse pero aprieto mi agarre.

—¿A qué te refieres?

Me recargo en el barandal, el viento ayuda a quitarme el calor y ese sentimiento que me provoca.

Indignada acomoda su cabello por el viento que la despeina y me causa un poco de satisfacción.

—Siempre lo quise —dice con un suspiro sin mirarme, se pone a un lado de mi pero viendo los edificios.

Mi mente juega con mis recuerdos.

"Ethan va entrando al set y me acerco feliz de verlo, lo he extrañado tanto.

Antes de que llegue, Sofia ya está a su lado.

No me molesta, no podría.

Pero no puedo evitar sentirme rara ante que lo bese tan cerca de la boca, de que lo mire de la misma manera que yo."

—En algún momento lo supe.

Deja atrás su faceta de superficialidad y noto que empieza a ser sincera.

Toma aire antes de continuar.

—Lo conocí cuando su carrera explotó, los medios lo pintaban de tal manera y no lo creí hasta que lo conocí, nos volvimos amigos pero fue imposible para mí no sentir algo. Luego, Gethan, resulta que salían y cuando se hizo público todos los amaban.

—Pero tu no.

—No esta mal que no los ame, pero si me lastimo. Pero ese día que me hablo...

La detengo antes de que siga, siento como mis ojos se humedecen  y cierro mis párpados con pesar.

—Sé esa parte. —aclaro con la voz entrecortada.



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En el texto hay: humor romance juvenil, romance drama

Editado: 20.01.2021

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