El capataz corre muy rapido para refugiarse en ese frondoso arbol, al llegar todo empapado se acerca al tronco del arbol, y ve que este es enorme, que no alcanza a ver si alguien o albun animal estuvise del otro lado, el capataz se preocupa y decide rodear el arbol, sin percatarse que la lluvia adentro de las ramas de este no caen y él no se moja.