capitulo 3 Lucia 1

Lucia había crecido en el seno de una familia católica tradicional, todo el amor de sus padres y tíos se volcó en ella, era de creencias religiosas muy firmes y su carácter se había forjado entre todo el afecto que la rodeaba sin exentarla de las obligaciones del hogar que su madre se esforzaba para que no las vea como una pesada tarea sino que las hiciera con gusto y de la mejor manera posible. En la escuela siempre se destacó por sus notas altas producto de sus muchas horas dedicadas a sus labores escolares, así transcurrió su educación primaria y secundaria.

En la vida el amor es como una abeja pululando entre las más bellas y fragantes flores llevan el polen de aquí para allá germinando creciendo madurando y muriendo sentimientos de afecto y amor entre las personas y la primera vez es inolvidable mágica y en ocasiones… toma tinte de tragedia.

La fantasti-tragedia —porque no se le puede llamar de otra manera a esas situaciones que te vienen a la vida que inician de manera fantástica casi de ensoñación y en un tris dan un giro de 180 grados y te muestran su lado oscuro—le llego a Luxy —como le decían sus amigos—a dos meses de cumplir sus quince años y fue en casa de su amiga Sandra en una reunión que tuvieron para hacer un trabajo de historia, ese día hacía mucho calor la temperatura rondaba por los 36 grados centígrados por lo que salió con ropa ligera: unos jeans ajustados descoloridos , una blusa rosa con una imagen de hello kitty , sus viejos tenis cómodos de mezclilla su libreta y plumas, no ocupaba más, decidió ponerse un maquillaje ligero , se peinó frente al gran espejo que tenían en la sala , se dejó una cola que remataba un lindo fleco que la hacía lucir radiante, se miró de reojo sonrió y se despidió dejando una deliciosa estela de fragancia hallowen.

—Ya me voy mama, regreso en la noche. —Grito desde la puerta—.

—Espera que no te vas a ir sin el beso de tu madre. —dijo alcanzándola—. Huuu que rico aroma hija y que guapa vas, mmm a dónde vas señorita? A ver a algún novio del que no sepa tu madre?

—Mama por favor, —contesto algo enfadada—voy a casa de Sandra a hacer la tarea de historia ya te lo había dicho.

Su madre se rio, jugueteo con la respingada nariz que le daba un toque de elegancia al juvenil rostro de su hija, le dio un beso en la mejilla y la despidió no sin antes decirle

—Cuídate hija, dios te bendiga, y no hagas gestos que resalta lo hermosa que eres —casi grito. —

—Mama calla que escuchan los vecinos, ya no soy una niña, falta poco para que tenga quince, adiós.

Así Lucia se encaminó a la calle saco su celular negro de la bolsa trasera de su pantalón le coloco sus audífonos y tomo rumbo a casa de su amiga.

Mientras doña Martha Laura miraba con un raro sentimiento de nostalgia partir al orgullo de su vida, le vinieron una ganas de llorar pero no sabía a ciencia cierta si era por el hecho de ver crecer a su hija, de verla convertirse casi en una mujer o el vacío de saber que en pocos años haría su vida y dejaría el hogar, le daba miedo enfrentar esa soledad , ese vacío sin su hija, se le hizo un nudo en la garganta mientras se le nublaban los ojos y una lagrima resbalaba por su mejilla .

Cuando llego a casa de Sandra ya estaban todos reunidos y por empezar el trabajo escolar, —Lixy que bueno que llegaste apenas estamos revisando el material pásale, —dijo su amiga. —

—Sandy ven —le replico sin acercarse al grupo— permíteme tu baño por favor. —le murmuro cuando estuvo a su lado.

—Claro, la puerta a mano izquierda al fondo del pasillo.

Lucia se encamino apresurada cuando súbitamente una puerta del lado derecho del pasillo se abrió y salió un chico de playera negra con cabello oscuro peinado de lado, en el que destacaban un par de muñequeras góticas en su brazo derecho.

—Hola fea —dijo en voz alta sin quitarle los ojos de encima— el tipo le pareció atractivo su voz de timbre fuerte y varonil le hizo sentir mariposas en el estómago y también esa mirada profunda fija firme la puso nerviosa.

Mas cuando tienes la vejiga por reventar y entre el baño y tú se interpone el más bello ser humano este no deja de ser un estorbo y…

—Quítate estúpido. —espeto Lucia molesta y lo aparto—

—Uyy fea y aparte grosera. —Comento soltando una carcajada—

Lucia entro al baño y espero tiempo demás antes de salir, tímidamente abrió la puerta y se asomó para ver si no estaba ese molesto tipo, con alivio observo que el pasillo estaba despejado y se reunió con el grupo.

Terminaron la tarea dos horas después, el sol ya había amainado y la tarde pintaba en el cielo un agradable y refrescante azul celeste tapizado por enormes nubes blancas que dibujaban figuras caprichosas y cambiantes a las órdenes del voluble viento.