El Muerto

Capitulo 8 Lucia 4

                                        Lucia  4

   —Ya te dije que no voy a volver a tomar ni una sola de esas pastillas.  —Dijo  Lucia con voz firme y decidida colocando el pequeño frasco blanco sobre la mesa.

—El medico ordeno que te tomaras ese tratamiento durante un mes y en la siguiente consulta evaluaría si lo seguirías tomando o no. —Le contesto molesta su madre.

A lucia siempre le molestaba ese tono de voz que usaba su madre que la hacía sentir débil indefensa bruta y que despertaba en ella ese sentimiento de inutilidad para enfrentar cualquier tipo de decisión que debía tomar, ese “tonito”  en ese momento le hizo despertar una ira que la abordaba en pequeñas oleadas y que gritaba dentro de ella por salir y manifestarse.

—Madre está decidido no voy a tomarme eso, me siento como zombi, no puedo ni pensar y me causa y profundo sentimiento de vacío, aparte debe quedar claro que me llevaron a consulta porque me desmaye, por un simple desvanecimiento ocasionado por un gran coraje o un gran berrinche como quieras llamarlo por las broncas que tengo con Rodrigo, pero de ahí a que me tenga que tomar medicamento para locos y quedar etiquetada como una inadaptada social hay mucha distancia y no lo voy a tomar porque me daña. —puntualizo sin dejar de ver fijamente a los ojos de su madre  que ya tenía un semblante de seriedad y molestia.

El concepto de hogar de doña Martha y don Roberto  era muy simple, la casa debía ser un santuario, un santuario para descansar, recargar baterías para enfrentar cada jornada y al final del día en la cena hablar sobre los sucesos importantes que aconteció a cada miembro de la familia, las buenas costumbres y la moral debían ser siempre claros y rectos como una flecha, si algo marchaba mal en conjunto, en grupo, en familia se debía atacar ese problema hasta liberarse de él.

Cuando Lucia les presento a Rodrigo, no les causo una grata impresión, un muchacho desaliñado que se esforzaba en ser agradable  pero sin ningún contenido en su charla, en pocas palabras un bufón agradable por fuera y muy vacío por dentro.

La pareja estuvo de acuerdo en que su hija no duraría mucho tiempo de novia con ese chico  y les sorprendió no de grata manera que llevaran juntos una relación de más de tres años, la toleraban porque su hija se veía feliz, enamorada y le afectaba positivamente a pesar de que el tipo les caía francamente mal, sin embargo cuando él se empezó a alejar de ella (que fue algo que les alegro en secreto) y ella empezó a deprimirse a dejar de comer y finalmente cuando la hospitalizaron por el desmayo supieron que tenían que poner cartas en el asunto.

Dos días después que Lucia salió del hospital fue Rodrigo a buscarla porque ya no le contestaba mensajes y no le contestaba el teléfono, al igual los padres de ella no se la comunicaban.

Se armó de valor para ir a verla después de fumarse un churro con sus amigos, iba decidido y nada ni nadie lo detendrá ni le impediría verla.

Al llegar al domicilio de Lucia eran  las 9:15 pm toco fuertemente la puerta y tras insistir un buen rato don Roberto le abrió.

—Señor buenas noches quiero ver a su hija.

Don Roberto no le contesto y lo estudiaba con la mirada, Rodrigo empezó a sentirse nervioso y molesto.

— ¿No me escucho señor? Quiero ver a su hija.

—Oye muchacho, ¿crees que el exceso de perfume te va a ocultar el olor a marihuana? — le espeto don Roberto. —Fumaste marihuana?.

—Eso es algo que a usted no le importa viejo.

De manera tan rápida que Rodrigo no tuvo tiempo de reaccionar Don Roberto lo tomo del hombro izquierdo con su mano izquierda colocándole el antebrazo en el cuello empujándolo contra la pared.

—Mira cabron en mi casa no entra ningún drogadicto y no quiero un puto marihuano para mi hija, eso que te quede claro, yo no se que chingados paso entre ella y tú ahora tiene tratamiento con antidepresivos, así que esta es tu primera y última advertencia te acercas a ella, la molestas o la acosas y es de las ultimas cosas que vas a hacer en tu vida cabroncito.—Le dio un empellón y lo saco a la calle.

Doña Martha seria pero feliz miraba la escena oculta tras la ventana de su habitación.



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En el texto hay: espiritus, muerte, brujeria

Editado: 02.05.2020

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