El mundo de Anna

Mamá y papá

Empezaré con mi madre porque ella es la persona más complicada que he conocido hasta el momento, después de mí, claro.

Rosa, nacida un 20 de febrero, con ahora 34 años de edad, un exesposo, una pareja con la que vive, dos hijastros y dos hijos propios.

Yo sé -no me consta- que mi mamá vivió una infancia difícil, mis abuelos nunca le prestaron atención, ella era muy inteligente así que dejaron que sola se independizara. Desde los ocho años tenía que tomar el camión sola para poder ir a la escuela, ella nunca tomó biberón, en cuanto le dejaron de dar leche materna tuvo que tomar de vasitos entrenadores, y además de debajo de la mesa para no tener que estar con su familia. Además tenía que cuidar a su sobrina, puesto que mi tía a una muy corta edad tuvo una bebé, a la cual, no podía cuidar, pues tenía que trabajar y seguir estudiando para tener una buena vida.

O por lo menos eso es lo que ella me ha contado. Pero claro, nunca me contó sobre mi padre, o cómo conoció a mi padrastro (Allan), jamás me contó por qué se separaron, pero igual, nunca le di importancia a eso.

La verdad no entiendo cómo es que ella fue capaz de encontrar a un hombre que la amó con todo su corazón, pero además tuvo tiempo para poder engañarlo. Lamentablemente, eso también me lo dijo ella

-De un padre que engañaba a su esposa, a tu tía la hizo embarazarse pronto, a tu tío ser mujeriego, y a mí, estar con muchos hombres- me dijo ella mientras me llevaba de camino al camión para dirigirme con mi padre

-Oh- fue lo único que supe decir en esta situación, pero claro que esto yo ya lo sabía, no era tan difícil deducirlo, pero si me agradó que al fin me lo confesara.

Pero igual no creo que mi madre lo hubiera dicho por buena onda, la verdad no sé por qué lo hizo. Ella es, no sé cómo decirlo, es mi madre; miles de veces me llegó a decir:

Tú tan solo eres un parasito

No sirves para nada

Sin ti sería más feliz, tendría menos preocupaciones

Ya sabes, las cosas típicas que le dice una madre a un hijo y si a ti no te pasa, felicidades, de lo contario, ya somos dos. Pero bueno, volvamos al cómo vivió…

Mo entiendo como mi hermosa abuelita pudo haber sido cruel con mi madre, la verdad hasta me hace dudar de todo lo que me llegó a contar mi madre. Conociéndola, pues la verdad ni si quiera la conozco, no sé cómo piensa ni qué es lo qué hará, pero lo peor, es que no sé si enserio me quiere, o si cómo mi madre, daría su vida por mí sin pensarlo dos veces.

Hubo una vez, ella me contó que ya estaba harta de la vida, que la verdad no quería lidiar conmigo, puesto que como su primer bebé no sabía cómo cuidarme o qué hacer conmigo.

-En ese momento, pensé que el suicidio era una opción- me dijo después de que yo saliera de una terapia que en ese momento era semanal –pero pensé “si la dejo se tendrá que quedar con su padre, pobrecita, no quiero que la críe él, ella no tiene la culpa”

En ese momento me dio risa, o por lo menos eso fue lo que hice, reírme, pero la verdad por dentro mi pensamiento fue: quizá esto significa que si me quiere, quizá solo está en mi pensamiento el hecho de que le soy un estorbo, pero siempre que llego a pensar algo así, recuerdo toda la mierda que me ha dicho y el cómo me ha hecho sentir toda mi maldita vida. Así que al igual que la vez que me dijo lo de los engaños, mi única respuesta fue un:

-Oh

En fin, recuerdo que ese día le dije una pequeña, pero muy pequeña porción de lo que opino del cómo me trata

-Tranquila, yo no te odio tanto- le dije, sus ojos empezaron a brillar, creo que le dolió, pero no me arrepiento

-Ah, es bueno saber que no “tanto”- me dijo algo triste mientras caminábamos a casa

Pero en realidad, nunca la he visto llorar, nunca la he visto demostrar amor. Pareciera que ella no tuviera sentimientos, y ahí es cuando me doy cuenta del por qué soy como soy.

Y creo que eso es ya todo lo que puedo decir de mi madre, a ver si así pueden ver por qué no daría mi vida por ella, claro, a lo mejor estoy exagerando, o quizá la tristeza y rabia del momento me ciegan y me hacen creer que no lo haría. Pero siendo sincera si estuviera mi madre en una situación vida o muerte, no sé qué es lo que yo haría, es cómo el asegurar que ella me salvaría solo porque soy su hija, no puedo estar segura.

Y eso la verdad ciega mi amor hacia ella. Mi inseguridad.

Ahora vamos a hablar de mi padre, Carlos (me aprendí su nombre alrededor de mis siete años) nacido un…, creo que 20 de junio, (no me sé su edad), la verdad no puedo decir mucho de él, cada tres o cuatro semanas voy a visitarlo, pero en realidad no es mucho una visita para él, es más para ver a mis “hermanos”, mi padre solo me recoge del camión, me lleva a la casa y me dice adiós, y para regresarme es al revés, me recoge de la casa, me lleva al camión, y me dice adiós, siempre es la misma maldita rutina.



#22757 en Otros
#1749 en No ficción
#35125 en Novela romántica
#5754 en Chick lit

En el texto hay: adolescencia, lgbt, amor

Editado: 20.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.