El mundo de Anna

Feliz navidad

No tenía que haber pasado así, o por lo menos no este día, pero, nadie podía saber que esto pasaría, querida abuela, si escuchas esto, perdón, perdón por no haber estado contigo en todo momento, solo espero que en tu siguiente vida, puedas hacer todo lo que aquí no llegaste a hacer.

-¿Estás emocionada?- le pregunté a mi hermana 
-¿Por qué debería de estarlo?- Me responde ella 
-¿Es enserio?- le pregunto algo alterada -Es noche buena, y mañana navidad, ¿No estás feliz?
Pero ya no me respondió, simplemente puso sus ojos en blanco 
-Pues que mal- le digo yo -si de por sí yo soy amargada, tu vas a estar peor cuando tengas mi edad - Pero no me respondió nada

Hace unos días llegué a aquí, no me quedaré mucho, quizá una semana. Al inicio pensé: no tengo que ir, mi padre ha estado muy mamón a causa de Karol y su separación, es mejor si me quedo con mi mamá, pero pues mis hermanos no tienen la culpa, no los puedo dejar solos en navidad.
Todo ha pasado con normalidad, mi hermana quejándose, mi hermano siguiéndome, y los dos, en una tablet o celular con una tele encendida, que estupidez, pero bueno, me agrada el abrir regalos con mi hermana, o, mejor dicho, ver cómo los abre. Todo es muy triste desde que le dije a mi madre que yo sabía el “secreto” de navidad.

-Vete con Karol, está afuera de la casa, ella los va a llevar a la otra casa y ahí yo te voy a recoger, ellos se van con su abuela, y nosotros con Eva- me dijo mi padre por el teléfono
-Okey- le respondí yo

-Arregla tus cosas- le dije a Alejandra 
-¿Por qué? 
-Nos vamos a ir con tu madre, arregla tus cosas 
Mi pensamiento en ese momento fue: muy bien, yo no tengo que arreglar nada, me regresaré en unas horas, es más, ni suéter tengo que llevar, pero solo por si acaso, mejor me cambio para no ir con pijama.
Y así fue, me cambié y lo único que llevé fue mi celular, ni si quiera llevé mi libro (a todos los lados a los que voy llevo siempre un libro).
Nos fuimos, llegamos a la casa, y como siempre mi hermana y yo nos peleamos por la tele -aunque las dos estuviéramos en el celular- vimos videos y escuchamos canciones.
-Tengo que irme- nos dijo mi padre al abrir la puerta de nuestro cuarto -voy a ir con Eva -(su madre, nuestra abuela)- Cati está mala y la llevaremos al hospital
-Está bien- le respondimos las dos

Bien, bien, hubiese preguntado que tenía o como estaba, pero yo ya sabía que era lo que pasaba.
En ese momento lo recordé...

-Si, parece que está dormida, pero no despierta, le quería dar sus pastillas pero no me responde- mi abuela estaba hablando por teléfono y eso fue lo que alcancé a escuchar. En ese momento no me importó, mi Cati (mi bisabuela) siempre se despierta súper tarde, y a penas eran las doce del día, no creí que fuera algo serio.
No sabía si mi padre estaba mintiendo o enserio había despertado y se sentía mal, podía ser que simplemente mentía y ella, ya había muerto.

Después de una media hora, mi pequeña hermana comenzó a llorar.
-No seas mamona tu ni ves la serie- le dije creyendo que estaba llorando porque en la serie que estaba viendo se había muerto un personaje
-Tu mi sabes porque lloro-( no sabe decir muy bien la n) 
-Haber, entonces dime, ¿por qué lloras?- le pregunté tapando mi angustia con un tono de broma, y ella me mostró su celular, estaba en la aplicación de mensajes, pero no podía distinguir bien las letras, ella se movía mucho -te mueves mucho, no sé que dice, mejor dime tú
-Mi mamá mandó mensaje al grupo de la familia, dice: familia lamento decirles que la abuela de Toño, Cati, se murio- me dijo en tono de tristezas, pero por más triste que sonara, jamás ví que alguna lágrima saliera de ella.
Si, ya me lo esperaba, pero tenía que tranquilizarla, me dolía ver llorar a mi hermanita 
-Lo sé, pero tranquila, es mejor así, en algún momento iba a pasar, y que mejor que esto, se quedó dormida y no sufrió, ahora será feliz con tu abuelito y tus tíos que se fueron hace mucho- le dije, a pesar de que ese no fuese mi pensamiento real
Y lo logré, logré calmarla a la perfección, (es por eso que yo soy la consejera de Ani)
Las horas pasaron normales, lo cual no me parecía muy bueno, pero eso no es lo más importante, tenía mucho frío, y nuestra súper cena de noche buena, fue un súper pan de la tiendita de la esquina (literalmente).

-Voy a ir a miar- le dije mientras me salía para dirigirme al baño.
Entré, cerré la puerta y encendí la linterna del celular (no servía el foco del baño). Y en cuanto lo hice estallé, lágrimas corrían y corrían por mi rostro, estaba devastada, antes de eso me sentía mal por no llorar y no sentir nada, pero todo cambió al ir al baño, no podía salir de ahí, quería llorar y desahogarme. Pero tomé valor, me sequé las lágrimas y me dirigí a el cuarto, pero en cuanto entré apagué la luz para que mi hermana no viera mis ojos rojos e hinchados.

Hablé con mis amigas de eso, o algo así, una me daba consejos y la otra solo me escuchaba, pero no importa, pude desahogarme un poco, porque bien sabía que al día siguiente, o sea en navidad, me dejarían a los niños de todos en la casa a mi cuidado, para que ellos pudiesen ir a misa, y a mí no me molesta no ir a misa, pero no pude despedirme bien. Así fue la vez de la muerte de mi abuelo, y así será siempre.

Mi madre llamó para preguntar sobre mi navidad, y pues le dije todo, pero pues eso no cambió nada.
Cuando mi padre llamó, si cambió algo en mí
-¿Cómo está tu hermana?- cuatro simples palabras que me hicieron quebrarme, que idiota es, ¡¿porque no pudo preguntarme por mí?!, Yo viví más tiempo con ella, tengo más recuerdos con ella, mientras que mi hermana jamás la quiso, una estupidez que me hizo ver que me odia, tal y como lo pensaba.
-Está bien 
-Bueno, cuidala, ayudala, y duérmete con ella para que no esté sola
-Imbécil, mi padre es un imbécil.

Pero en fin, mis conclusiones con esta navidad son:
Por qué demonios Karol tenía que mandar ese mensaje si ni siquiera es su familia.
Mi padre es un imbécil, además de preocuparse por cosas que ni al caso, le compra juguetes a mis hermanos a pesar de que sabe que todo el día se lo pasan en pantallas.
Mi abuela es muy fuerte, a resistido a muchas cosas.
Y yo, yo me sigo preocupando más por los demás que por mi, pero eso ya no importa, lo tengo que superar, sé muy dentro de mi corazón, que eso no va a cambiar, yo no puedo ser egoísta, es mi instinto.
Además, me quedaré una semana más aquí, por lo menos hasta el treinta, mi padre me lo pidió, y no lo hago por el, solo lo hago porque mi madre no puede venir por mi, pero:
-Quiero pedirte un favor- “no me digas” pensé - quédate aquí por lo menos hasta el domingo, yo no voy a poder cuidar a Eva y sabes que en estos momentos no puede estar sola
-Claro- le dije y me fui



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En el texto hay: adolescencia, lgbt, amor

Editado: 20.08.2021

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