El mundo de Anna

Alex

El mundo de Anna

Llevo más de un mes intentando escribir este capítulo pero siempre sale algo nuevo para destruirme emocionalmente y distraerme. Ahora solo espero que nadie se muera para poder terminar con esto.

Veamos… Alex. Alejandro. Como le quieras llamar. Un chavito gracioso, para nada atractivo, que cae muy bien. PEROOOO, es géminis, jamás confíes en un géminis. Son doble cara, o al menos eso dicen. Cuando supe que él era géminis me di cuenta de que en efecto, así es. Si tú eres géminis, yo que tú, no confiaba en mí mismo.

En fin, a lo que iba. Iniciemos por el inicio.

Lo conocí en la escuela, para ser más específica, en la primaria, la tercera vez que me cambié de escuela llegué a la suya. Claro que pero por supuesto que yo no le hablaba, él era de los populares, de esos que me suelen caer muy mal, y es irónico dado a que yo llegué a ser de esas personas, pero bueno, éramos pocos niños en ese salón; a mí me sorprendía mucho eso, pero es lógico tomando en cuenta de que vivo en una “ciudad” (a mi percepción un rancho) con pocas personas, solamente habíamos 26 personas en ese salón, era agradable el ambiente, eran muy pocas las personas que no hablaban, (las reservadas), ahí todo el mundo se hablaba y conocía. Yo era de esas pocas personas que no entablan conversación con muchos, pero a pesar de eso todos me hablaban a mí, era algo muy extraño pero siempre lo he dicho (y no es por alardear pero) por alguna extraña razón yo tengo madera de líder. No está mal, pero si es algo raro, jamás hablo y a pesar de eso siempre soy la que elige que hacer. Y así era, todos hablaban conmigo sin embargo solo algunos eran los que hablaban conmigo si o si todos los días. Valentina y Alejandra eran las niñas con las que estaba en todos los recesos, Angélica era la niña a la que le contaba quien me gustaba, Enrique era un niño muy enfadoso que siempre me hacia reír y se sentaba frente a mí, y por último, Alberto, él era quien me gustaba en ese momento, la verdad él fue el primer niño en gustarme. Unos ojitos café avellana, cabellito color claro, muy blanquito la verdad, pero a mí me gustaba, era una persona muy carismática y relajada, eso me agradaba, y ¿sabes quién más era así? (al menos en lo carismático), exacto, Alex.

En realidad Alex es todo lo contrario en cuanto al físico, piel oscura, ojos igual de oscuros, y cabello de un negro profundo, pero como ya lo mencioné, era gracioso, eso fue lo que me atrapó. ¿Has escuchado alguna vez el dicho de: hazla reír hasta que se le olvide que eres feo? Pues si funciona.

Alex siempre trataba de entablar una conversación conmigo, sin embargo yo siempre lo ignoraba o era cortante con él. Y si te soy sincera no sé cómo sucedió, pero estando en secundaria solía molestarlo mucho, nos hicimos “amigos”. Y mientras él y yo éramos amigos, Alberto estudiaba en la misma escuela, pero en diferente turno. Recuerdo esos días tan hermosos y tontos en los que me emocionaba muchísimo por poder verlo a la salida y dirigirle unas cinco palabras antes de tener que irme a mi casa, zangoloteaba a Ani y le gritaba que por fin lo vería. Eran buenos momentos. Pero como sabía que el estar con él era imposible, intenté irme por algo más fácil, ligarme a su mejor amigo. O sea… *redoble de tambores*… Alex, claro, sé que suena muy feo, pero yo creía profundamente que enserio me gustaba, y quizá si fue así. Pero él solito hizo que perdiera el interés total que tenía hacia él. Lo malo es que esto pasó cuando ya estábamos en una relación.

Me pidió que fuera su novia de una manera muy tonta, así que eso lo dejaremos de lado para contarlo quizá cuando me haga famosa haciendo videos de como dormir.

El decir que Alex me hizo daño no cuenta mucho, así que trataré de decir lo más relevante para no tener que alargarme.

Duré once meses en mi primera relación, una relación demasiado toxica.

Punto número uno: yo no podía tener amigos porque “los niños son bien sabe cómo Anna, no te les acerques” “¿pero y que hay de Andrés?” “ya no le hables, él te quiere”

Punto numero dos: yo no podía tener amigas porque “pasas todas las clases con ellas, y yo nunca estoy contigo, tienes que salir solamente conmigo, a ellas les debe bastar con las clases”. Pero pues seamos realistas, soy niña ñoña y lo único que hacía en clase eran los trabajos. Dejé de tener tiempo para ellas así que se alejaron de mí y consiguieron nuevos amigos. Me quedé sola.

Punto número tres: todo el tiempo me tenía que disculpar debido a que todo lo que yo hacía le molestaba, esto me hizo creer que todos los hombres eran así, y gracias a esto cada cinco minutos le pido perdón a Hugo por cosas sin importancia. Y no es que me importara si se molestaba Alex o no, pero siendo realista, le temía muchísimo, parecía que me iba a golpear.

Punto número cuatro: “mis problemas son más serios, tienes que escucharme a mi”

Punto número cinco: “si no tenemos sexo antes de los 15 años vamos a terminar”

Punto número seis: “si terminamos me suicido”

Fueron once meses muy largos y feos. Lo siguiente no entra en los puntos del por qué era una relación tan toxica, sin embargo es algo que hace poco noté. Para ser más específica, apenas noté que gracias al no puedo sincerarme con las personas acerca de mi “secreto”.

Era un día normal. Día de clases, creo que un martes, para mi última clase nos daría el profe Matías, se supone que con el tendríamos clase de música, no obstante, al ser nuestro tutor, nos daba más lecciones de vida que de música.



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En el texto hay: adolescencia, lgbt, amor

Editado: 20.08.2021

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