El muro más grande

CAPÍTULO 2. Mi Segundo Muro

Cuando me levanto veo que sigo teniendo los audífonos puesto aún escuchando música, ¿Cómo pudo seguir la música puesta?

No lo sé, ni siquiera sé cuando fue que logré quedarme dormida; lo bueno es que hoy no tengo colegio y así no tendré que preocuparme porque mi hermana regrese a levantarme.

Decido quedarme acostada ya que no tengo nada que hacer, pero alguien comienza a tocar la puerta y entra a la habitación. Es mi padre, él es quien siempre a tratado de ayudarme o al menos de entenderme.

La relación con mi familia es tan dificil y de ahi el porqué de todas las decisiones que he tomado hasta ahora y mi dolor, quiero que por un momento se pueda ver lo que vivo.

Mi familia nunca fue perfecta, pero eso es algo que siempre suelo decir, mi madre y mi padre trabajan mucho, solo los veo en la mañana antes de que se vayan a trabajar, o a veces ni eso. Muchos padres dicen que no tienen a sus favoritos, pero en mi caso, yo siento que si, al menos es lo que he sentido siempre. La relación con mi madre nunca, ha sido buena, además de que casi no convivo con ella, no tenemos esa conexión de madre e hija, al menos no como la tiene con mi hermana; mi madre siempre me ha dicho que me ponga en el lugar de los demás, que siempre me pongo a la defensiva, que aun no maduro y por eso no entiendo muchos cosas, que deje de ser como soy, que porque no puedo entenderlos mejor como lo hace Jessie, cosas así escucho siempre salir de su boca, algunas veces me ha herido porque eso de que te comparen jamás a sido algo que me guste y supongo que a nadie.

La relación con mi hermana, ya, se conoce, no hay mucho que decir, es mi hermana, pero al final nunca lo parece, ella tiene su mundo y yo el mío, e querido pertenecer al suyo, pero nunca lo he logrado, y no sigo que debemos ser iguales, porque no es lo que quiero, es solo poder convivir con ella.
Se que todo lo que me ha dicho es porque aun no le toma mucho valor a las personas y cosas, o como mis padres le dirían... No ha madurado lo suficiente; por esa razón trato de no tomarle mucho valor a todo lo que me dice, pero no he tenido mucho éxito ya que sigue doliendo de la misma forma, como si lo dijera con total honestidad y fuera lo que deseara de mi.

Y por último esta la relación con mi padre, él no es que sea el papá perfecto, ni que me conscienta, pero es la única persona hasta ahora que ha intentado comprenderme, que ha intentado ayudarme, que trata de acercarse a mi y aunque no hablemos mucho o le tenga la suficiente confianza para contarle todo lo que me sucede, valoro mucho que le preocupe el porqué me encuentro así y créanme cuando les digo que si estas acostumbrado a que nunca nadie note lo que sucede con tu vida, cuando alguien muestra preocupación, eso te hace sentir mejor, te hace sentir que al menos a alguien le importas un poco, eso siempre pensé yo.

[...]

Al entrar mi padre, se sienta en una orilla de la cama, supongo yo que me dará el discurso motivacional de todo buen padre, que me lleva dando estos últimos meses.

-¿Qué pasó ayer hannah? -dice con un poco de lo que parece... ¿Lastima?

- Nada importante, no te preocupes, estoy bien.

La verdad es que pasa de todo, pero no quiero agregarle mas problemas a su vida, se que en su trabajo no le está yendo muy bien, aunque como lo veo yo, su jefe es una mierda y lo trata de la misma manera.

-Tu hermana me ha dicho que ayer no recogiste nada, que estuviste encerrada todo el día y que has faltado a clases-lo dice mostrando una cara de tristeza, que hace que me sienta mal por cómo es que me comporto.

-Lo siento mucho, es que... -trato de pensar en que mentira decirle o que justificación dar, pero al final se que será mejor decir la verdad, en algún momento tendrá que saber todo lo que me sucede y siento que es hora de que sepa, al menos poco a poco-no quería lidiar con nadie de ahí-digo bajando la mirada y por fin mostrando un poco del como me encuentro.

-¿Qué quieres decir con eso hannah?-me dice con algo de confusión, como tratando de descifrar a que me refiero.

-Es que nunca antes te lo había dicho, pero en la escuela prácticamente nadie me quiere y no tengo una explicación del por qué, ya que ni yo lo sé. Siempre me molestan y me insultan.

Mi padre me ve con cara de asombro, pues supongo él jamás se imaginaba que me tratarán así, tal vez pensaba que era como mi hermana; con muchos amigos y que casi todos la conocían y querían, la típica niña sociable que trata de llevarse bien con todos.

-¿Por qué nunca me lo dijiste Hannah?, iré a quejarme con los profesores para que tengan control de sus alumnos-dice con algo de enojo

-NOO-digo tan rápido, que no me he dado cuenta que alce la voz-perdón, pero honestamente no quiero que me odien más; además, ya casi acaba el año, falta muy poco y se que me cambiaran de colegio puesto que esa escuela ya ni tiene el siguiente nivel de estudios, así que prefiero dejarlo así, ya no volveré a saber de ellos al terminar este año.

-Es que eso no está bien Hannah, no tienes que permitirlo

-Por favor papá, dejalo así, ya no importa, solo quiero olvidarlo, por favor-termino diciendolo con algo de súplica y tristeza.

-Esta bien, respetaré tu decisión, pero a cambio, me gustaría que hablaras más conmigo, sabes que te amamos Hannah, nos preocupas-

Aunque se que el único al que le preocupo es a él, decido no quejarme y al final seder.

-Okey, lo intentaré, lo prometo

Al final me regala un sonrisa dando a entender que ha sido el final de la conversación, se levanta de la cama y se va en dirección a la puerta, pero se detiene al llegar a ella

-Te amo Hannah, no lo olvides

Y se va cerrando la puerta tras de él, vuelve a deslizarse una lagrima por mi mejilla, no sabía que me hacía tanta falta escuchar esas palabras, no me imagine el impacto que tendrían sobre mi.

-Yo también te amo papá- menciono a pesar de que se que ya se ha ido.




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