"Aprendí que las personas podrán olvidar lo que dijiste, podrán olvidar lo que hiciste, pero nunca olvidarán como las hiciste sentir..."
-Anónimo
JUDE MILLERS (la madre)
Hoy decidí quedarme en casa, pues no tuve muchas ganas de ir a trabajar, me quedé acostada esperando a que las niñas se fueran a la escuela y mi esposo a trabajar, ya que quiero aprovechar este tiempo sola y descansar de todos los problemas que tenemos.
Hay absoluto silencio por toda la casa,así que decido por fin bajar y comer algo, abro el refri y busque que puedo prepararme.
—Vaya, de verdad no tenemos nada, tengo que ir hacer las compras- no debo olvidarlo esta vez
El refri se escuentra casi vacío, no entiendo porque las niñas no me han dicho que no hay nada que comer ¿Qué es lo que han comido esta semana? Bueno, supongo que si no me han dicho es porque han logrado alimentarse con lo poco que había, mañana haré la despensa, ya que no me tome el día de hoy para terminar yendo a comprar lo que hace falta.
Hace un rato Jessie se ha comunicado conmigo avisándome que se quedará en casa de una amiga y que regresará en la noche; es una ventaja ya que no hay que comer.
Con Hannah, pues que puedo decir...
No hablo mucho con ella, supongo que esta en esa típica etapa donde odia a todo el mundo y por el momento no es que tenga la suficiente paciencia como para lidiar con eso, así que mejor decido que lo maneje sola y lo superé, porque la verdad es que sigue siendo una niña inmadura.
Honestamente es que con mi hija mayor no tengo muy buena comunicación, y cuando intentamos hablar, termino gritándole por su forma de contestar o de ser hacia mi.
He cometido mucho errores, uno de ellos fue dejar de estudiar y tener a Hannah, lo reconozco, pero es que yo no estaba lista para ser madre, no me podía cuidar ni a mi, si hubiera sido por mi hubiera abortado y se que suena muy horrible el como me refiero a mi hija, pero es que no puedo mirarla a los ojos y sentirme mal por cómo termine llevando mi vida, no puedo evitar culparla por eso, sabiendo que jamás fue su culpa haber nacido.
Y me siento tan miserable poniendo todo ese peso en ella, es por eso que la evitó, que estúpido ¿no?, evitar a tu propia hija, pero si, es lo que he hecho siempre y al parecer ella lo ha notado, pero no me dice nada y así lo prefiero.
Evite más que nada mi miedo, a enfrentarlo todo, pero se que no es tonta, solo que no lo entiende y temo que las cosas empeoren cuando tenga que hablar sobre eso con mi hija y es que aún no está lista para saberlo todo, aún no.
Henry mi esposo me ha dicho muchas veces que intente hablar con ella y entender por lo que esta pasando, pues no ha de ser algo fácil, pero ¿Qué es lo que le puedo decir? Hola hija como te encuentras, perdón por evitarte, pero es que cada vez que te veo a los ojos me recuerdas todos los errores que he cometido y lo cobarde que soy, perdón; o quizás: hija, perdón por no quererte como debo, pero ya sabes, nunca fuiste alguien a quien esperábamos o al menos yo deseará; no puedo decirle nada de eso.
Creo que eso de ser madre es muy difícil, nadie te enseña el como debes de manejarlo y lo mismo digo con mi matrimonio, ese también es una mierda.
Al principio cuando decidimos casarnos, tengo que reconocer, fue porque me quedé embarazada, pero la verdad es que si quería a Henry, todavía lo quiero, pero en ese entonces pensé que aunque nada fue planeado, podíamos intentar ser felices, siempre pensé que Henry sería un buen esposo y padre, él siempre me trato bien en la escuela y cuando estaba embarazada de Hannah, siempre me cuido y estaba al pendiente de mi en todo momento, a pesar de que tenía mucho trabajo, siempre me procuro, no se en que momento termino todo eso y simplemente dejo de ser casi perfecto.
Desde el momento en que Hannah nació, henry empezó a distanciarse un poco, lo entendi, digo, el era el que nos mantenía a las dos, tomaba horas extra en su trabajo y siempre llegaba muy cansado a casa, ese no era el problema, el problema era cuando había días en los que llegaba más tarde oliendo a alcohol, siempre me molestaba que llegara así, pero el decía que me tranquilizara, pues no había hecho nada malo y que le bajara a mi locura.
Todo cambió mucho conforme pasaba el tiempo, nació Jessie y parecía que las cosas iban a mejorar, pero todo siguió igual, pero cuando Hannah ya tenía los 5 años y Jessie podía dejarla en la guardería, yo comencé a buscar un empleo, ya que sabía que con lo que ganaba Henry no podríamos pagar muchas cosas, mucho menos teniendo ya dos hijas, afortunadamente una amiga muy cercana me contó que en la empresa de su padre necesitaban a alguien; yo había estudiado o mejor dicho, estaba estudiando publicidad y tan solo me faltaba un semestre para terminar la carrera, pero ya saben el porqué no terminé y mi amiga también conocía las razones, así que decidió ayudarme, su padre me aceptó en seguída, sabiendo que era buena con todo lo relacionado a esa área y también porque era un favor que le pedía su hija.
A la semana comencé a trabajar, era una gran ventaja que el horario fuera mientras Hannah estaba en la escuela, ya que me daba oportunidad de llegar a casa a tiempo para poder hacer de comer y cuidarlas, porque Hannah aún seguía siendo una niña y no podia dejarla sola, mucho menos a Jessie que prácticamente seguía siendo una bebé.
En ese entonces no pasaba mucho tiempo con mis hijas, mucho menos con Hannah, porque en mis tiempos libres me encargaba de Jessie, de enseñarle lo básico, como lo tiene que hacer una madre cuando su hija tiene esa edad. Así que supongo que nunca tuvo esa ayuda que debe darle una madre o lo esencial, como el amor, que básicamente, es por obligación. No es que no quisiera, solo que Jessie me necesitaba.
En la guardería donde dejaba a Jessie conocí a una familia muy amable, solían dejar ahí a su hija porque al igual que yo, trabajaban y no podían dejarla sola, empecé a frecuentarlos mucho, hasta que me hice amiga de ellos al igual que mi bebé Jessie, su compañía me ayudaba mucho a distraerme de todo el caos de mi vida.