El Nerd es el Chico del Tinder

Prólogo

¿Qué es lo peor que te puede pasar en tu último año en la preparatoria? Cuéntenme, hijos míos quiero saber que es lo peor que les puede pasar en la escuela en frente de todos sus compañeros porque es que si tienen algo peor que contarme comparando lo que me acaba de pasar pues me cambio el nombre. Por qué ahora mismo acabo de salir de la preparatoria completamente desnudo con apenas una pequeña toalla tapándome el pene, mientras que mi cuerpo está lleno de una mezcla que parece vomito. Pero esperen se supone que debo contarles como termine así ¿Cierto? Y debo empezar por presentarme.

 

De acuerdo, mi nombre es Hugo Flores, hijo de Megan y el desaparecido Enrique Flores. Soy el hijo único de familia y no es porque ellos quisieron si no es que mi madre y padre me tuvieron cuando mamá tenía 16 y mi padre 18 sí muy jóvenes. Ellos se mudaron y luego de pasar muchos trabajos mi padre ingreso a las fuerzas armadas y en una de las batallas desapareció. Provocando que mi madre viajara a hasta donde era la misión para buscar su paradero, pero no lo logro desde ese instante se ha dedicado a ayudar a los afectados tanto a militares como a personas víctimas de estas guerras. Convirtiéndose en psicóloga y fundando una fundación llamada Manos Unidas, donde se le dan apoyo esas personas afectadas. Ahora mismo tenemos a muchas personas que lograron salir de Siria y están refugiadas en nuestra fundación.

 

Como seguía, tengo 17 años y en pocos meses cumpliré mis 18, y para mi desgracia soy el chico nerd de Green High. Soy el chico delgado con pequeños músculos las cuales hace pocos empezaron a salir ya que empecé a hacer ejercicio. Tengo los ojos grises y el cabello rubio como mi padre, mi padre llora cada vez que me ve por qué dice que soy la misma imagen del amor de su vida. Soy él chico que se pasa todo el día en la biblioteca leyendo saga de libros o comics y el chico con la mayor puntuación de Green High. Mi vida en Green high era tranquila llena de paz y armonía hasta que ella puso sus ojos en mí.

 

Desde ese día en que rechace a Simone Jones mi vida comenzó a hacer un completo infierno. Y es gracia a esa pequeña de ojos verdes caca estoy pasando por esta situación.

 

- Vamos Hugo no seas cobarde, está es la mejor venganza que podrás hacerle a esa chica – dijo Max, corriendo detrás de mí mientras que yo iba de prisa hacia los baños. Me sentía asqueado necesitaba un baño o vomitaría todo el pasillo ahora mismo. Llegue al baño finalmente me observo en el espejo y juraría que me había puesto pálido en estos momentos. Max, me había dado una idea para que me vengara de Simone. ¿Pero qué tal qué no funcionará? Quedaría como un tonto nuevamente.

 

 

 

- ¿Y qué tal si no funciona? – Pregunté mientras me quitaban la ropa llena de huevo, aceite y otras cosas que sólo esas perras sabrán. Entre a la regadera y sentí un alivio al sentir como el agua finalmente cayó en mi delgado cuerpo. Tomo mi esponja color negra y mi jabón Dove de hombre para untarlo en la esponja. Para luego comenzar a restregármela por todo el cuerpo. Quitándome la suciedad que tenía.

 

 

 

- Claro que va a funcionar nadie sabrá que no eres tú – dijo mi mejor amigo desde mi cuarto. En cambio, yo seguía quitándome toda esta asquerosidad. ¿Por qué conmigo, que ganaban con hacerme está humillación? ¿Ser más popular? Esa estúpida palabra que tiene gobernada a la humanidad. Ahora si estoy seguro de que Albert Einstein tenía razón cuando dijo que solamente hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana. Ya entiendo por qué no estaba tan seguro de la primera. Estoy de acuerdo que la estupidez humana es mucho más grande e infinita que el universo. Y Simone era la comprobación eso. Terminé de bañarme y me vestí para luego entrar a mi habitación ya con una decisión tomada.

 

- Vamos Max, a hazme una cuenta de Tinder – dije muy seguro de ello, bueno al menos pienso eso, Max en respuesta sonrió y tomó mi computadora que estaba en mi mesa de noche.

 

- Sabía que ibas aceptar – sonrió de manera macabra como si estuviera a punto de hacer la peor maldad en el mundo, puse mis ojos en blanco y luego me acerque a él a ver como entraba a Facebook. Fruncí el ceño para que necesitaba entrar a mi Facebook. ¿Se había vuelto loco? Simone sabría que se trataba de mí.

 

- ¿Qué haces, no me ibas a hacer una cuenta de Tinder? – Pregunté sin entender nada. Yo no era muy cibernético a diferencia de mis compañeros que se pasaban metidos en miles de redes. De las que yo a penas yo tenía conocimiento. A excepción de Tinder que todos los de mi último año la utilizan para conseguir sexo fácil.




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