Domingo 14 de Diciembre

Domingo 14/Diciembre/2014

10:34 p. m.

Y al parecer, lo logré.

Es decir, no pudé durar cinco días esforzándose por lograr algo en un lugar donde no estoy feliz.

Hoy tome la decisiòn de no seguir en esa escuela. Quiero dedicarme a lo que realmente me haga feliz, no me importa que tan loco parezca, no me importa cuán arriesgado sea y no me importa a cuánta gente decepcione con la decisión.

Estudiaré literatura, quiero dedicarme a contar historias, ficticias, reales o ambas, no quiero que mis sueños sean solo sueños, quiero volverlos realidad.

Pero, al tomar esa decisión, también me di cuenta de que realmente extraño a Sebastián y que si, dolera mas no verlo. He tratado de evitarlo, he sido cortante, ni siquiera lo busco, y cada día lo extraño más.

Extraño la risa tan contagiosa que tiene, su sonrisa despreocupada, su caminar tranquilo. Extraño nuestras pequeñas peleas, jugar como niños, estar abrazados, golpearlo, escucharlo. Extraño oírlo cantar sin que se de cuenta, extraño mirarlo y que me mire de vuelta.

Extraño que me haga enojar, que me llame bipolar, que me anime a avanzar. Extraño que responda mis preguntas, que me haga sentir especial cuando el mundo a pedazos se me cae, extraño confundirlo, extraño sus manos, sus ojos, su cabello. Extraño sus historias, su música, sus frases. Extraño poder ser yo misma junto alguien y sentir que se detiene el tiempo.

Lo extraño.

Pero en el fondo sé, que lo mas seguro es que el ni siquiera se da cuenta de lo mucho que lo extraño, que probablemente ni siquiera le llegue a importar alguna vez. Pensé que teníamos algo más allá de una amistad, que podíamos comenzar algo especial.

Pero hoy más que nunca quiero olvidar, fingir que nunca lo conocí, que a mi vida nunca llegó, que nunca hubo una amistad.

Fingir que nunca me enamore asi.