El Niño Permaneció Rubio

Voces Serenas y Calladas

Mi alma fue lluvia

Y fue diluvio,

Por tu volar apresurado;

Por tu marcha terrena

Deseosa de más.

 

Ahora surgen las voces

Serenas y calladas

De una ilusión desteñida

Por el tiempo,

Pero que no se desvanece.

 

A veces soy llovizna,

Pero el oscuro fervor de la pena

Ya no envuelve con desmesura.

 

¡Ah, niño del alba!

¿Sabrás tú lo qué estoy sintiendo?

 

En mi interior

Aún se desborda tu mirada

De verde cegador y alucinante.

 

Te llevo dentro

Más ligera...

 

–Anabella Bonaiuto

Septiembre, 2022.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.