El novio de mi novia

Capitulo 1: Tres años antes

El ruido de mi alarma, más el de algunos autos y el tren lograron despertarme aquella fría mañana de invierno. Realmente no me gustaba ese lugar, en mi vida había estado colmado de lujos y el hecho de vivir ahora en uno de los peores lugares de New York, teniendo que trabajar para poder sobrevivir, no me hacía mucha gracia.

Pero así era la vida. Yo no quería tener una familia, una esposa e hijos y eso fue suficiente para que mis padres me desheredaran y me sacaran de la casa hasta que el día en que les dijera que tendría una esposa.

Pero yo no quería hasta que la conocí, en una alocada fiesta familiar a la cual me fue inevitable el no asistir, nuestros padres fueron los encargados de presentarnos; era casi como su último intento por conseguirme una pareja que fuera de su agrado.

Ella se llamaba Clarisa Pethroba, una chica extranjera...de algún lugar cerca de Alemania cuyo nombre no recuerdo. Tenía el cabello rubio y ondulado hasta por debajo del hombro, sus ojos color miel fue lo que en un principio me atrajo de ella y hablando sobre vulgaridades, podría pasarme horas hablando sobre su voluminoso trasero que jamás tuve oportunidad de tocar; aunque no es que yo quisiera hacerlo realmente.

Ambos conversamos durante esa noche y supe que al igual que yo, se encontraba en la misma situación de encontrar a alguien que fuese del agrado de sus padres y obtener así su dinero de regreso. Así fue como comenzamos a frecuentarnos. Hasta el punto en que terminamos queriéndonos, prácticamente amándonos. Fue entonces cuando supe de él, de su novio. Si así es, de su novio.

Nuestro amor no era más que una farsa, una máscara frente a nuestras familias, que más adelante nos permitiría tener nuestro dinero de regreso. Por mi ella podía revolcarse con quien quisiera y volver a casa al día siguiente. No era mi problema, al fin y al cabo ella misma me había dado la misma libertad en caso de querer hacerlo.

 

-. ¿Seguro que quieres conocerlo?-.Me dijo sorprendida cuando al cabo de unos meses le pedí conocerlo.

-. Pero por supuesto que sí. En este mundo hay que conocer a la competencia si quieres ganar-.Dije y reí, sin saber que aquel sería el comienzo del mayor problema de mi existencia.

-. Ay Lawliet-.Dijo ella y suspiro; cuando el ruido de una moto estacionándose fuera de su casa la hizo correr a la ventana como si fuera toda una colegiala enamorada a punto de presentarles a su “rufián” novio a sus estrictos padres-. Ya llego...-. Una sonrisa leve sonrisa se instaló en su rostro.

Me levanté de mi asiento y la acompañe hasta la puerta, la abrí y ella salió disparada a los brazos de aquel chico que estaba bajando de su motocicleta mientras se quitaba el casco.

 

En pocas palabras era el típico estereotipo de un chico malo, tenía dos tatuajes en el cuello que simulaban unas manos ahorcándolo, su cabello (en ese momento rosa) estaba despeinado después de sacarse el casco, su baja estatura en comparación a la mía lo hacía ver relativamente tierno.

 

Ambos se besaron por cortos segundos y luego voltearon a verme, dejándome ver esos hermosos ojos café claro, que más tarde se volverían mi infierno y paraíso.

 

-Lawliet....él es mi novio, amor te presento a Lawliet Sclavty mi "novio"-. Nos presentó ella, haciendo comillas en cuanto a la palabra novio se refirió a mí.

-. Hola, es un gusto-. Contestó el pequeño de cabellos rosas estrechando mi mano por un corto instante.

-. El gusto es todo mío-. Correspondí al saludo antes de soltar su mano.

 

Nuestro tiempo junto en aquel momento no duró demasiado, Clarisa ya tenía planeada toda una cita con el chico y luego de despedirse de mí ambos se marcharon.

Si tan sólo nuca más hubiera tenido que volver a verlo….




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