El Nuevo Origen: El Inicio

Capítulo 14. La decisión.

Zoren

¿¡Pero que acaba de decir Kitaro!? Vamos ver... Sé que me preguntó acerca de si era posible para él ser un guardián ¡Pero pensé que era solo por curiosidad mas no en serio! No sé por qué tengo la sensación de que este chico me va a poner de los nervios en el futuro...

Todos en el salón estábamos boquiabiertos por la sorpresa de la pregunta de Kitaro, era de esperarse alguien normal que estuviera pasando por esto preguntaría cosas como de qué hacer para ganarse la vida, o similares, pero era evidente que Kitaro no era de esas personas, él va directo al grano cuando así lo decide, admito que me gusta eso del muchacho.

—K-k-kitaro, —titubeé— ¿E-estás hablando en serio?

—Muy en serio —afirmó con firmeza.

—¿¡Pero por qué!? —tras preguntarle me mira fijo a los ojos.

—Lo estuve pensando desde el día en que salvaste, buscaba una manera de como devolverte el favor y cuando me hablaste de los Guardianes supe que era lo ideal, así que si me convierto en uno voy a poder lograr agradecerte como es debido.

¿¡Esas eran tus intenciones desde el principio!? Veo que los maestros estaban parados en sus sitios sin decir nada como si les hubieran borrado las palabras de la cabeza, parece que se habían preparado para casi cualquier cosa que Kitaro estuviese dispuesto a preguntar, pero era evidente que esta fue la única cosa que no anticiparon, dios… este chico no deja de sorprenderme.

—Pero ya te dije que no es necesario, no entiendo ¿¡por qué quieres llegar a tanto!?

—Dime terco, pero me sentiría culpable el resto de mi vida si no te demuestro mi gratitud de alguna manera después de que me salvaras la vida dos veces —sonríe—. Sé que no quieres que insista, pero en verdad Zoren déjame hacer esto por favor.

La sonrisa del muchacho me dejo mudo, era obvio que estaba decidido y no había manera de hacerlo cambiar de idea, no me queda más opción que aceptar su decisión, pero no sé qué pensaran los maestros al respecto.

—De acuerdo... —suspiré— ¿pero siquiera sabes lo que le acabas de preguntar a los maestros?

—Me puedo hacer una idea, pero son los maestros de la orden de los guardines, ¿quiénes mejor que ellos —comienza a dirigirse a los maestros— para saber si es posi...?

Justo cuando Kitaro regreso su mirada con los maestros vi un destello que paso justo entre nosotros, poco después veo que la mejilla del chico comenzó a sangrar, lo cual hace que abra mis ojos asustado.

El chico lentamente dirige su mano a su mejilla y cuando ve sus dedos llenos de sangre su mirada se puso pálida. Tras eso el muchacho y yo giramos lentamente nuestros rostros, vemos que justo atrás nuestra había clavado en la pared un virote de ballesta que soltaba unas cuantas chipas, mi mirada se palideció igual que la del muchacho ya que comprendí qué había pasado, cuando regreso mi mirada a los maestros efectivamente era lo que pensé.

La maestra Kayiri se encontraba apuntando al muchacho con su ballesta de muñeca, ella siempre hace cosas como esa cuando la toman con la guardia baja, pero por favor... ¡si apuntaba un poco más a la izquierda seguro mataba a Kitaro! sinceramente debe ponerle un alto a esa forma de reaccionar cuando la sorprenden... Estaba a punto de decir algo hasta que escuché como alguien golpea la mesa de los maestros.

—¡KAYIRI! —Grito la Maestra Asajila— ¿¡Que estás haciendo!?

—Hay por dios no me puedo creer que esto pasara... —dijo nerviosa la Maestra Annilea.

—¡Lo siento! —se disculpó la Maestra Kayiri— Pero es que... ya saben cómo me pongo cuando me sorprendo de tal manera.

—¡Aun así, eso no es razón para casi matar al muchacho! —continúo regañándole la humana.

—Kayiri... —el Maestro Enfaurus se coloca una mano en al frente— cuantas veces te hemos dicho que te controles cuando te pongas nerviosa, por dios... qué vergüenza.

—Lo sé, lo sé... Pero es que... No me digan que no se sorprendieron de la misma manera.

—¡Pero nosotros no reaccionamos disparándole virotes a las personas! —exclamó el Maestro Daronde.

—Ya lo sé y lo siento en verdad... Pero —apenada— saben que he trabajado para evitarlo...

—¡Entonces trabaja más duro! —exigió el entara— Puede que un día de estos....

—¡Disculpen!

Estaba congelado de la sorpresa aun me costaba procesar todo, pero cuando Kitaro alzo la voz todos nosotros concentramos nuestra atención en él, provocando que el ambiente tenso se calmase.

—No tienen que alarmarse tanto, así que no sea tan rudos con la Maestra Kayiri.

—Pero Kitaro ¿no lo entiendes? Casi te mata sin razón alguna —indico Asajila.

—Ya lo sé, pero yo fui el causante, de saber que esto podría pasar habría procedido de una manera menos... directa, en verdad lo lamento.

Sigo sin comprenderlo del todo, pero es evidente que Kitaro es alguien que toma la responsabilidad de sus acciones, estaba ahí firme parado delante de los maestros admitiendo que fue su error y disculpándose por eso, a pesar de que su mejilla seguía sangrando, mantenía una expresión que demostraba que era consciente de lo que sucedió y se arrepentía por ello.

—Parece que no aceptaras que sigamos reprochando la acción de Kayiri —concluyó la maestra humana con un suspiro.

—Eres un chico muy interesante en verdad Kitaro... —comento la elfa— Pero no puedes andar con la mejilla así.

Dicho eso la maestra Annilea se acerca a nosotros y comienza a curar la herida de Kitaro con su manejo del agua, mientras estaba en ello logro ver que la maestra Kayiri trataba de ocultarse en su capucha, se notaba a metros que estaba muy avergonzada por su acción, la conozco desde hace mucho tiempo y sé que no lo hizo apropósito, es solo que siempre cuando está extremadamente nerviosa, o en este caso sorprendida, actúa de maneras un tanto violentas, cosa por la cual se ha ganado muchos regaños por parte de los demás maestros.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.