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Capítulo 35. El anuncio de los maestros.

Kitaro

Tenía la mirada fija en la torre hasta que Zoren dijo una frase que me sorprendió, pero cuando iba a preguntarle qué fue lo que dijo el estruendo de todas las voces me cortó las ideas haciendo que me olvidara de eso al instante.

Poco después del grito de la multitud de la torre surgieron una incontable cantidad de luces de distintos colores iguales a las pirotecnias, pero de alguna manera sabía que no era exactamente lo mismo estas luces... No se veían artificiales se veían más naturales, más hermosas, más puras... Sin dudas algunas era algo que fue capaz de enternecer mi interior con sus cálidas luces.

—Feliz año Kitaro —hablo el lobó haciendo que reaccionara.

—¿Ah? F-feliz año.

Ese lobo y yo chocamos ambas copas en señal de celebración, él me estaba mirando con una sonrisa bien marcada en su rostro lo cual me hizo devolverle una similar, no me explico como pero al recordar todo lo que ha pasado estos seis meses todo ha sido gracias a este lobo, sinceramente agradezco haberlo encontrado porque no sé qué sería de mi ahora de no ser así, no estoy seguro pero tengo el deseo de compartir con él y vivir un sinfín de experiencias al igual que un hermano.

—¡Feliz año Kitaro, Zoren!

Sacándome de mi nube nuevamente aparecieron Nitasha y Axel para felicitarnos, Zoren y yo de igual manera les respondemos, después Arethia y Kaz hicieron lo mismo con cada uno finalizando con el choque de las copas de todos, también dimos nuestras felicidades a varias personas que estaban a nuestro alrededor, luego todos nos quedamos viendo el espectáculo de luces que surgía de todos los pisos de la torre.

—Wao... Esto en verdad es muy hermoso —dije con una expresión serena.

—Así es —corroboró Zoren.

—Sí, de eso no hay duda —apoyó Kaz.

—¡Esto es lo mejor de toda la noche! —dijo con seguridad Arethia.

Tengo la sensación de que le quería preguntar algo a Zoren pero ya a estas alturas no recuerdo, seguro me acordare más a tarde por ahora solo me centrare en ver este espectáculo, no sé pero en mi pecho siento algo... No sé cómo explicarlo, no es molesto ni nada por el estilo creo que esto es... Algo que siempre he deseado sentir antes... Pasar momentos como este con personas que quiero al igual que ellos me quieren a mí, personas a las que puedo llamar familia, esto es algo que... ¡En verdad me hace muy feliz!

—¿Sucede algo Kitaro? —me preguntó Arethia algo preocupada.

—¿Ah? No, nada.

—¿Seguro? Por alguna razón tienes los ojos brillosos como si estuvieras a punto de llorar —señaló Kaz.

—Es cierto —aseguró Zoren—, ¿hay algo mal?

—Ja, ja... Estoy bien, —me limpio la cara— Es solo... que estoy feliz... Feliz por pasar un momento como este con ustedes.

—Espero que eso nos incluya a nosotros dos —Nitasha se señala a ella misma y a Axel.

—Oye, que lo digas así se ve mal... —indicó el león con las orejas caídas— Pero no niego que yo espero lo mismo.

—Ja, ja, ja... ¡Desde luego! En verdad estoy muy feliz de estar con todos ustedes una noche como hoy, y no saben cómo les agradezco que compartan este tiempo conmigo —sonreí en completa alegría.

—No tienes que agradecernos... —indicó Zoren sonriéndome.

Tras decir esas palabras Zoren pasa su brazo derecho sobre mis hombros y me jala hacia él para abrazarme con su brazo libre mientras continuaba igual de sonriente.

—¿Recuerdas lo que hablamos hace unas noches? —me preguntó.

—¿Eh? —dije, ¿qué quiere decir con eso?

—Oh vamos Kitaro ¿en serio lo olvidaste? — la elfa hace puchero.

—Esto… —pienso un rato hasta que caigo en cuenta— ¡ah!

—Ya se acordó —Kaz sonríe con algo de alivio— Comenzaba a temer que se olvidara.

—D-desde luego que lo recuerdo —contesté algo sonrojado—, ¿¡cómo podría olvidarlo!?

Cuando recordé de golpe esa noche esos tres se rieron entre dientes. Volver a pensar en lo que paso esa vez me hizo sonrojar un poco mientras Zoren seguía con su brazo sobre mis hombros.

—Por esa razón, no tienes que agradecernos Kitaro como si esto solo fuera pasar una sola vez, recuerda que a partir de ahora comenzaremos a vivir más momentos como este entre todos ¿o no chicos? —Zoren mira al tigre y a la elfa los cuales asintieron en señal de repuesta.

Me quedé con los ojos abiertos mientras contemplaba las sonrisas de eso tres tras oír esas palabras, y era cierto... Esto no será algo de una sola ocasión, aún nos quedan muchas más experiencias por vivir al igual que una familia, ya que estos tres me aceptaron como tal, ya el simple hecho de comprender sus palabras fue suficiente para ponerme una gran sonrisa en mi rostro.

—Esto... ¿De qué me perdí? —preguntó la entara con curiosidad.

—Me gustaría saber de qué están hablando ustedes cuatro —comentó el león.

—Ja, ja, ja... descuiden no es nada —dije.

—¡Oh vamos! ¡Cuéntanos! —insistió la entara.

—Quizás otro día —sonreí.

—¡Kitaro! ¡No seas malo y habla!

—Ay, ay, ¡¡ay!!

Sin razón alguna Nitasha comenzó a estirar mis mejillas tratando de hacerme hablar, en eso miro a Arethia, Kaz y Zoren en busca de ayuda, pero esos tres no hacen más que quedarse viendo mientras se ríen. ¡No se queden ahí y ayúdenme!

—Ja, ja, ja, suficiente Nitasha dudo mucho que logres hacerlo hablar —intervino Axel para que Nitasha me soltase, agradezco el gesto en verdad.

-—Está bien —hace puchero y me suelta—, ya sabes que te haré hablar un día de estos.

—Auch... —me sobo las mejillas— De eso no tengo duda tratándose de ti ja, ja...

Después de ese mini evento cómico, todos nos quedamos en silencio un rato mientras continuaba el espectáculo de luces, a pesar de la advertencia de la entara estoy seguro que le comentare a Nitasha y a Axel de aquella noche un día de estos. Mientras seguía sobándome las mejillas veo que todos me estaban mirando con sonrisas en sus rostros, verlos a todos compartiendo este tiempo de esta manera me genero una amplia sonrisa.




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