El ocaso de arcadia

CAPITULO 1: NUEVO COMIENZO Y LUCY

CAPÍTULO 1

Samantha

La tristeza inunda mi corazón nuevamente, he perdido a alguien realmente valioso para mí, ahora solo me queda mi linda Dara, él nunca admitió que me quisiera más que una amiga, yo lo descubrí hace 6 meses, y ahora esto. Me siento fatal

—... Sam soy Dara escúchame sé que estas tristes, pero Dan dijo que te cuides y se lo prometiste hazlo nena—, entonces al escuchar eso despierto de mi trance, porque mi vida sigue

— Dara tienes razón—. He caminado todo este tiempo llevando a Dara como unos pendientes, se que debo descansar así que paramos cerca de un viejo nogal que destacaba desde la lejanía.

— Dara yo sé que puedes hacer de todo hasta comunicarte mentalmente conmigo, pero hay algo que tengo que preguntar, cuando era pequeña noté que desaparecías, como si te hicieras invisible, lo hacías con mamá, yo sé que tú y mi mamá me lo ocultaban, hasta ahora no te lo he preguntado, pero ¿es verdad? — espero a que contestes

— Es verdad, es un camuflaje, pero de todos modos debes saber, que no debes decirle a nadie sobre mí, para el resto solo soy un IA normal—,

— Es justo lo que pensaba pedirte que cuando haiga gente desaparezcas, en caso de que sea necesario y te comuniques mentalmente desde ahora conmigo—, ella me sonríe y yo igual

— Claro Sam, pero te advierto solo puedo hacerlo por 8 horas seguidas y después mi sistema necesita descansar por una hora

—Perfecto— espero estar bien se lo prometí y no quiero fallarle.

He caminado hasta llegar a la A.S.U gracias A Dara lo conseguí, pero no sé si estaré a salvo aquí, estoy muy cansada, para llegar aquí trate de evitar a las personas del camino

— ¡Woa! — es un lugar muy amplio, veo que hay filas para entrar, una mujer corpulenta con uniforme plateado con rayas blancas y una boina blanca, ordena a las personas, su cara no luce nada amigable

— La señorita con blusa rosada rasgada, fórmese— me señala—no podemos perder tiempo

—Si nuestro superior se entera que haces desorden se enojara— dice alguien, apenas oigo esto lo hago, me mira como bicho raro, y que de todos modos, todos después de la guerra quedamos así, no estamos en las mejores condiciones, aunque a decir verdad yo soy la que luzco mejor que todos, unas personas lucen enfermas, unas están discapacitadas, unas en estado depresivo, parecen no tener vida, espero a que me toque, estaba contando cuantas personas faltaba, interrumpida y hastiada con el llanto de niños que no dejan de llorar por hambre o dolor yo que sé... cuando alguien me interrumpe

— Hola... soy Lucy Fonseca —, me tiende la mano una chica bronceada,no muy alta, aunque más que yo, con ojos miel, y con una melena roja roja, su pelo esta maltratado en comparación al mío, como decía Dan, yo era una consentida, me quejaba de todo mientras otros no tenían nada y estaban muriendo lentamente, me quedo mirando su mano tendida, se la ve maltratada... que espera que le diga— ¿tu nombre?— dice, algo avergonzada

— Lo siento, mi nombre es Samanta, pero dime Sam, si quieres— la observo nuevamente, su pelo largo en comparación al mío que siempre lo he tenido corto es lo que me llama más la atención, parece el de la chicas de los cuento que solía leer de pequeña, Dan solía decir que le gustaría verme con pelo largo, pero yo nunca lo he dejado crecer hasta más debajo de mis hombros

— Ok, te llamare Sam y entonces tu llámame Lucy tengo 19 años por cierto, casi 20 años—.

—Pareces de menos, yo tengo 16 años…—Esperamos las dos juntas hasta que nos tocara entrar, ella me conto sobre su historia de cómo sobrevivió ocultándose, al igual que yo era huérfano, tenía 11 años cuando todo empezó, lo primero que recuerda es estar con una abuela, quien la cuido hasta que murió de un ataque al corazón y quedo sola, y vino aquí porque la A.S.U le ofreció ayuda; como ella me conto su historia yo le conté la mía claro no todo, pero si algo, de Dan le conté poco le dije que era mi hermano y había muerto, aunque no esté más segura de eso sé que debe ser así, escuche disparos esa noche y golpes, quisiera no ser pesimista pero debe ser así, Dara me convenció de que era lo más probable. A parte de eso no le conté sobre Dara, pero tal vez se lo contaría, pero luego, por ahora la conocería mejor —no parece mala persona.

Nos tocó al fin entrar a las dos, entramos a una sala muy amplia, y en medio había una persona, la cual comienza hablar, esa persona luce muy bien vestida, con el pelo sumamente corto de color rubio, a mí me gusta el pelo corto, pero no tanto y una máscara que cubre la mitad de su rostro

—Bienvenidos a la A.S.U, mi nombre es Carola Jiménez, seré la encargada de formarlas como personas —por la guerra ha aumentada el desconocimiento, a la gente solo le importaba sobrevivir, yo tuve suerte— de seguro no saben mucho pero nos encargaremos de inculcarles conocimientos lo más rápido posible— como nos miraba esa mujer… parecía que nos comería si no seguimos sus órdenes, sus ojos parecen los de un lobo— espero mejorías pronto, para serle útiles al mundo, por ahora descansaran en unos cuartos, que se les asignaran con una compañera ahora ¡fórmense y esperen! Jóvenes— dice la mayoría de lo que estamos aquí somos jóvenes, han sido separado así

— Por dios que carácter esta mujer... otra vez a hacer fila y esperar— comenta fastidiada Lucy suspirando




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