El ocaso de arcadia

CAPITULO 5 DESCANSO PARTE 2

CAPÍTULO 5

Samantha

Habíamos estado viajando por unas cuatro horas, sin más me había quedado dormida

—Sam, Sam despierta, te beso sino despiertas— dice, a lo que reacciono

— Ni te atrevas— le digo mirándolo fijamente a los ojos

—Solo bromeaba—comienza a reír

— Yo no, y tampoco le veo lo gracioso— me expreso seriamente

— Tranquila— me susurra al oído, riéndose de mi

—Si vieras tu cara lo entenderías—dice lo mismo de siempre, cuando me enojo. Sinmás bajo de auto y viene a mi lado — Esta casa es de mis padres— la veo, es grande y pretencioso, pero lo más hermoso es la linda vista al mar — Fue reconstruida hace poco, quedo bien ¿no? — dice

— Tienes razón—respondo y sonrió —En verdad es hermosa—.

–Más que yo lo dudo— me dice arrogantemente

— Como digas presumido— le digo y comienza a reír de oreja a oreja, me molesta que se ría, no entiendo de que — deja de reír— digo molesta— ¿de qué ríes?— no soporto más esto

—Nunca negaste, ni dijiste que yo era feo— Es verdad pienso y me pongo roja

— Qué quieres que lo diga— pregunto

— No, mejor entremos— al entrar puedo ver que es amplio el lugar, más de lo que parece, para dos personas, es de dos pisos—Qué amplio, cuantos cuartos tiene el lugar— digo

— A mí no me gusta que sea demasiado grande — afirma

—¿Por qué? — pregunto

— Es que si tuviera pocos cuartos…  pudiera dormir contigo, y ahora no podemos hacerlo— dice

—Tranquilo, estamos juntos lo importante— digo, pero que dije, solo sonríe— vamos, tú cuarto es el primero de la segunda planta— entonces me dirijo al cuarto esta todo ordenado, ¿Quién lo habrá ordenado?, me cambio de ropa me pongo un shorts negro, una blusa blanca y una gorra negra, y salgo y lo veo el lleva puesto un pantaloneta playera negra y una camiseta azul marino… se ve bien

— Hasta que saliste— dice

— Ah estaba ordenando mis cosas, tu como no ordenas— afirmo y sonrió —¿alguien vive aquí? — pregunto quería saber

— Ah si la señora que cuida y limpia, la llame para que prepare nuestros cuartos, algo no te gusto— pregunta

—No todo está perfecto— digo

— Quieres ir a caminar a la playa— pregunta

—Claro no suena mal— entonces me quedo maravillado por el el hermoso mar azul ante mis ojos —Es precioso, más de lo que imaginaba

— Tienes razón, pero junto a ti es mejor— dice mientras caminamos por la playa, en la cual solo nos encontramos los dos; el clima esta de templado a frío— ¿Quieres bañarte? — pregunta

—No— respondo, que quiere que me enferme y me dé pulmonía

—¿Por qué? — pregunta “inocentemente” con un brillo en los ojos

—Es que se ve algo frio, mejor no— digo, él se saca la camisa y se mete, yo me quedo y veo como se mete, pero no, la verdad me da un poco de miedo, pero lo del frio tampoco es mentira

— Sabes si no te metes, te meto yo — y lo hace me lleva en peso y me sumerge, puedo sentir como las olas me baten y me sumergen

— Genial ya estoy mojada— digo y lo quedo mirando

—Es hora de que me sueltes Sam, ya sé que me quieres, pero suéltame— genial que dice, pero no lo soltare el me metió y él me saca… y no es que tenga miedo… no es eso

— ¿Tienes miedo? — pregunta mirándome fijamente —Tranquila—, me da un fuerte abrazo— Todo está bien, sé que nunca has estado en el mar, pero disfruta—, me quedo callada

— Tengo miedo, si tienes razón así que no me sueltes— digo, por hoy el miedo gano a mi orgullo

—No lo hare, te ayudaré a superar tu miedo

♣………….♣

Durante esta tarde él me ayudo, estamos en la casa y después de que me bañe me cambie a una ropa cómoda, cuando salgo él estaba en la puesta esperándome.

—Ponte camisa— digo tajante

— No, no lo hare— y me mira sonrientemente, me desafía. La verdad se ve lindo sin camisa, eh pero que pienso

— Está bien quédate así— digo

— Que te gusto más sin camisa— de segura ya estoy roja. Así que solo bajo y veo a una señora

— Buenas noches— digo ella debió notar mi cara de duda

— Soy Mayra la encargada de la casa siéntense en pocos minutos serviré la cena— y así lo hago

—Sam hace frio, caliéntame— y en verdad lo hacía

— Si tienes razón— afirmo, Mayra sirvió la cena y en verdad estaba deliciosa, cenamos y hablamos cosa de ambos yo le conté algo de mi vida y el algo de la suya al final me invito a ver una película en la sala, acepte, la que vimos primero fue una película vieja "Titanic", y vimos otra que no recuerdo porque me dormí, pero recuerdo que alguien me daba un cálido beso y me llevaba a la habitación, al despertar estoy en el cuarto, me mudo de ropa y salgo, y lo veo desayunando




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