El ocaso de arcadia

CAPITULO 7: NUNCA LO OLVIDES

CAPÍTULO 7

Samantha

El tiempo no es estático fluye constantemente, por lo que en un año desde que salgo con Ian, y la verdad es que hasta ahora no me arrepiento. Algo positivo es que desde hace dos semanas me ha estado enseñando a conducir

— Has mejorado— sonrió, pues al fin he logrado hacerlo bien después de tantos regaños, y me lo quedo mirando orgullosa de mi misma

— Pero mira a la carretera— me regaña

—¿Por qué tú me miras cuando conduzco y yo no puedo? — digo en reprocho

—Mira a la carretera, sí... Ya sé que soy irresistible, pero mira al frente— como siempre, así que le hago caso

— Lo logre, al fin conduzco mejor— grito al estacionarlo frente a los departamentos, porque antes no podía hacer eso

— Y mi beso de agradecimiento— comenta, haciendo un puchero

— Te lo daré porque te lo mereces—. Desde que salí con Ian todo estaba bien,  de hecho su padre era él que más parecía feliz  con nuestra relación, pero de pronto cambio no sé porque ya no me habla tan dulcemente como antes la verdad me preocupa, pero no le doy importancia. Me había invitado a su casa a cenar

— Sabes voy a remodelar el departamento— me avisa

– Que bien me alegro, pero donde te iras – pregunto, queriendo saber donde se va ir la persona que más quiero

—Aún no lo sé— responde pensativo y me queda mirando como si esperase algo

— Si quieres puedes quedarte conmigo— pero ¿Qué dije? — Lo siento— digo, arrepentida de mi propuesta

—Acepto tu propuesta— dice sonriente

— ¿Seguro? — pregunto

— Tranquila, no me vas a comer, ¿verdad?...— asiento ¡pero que dice! —Aunque puede que yo si— dice poniéndome roja— Es mejor que me vaya— dice y me despido —Por cierto no te olvides mi beso de despedida— lo hago y entonces dice — Mañana empiezo a llevar mis cosa a tu departamento— y me guiña el ojo; entonces le doy la llave, mi corazón se acelera ante la idea de mañana.

Al día siguiente me estaba levantando, extrañada de que Dara no me despierte, cuando me doy cuento de que Ian estaba aquí

— Duermes bien, verdad amor—, dice estando parado en la puerta y mirándome de arriba a abajo

—Mmm, cállate, no moleste estaba durmiendo— dije no me gustaba que me vieran dormir

—Me gustaba que digas mi nombre mientras duermes—dice, es  imposible yo dijese eso

—Yo no hablo dormida, ¿verdad?... ¿verdad?— comience a asustarme mientras él se a reía

—Ja ja ja, era broma, me gusta cuando te asustas— dijo, acercándose a mí, no parando de reir, cuidado se va a morir y no me van a echar la culpa

—¿Qué esperas? — pregunto mirándolo fijamente

—¿Para qué? — responde mirándome con duda genuinamente

—Para irte, necesito cambiarme, y no puedes verme, así que adiós...— así que me paro y lo echo y cierro el pomo con seguro por si el viento la empuja.

♣………….♣

Durante ese día trajo sus cosas a mi departamento, estaba muy concentrado, me contó que solo iba a pintar su departamento y hacerle unos ajustes, además iba a cambiar los muebles a otros más modernos, ese día tuve que irme temprano a trabajar ya que por su falta, por organizar sus cosas, tenía más trabajo, pero me llegaron unos informes los cuales leí con atención, la parte que me preocupo fue la siguiente:

"... El departamento de la A.S.U, encargado de aprobar los proyectos, se complace en felicitar al grupo k99, integrado por el Ing. Bantang y la Ing. Andrews, por ser los únicos en haber puesto en marcha al proyecto S1, además se pide más detalles acerca su éxito, para que un futuro nos seas de más ayuda, esperamos su cooperación, o en cualquier caso tomaremos represalias."

Que como que quiere saber acerca del S1, malditos si no lo digo me obligaran, pero no puedo decirlo, que hare, rayos, sabía que me lo pedirían, pero rayos no puede saber nada de esto Ian si no también insistirá, no quiero que nada nos arruine, los esconderé, y así lo hice.

Durante ese día para ir almorzar fui a la cafetería y me encontré con Karen , que mal pensé, pero no, descubrí que es una chica divertida, y me conto que antes era amiga de Ian pero cambio, a que se refería con esto pues ya no la tomaba en cuenta, era un mujeriego, pero desde que está conmigo él es mismo, y me dijo que no debería haberme puesto celosa aquella vez en la que lo invito a salir y que ella siempre había coqueteado con él y viceversa, pero nunca había pasado nada entre ellos. Pero lo que más me llamo la atención por qué había cambiado negativamente, así que le pregunte y me conto desde que desde que la madre de Ian fue internada en un psiquiátrico él cambio.

Al llegar a casa estaba un poco preocupada por si el habrá encontrado a Dara, debí haberla traído pero no debía estarlo, pues sabía que ella era buena en esconderse, así que estaba aliviada, al entrar me encontré con una estupenda cena

— Hola Ian— salude observando lo que había preparado

— Bienvenida a su casa— y me hace una pequeña reverencia, comimos, practicamos, pero la conversación que tuve con Karen me intrigaba – Sabes Ian, nunca me has hablado, de tu padre— se puso tenso, talvez no debí preguntar.




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