El ocaso de arcadia

3. CAPITULO 4 LO SIENTO

CAPÍTULO 4

CAPITULO 4 LO SIENTO

Ha pasado como 12 días después de eso cómo siempre en la base reina la monotonía y nuestras tareas sigue siendo las mismas, aunque el número de soldados de nuestra compañía a disminuido, porque no rendían lo suficiente, y eso me asusta.  Un dato nueva es que mi interacción entre Hunter y yo ha cambiado, por ejemplo cada vez que nos escapamos al boque, como unas tres o dos veces a la semana, terminamos besándonos, es raro lo sé somo solo amigos y lo tenemos claro, pero no sé cómo paso, aunque no me guste románticamente. En cuanto a Dylan nuestra distancia ha aumentado, y me duele, a pesar de lo de la aquella noche, él ha elegido a MAL, oh lo siento quiero decir Melany no Melody solo nos hablamos raras veces y seguimos nuestros caminos, él me evita y bueno yo también además solo éramos amigos o creía que lo éramos, y me duele perderlo.

— Descansa Julieta— me dice Hunter y se despide con un beso en la frente

—Nos vemos— digo y entre a mi cuarto pero de lejos vi a Dylan así que cierro la puerta antes de que note que lo vi.

Estoy tan exhausta que apenas toco mi colchón me duermo.

"Me despierto y ya no estoy en mi habitación estoy encerrada en un lugar oscuro, me inyectan cosas. Sé que no puedo escapar… Tengo miedo de que me pasara, grito pero nadie me ayuda, nadie y escucho voces diciendo: no lo va a soportar…".

Me despierto sudando, con una opresión en el pecho, tengo miedo comienzo a temblar, sé que no debería, pero necesito a Dylan para sentirme a salvo, deberías ir donde Hunter dice mi conciencia, pero no, así que voy donde él ¿qué raro la puerta está abierta? Y la abro al entrar me encuentro con ella besándola

—Este perdón— digo al ver que notan mi presencia, qué imprudente fui.

– ¡Espera Julieta! —. Me habla, pero no quiero escuchar me duele verlo no quiero que vea como salen mis lágrimas así que salgo, pero voy afuera, quiero refréscame y entonces

– ¿Qué te pasa, Julieta? — pregunta Hunter y me lanzo a sus brazos, no le digo nada acerca de él, solo le cuenta mi pesadilla

— Tranquila nena ya va pasar —dice sobando mi espalda, él se acerca a mí se lo que viene, separo la distancia de nuestros labios, busco consuelo en este beso, pero no lo logro, por lo general el contacto físico me suele calmar

— Gracias— le digo, me acompaña a mi habitación

— Quédate, por favor, no me dejes— digo

—En serio si tanto me desea este cuerpazo es tuyo— bromea, no estoy para eso, pero no quiero estar sola, aunque este arrogante me acompañe

— Tonto— digo, amanecemos al despertar yo estoy de espaldas mientras él me abraza. Me separo de él, lo despierto, no quiero problemas

— Linda noche— dice

—Ok, lo que digas, pero vete— digo y se va, sigo salgo sonriente por él, es un gran amigo

— Tenemos que hablar— dice él y me jala a su habitación, es la misma de siempre con su olor, aunque hay otro olor que no me gusta es de otra persona de esa…

— ¿Qué quieres? — hablo a la defensiva

— Quiero que estemos bien— dice Dylan

—No te preocupes no me importa que salgas con esa, además no tengo ningún derecho sobre ti— digo, aunque en realidad si me moleste y mucho, pero no se lo diré

— A mí tampoco me importa que salgas con él y duermas con él, acaso tu no haces lo mismo con él— dice, claro lo vio salir de mi habitación y como al parecer le ha hecho daño pasar mucho tiempo con Mal, ahora piensa mal

— Pero que dices estas cosas, además si fuera cierto no te debe importar — digo enojada defendiéndome, me intento ir pues no soporto estar con él en este momento, pero al intentar abrir la puerta, su brazo me toma por la cintura y me jala hacia mientras recuesta su cabeza en mi espada, puedo sentir su respiración

— Entonces ¿entre tú y Él no hay nada? —lo pregunta como si en verdad le interesara, no sé qué responderle, pues no sé si hay algo, pero además tenerlo cerca no me deja pensar mucho

— ¿Él te ha besado? — bajo la mirada porque no quiero responder esa pregunta, él no puede mirar mi gesto

— Ese silencio es un sí—, de pronto me gira suavemente hacia él hacía y quedamos frente a frente, mi respiración se vuelve irregular debido a su cercanía —¿Entonces sientes algo por él? —susurra a mis labios

— Solo somos amigos—hablo susurrando, de pronto el separa la distancia que separa nuestros labios y me besa suavemente, alivio es lo que siento al tener sus labios junto a mí, no me había dado cuenta de cuanto los deseaba, acomodo mis brazos en sus cuello mientras los beso, de pronto su beso suavemente se convierte en uno apasionado, lo sigo, pero sé que debo pararlo y con gran esfuerzo lo hago —… No sé si está bien— se lo susurro.

Nos sentamos uno al lado del otro y me recuesto en su hombro en su cama intentado regular nuestras respiraciones

—No lo voy a negar, me gustas —al escuchar esas palabras me sorprendan

— ¿Y Melody? — pregunto

— Ella, la que me importa eres tú no ella, no tenemos nada serio— dijo




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