Capítulo 34: Un Nuevo Rey

Ubicación: Reino Albeka

Momentos antes de que Heriberto se levante de su largo sueño.

La lucha continua por la vida del monarca Lane y su esposa Elena de forma desesperada, lográndose apreciar que los guardias que protegen a los soberanos; comienzan a ser asesinados de poco en poco por los ciudadanos.

Ambos monarcas están en su habitación, asustados y desesperados, ya que las puertas están cerradas por parte de sus defensores mientras que al otro lado; la lucha y matanza es un verdadero infierno.

Asesinando los guardias reales a muchos ciudadanos, aunque también tienen pérdidas de forma lamentable.

Quedando solamente cinco guardias para proteger a ambos monarcas.

«¡Maldita sea, tengo a muchos guerreros incompetentes! »,grita la voz de Calista dentro de la mente de Manuk mientras que él observa seriamente a sus enemigos.

—¡No se rindan y sigan luchando por la gran diosa Calista! —grita Gregorio enojado, observando que los guardias reales son bastantes fuertes.

—¡Por los monarcas! —grita un guerrero que protege a los soberanos, pero es asesinado por parte de un arquero.

Cayendo su cuerpo al suelo mientras que sus compañeros se percatan que su derrota es inminente.

—¡Maldita sea! —grita un guardia de la realeza, sabiendo que su destino se acerca de forma aterradora.

Comenzando a dirigir su espada contra varios ciudadanos para asesinarlos sin piedad, se percata que los ciudadanos no son ningún problema y solo son señuelos para llamar su atención. Aquí el problema son los guerreros que anteriormente habían viajado al bosque, ya que ellos luchan contra ellos desesperadamente.

Al otro lado de la puerta, el monarca Lane está asustado junto con su esposa en el rincón de la habitación, en su mano derecha tiene una espada para poderse defender de la gran traición.

Elena por otra parte, tiene entre sus ropas una pequeña daga oculta para usarla ante cualquier emergencia que se presente, sabe que su fin está cerca y no se va a rendir tan fácilmente.

Ambos logran escuchar que los guardias que los protegen son asesinados desde el otro lado de la puerta, tienen la puerta cerrada con seguro, pero su fin se está acercando de poco en poco. Logran escuchar muchos gritos desde el otro lado, dándoles la idea de que acaban de asesinar al último guardia que los protegía. Empezando ambos a escuchar que la puerta comienza a moverse y a ser golpeada fuertemente.

Preparándose Lane para el último ataque mientras que su esposa llora asustada detrás de él.

Viendo ambos el momento en que la puerta es derrumbada de forma violenta, para entrar confiadamente momentos más tarde Manuk junto con Gregorio y Mauricio. Atrás de ellos le siguen miles de ciudadanos y guerreros de diferentes clases.

—Vaya, vaya —dice Manuk observando a ambos soberanos seriamente.

—¡Maldito traidor! —grita Elena enojada con lágrimas en sus ojos, añadiendo—. ¡Ojalá los dioses te maldigan!

Manuk por otra parte solo sonríe mientras que dirige su mirada hacia el suelo.

«Hmm, veamos »,suena la voz de Calista dentro de la mente del líder traidor, añadiendo—; «Deja con vida a esa mujer para que puedas dejar descendencia, al otro déjalo herido y a punto de morir para que las aves lo devoren, jejeje ».

Comenzando Manuk a avanzar hacia el monarca Lane con una sonrisa malévola.

El monarca se percata que su nuevo traidor y enemigo está dispuesto a apropiarse de su reino, por lo que decide acercarse para enfrentarlo, pero se percata que la agilidad y destreza de Manuk es bastante aterradora y superior. Parece que Manuk ha sido bendecido por los dioses de forma extraña, ya que cada ataque por medio de su espada; es en vano.

Decidiendo Manuk dirigir sus manos con una gran maestría para golpear fuertemente la costilla derecha del monarca a la vista de su esposa, obligando él a que el monarca suelte su espada mientras que Elena grita asustada.

—¡Noo! —grita Elena, acercándose contra Manuk para atacarlo con su daga, pero es golpeada en su rostro por Gregorio.

No dándose cuenta ella que se acaba de distraer del asunto de Manuk contra su esposo y que ha sido un blanco fácil para los demás enemigos.

Cayendo Elena herida al suelo mientras que Manuk decide comenzar a golpear fuertemente el rostro del monarca.

Lane trata de protegerse de los ataques de su enemigo, pero se percata que los golpes de él son bastante fuertes de forma extraña, sintiendo sus manos adoloridos y heridos mientras que su rostro comienza a ser fuertemente abofeteado.

Elena observa el acto en que su esposo es fuertemente herido y lastimado, trata de defenderlo, pero su cuerpo no responde, debido al gran temor que siente. Viendo ella el momento en que Manuk le destroza la mandíbula a Lane delante de todos, dirige su mirada hacia sus demás enemigos; percatándose que todos observan con una sonrisa la escena violenta.

Terminando Manuk finalmente de darle una paliza al monarca Lane para dejarlo completamente herido y tendido en el suelo, sabiendo todos que Lane está a punto de morir por los fuertes golpes que ha recibido, por otro lado; Elena llora en silencio, sabiendo que su esposo está a punto de morir de una forma violenta y traidora.

—¡Malditos traidores! —grita Elena siendo abofeteada nuevamente por Gregorio, quien segundos después; decide dirigir sus manos hacia la ropa de ella para arrancárselas de poco en poco sin importarle llamar su atención.

No poniendo resistencia Elena, ya que sabe que su fin se acerca contra ella, además de que siente un fuerte dolor en sus mejillas por los anteriores ataques que ha recibido.

«¡Excelente, magnifico! »,dice Calista dentro de la mente de Manuk, mientras que el líder observa a un Lane a punto de morir en el suelo.

Se percata que el monarca respira con dificultad y que está a punto de cumplir con su objetivo, dirige su mirada hacia Elena con una sonrisa; sabiendo que su gran triunfo está cerca, además de que su principal objetivo se va a cumplir.